Ernesto Zedillo Ponce de León, el último presidente priista de aquel régimen político que gobernó México durante el siglo pasado, acusa que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, busca instaurar de nueva cuenta una "autocracia de partido único" en el país, impulsada, según afirma, por compromiso con su predecesor, el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
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En el texto “El presidente de México está alimentando una crisis constitucional”, publicado por el medio estadounidense, The Washington Post, el expresidente de México de 1994 al 2000, sostiene que la nueva mandataria morenista pretende regresar a aquellos tiempos del “siglo XX, cuando no existían elecciones competitivas y justas, y el Poder judicial no era independiente.
Zedillo reconoce que su partido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus presidentes gobernaron durante casi todo el siglo XX sin la obstrucción del Congreso y de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, los cuales, reconoce, estaban subordinados al presidente.
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Por ello, recuerda a Sheinbaum que fue electa para gobernar un país democrático, algo que el país ha sido durante casi 30 años. Si, 30 años, porque la reflexión de Zedillo sobre las condiciones de autoritarismo bajo las que gobernaron los presidentes del PRI, no lo incluye a él, con quien inició la democracia en México.
Según Zedillo la hegemonía del PRI no terminó con él porque el pueblo se hartado del régimen que había sometido al país desde 1929, sino porque él, el demócrata, impulsó reformas que pusieron fin a esas “anomalías, permitiendo a México convertirse en una democracia multipartidista con alternancia regular en el poder”.
También afirma que desde su gobierno el Poder Judicial "independiente" “ha defendido principios constitucionales ante movimientos imprudentes de otras ramas del gobierno”, aunque no refiere casos específicos que puedan revisarse como antecedente y que sostenga dicha afirmación.
Zedillo, quien durante su administración no se apartó de las políticas neoliberales de sus predecesores priistas, y a quien se recuerda por polémicas decisiones de gobierno como el Fobaproa (conversión de la deuda privada de los bancos en deuda pública) acusa que la administración de Sheinbaum (apenas lleva un mes) se caracteriza por la demagogia, el clientelismo, la incompetencia y el abuso de poder.
El reclamo de Zedillo a Sheinbaum es por continuar apoyando las reformas de su predecesor, López Obrador, a quien acusa de querer “desmantelar el Poder Judicial independiente y las instituciones responsables de organizar elecciones justas”.
Zedillo reitera los alegatos de la oposición sobre la sobrerrepresentación de Morena en el Congreso, la cual le ha permitido llevar a cabo reformas constitucionales sin tener que pactar con las fuerzas políticas contrarias.
Acusa que el modelo de reparto de curules, el cual se ha utilizado desde el 2000, en las elecciones en las que ganaron Vicente Fox (PAN), Felipe Calderón (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI) es anticonstitucional porque está vez, aplicadas de la misma manera, le dieron sobrerrepresentación a Morena.
También acusa que Morena compró el voto del senador Miguel Ángel Yunes del PAN prometiéndole a él y a su familia impunidad por delitos graves, de los que su partido nunca hizo eco sino hasta que el senador, acusado de traidor y amenazado con la expulsión del partido, emitió su voto a favor de la reforma al Poder Judicial.
Señala que como resultado de la reforma, “todos los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte supuestamente serán reemplazados por personas sin calificaciones profesionales significativas y que deben sus puestos al partido gobernante —o incluso peor, a otros padrinos e incluso a organizaciones criminales”.
Recalca que el argumento de que el proceso de selección de jueces será democrático es “absurdo” porque las listas de candidatos serán “determinadas por el partido gobernante”, aunque se olvida que eso seguiría siendo así de no llevarse a cabo la reforma, pues la presidenta, Claudia Sheinbaum sería la encargada de enviar la terna candidatos a nuevos ministros de la Suprema Corte, y el Congreso, de mayoría morenista, quien tomaría la decisión final, e incluso, Sheinbaum tendría derecho a vetar la designación.
“La elección de jueces por voto popular socava la imparcialidad, independencia e integridad judicial, pilares de un sistema legal justo y equitativo”, acusa el exmandatario al señalar que la reforma ha sido criticada por Estados Unidos y académicos jurídicos, pero crítica que Morena se basó en "un cuestionable precedente estadounidense (la elección de jueces a nivel local y estatal) para justificar sus acciones".
“Los cambios de AMLO también buscan eliminar la autonomía de las instituciones electorales del país, subordinándolas al poder ejecutivo. Esto significa que, como en el pasado semiautoritario de México, el partido gobernante gestionará las elecciones y resolverá las disputas que surjan de ellas, con resultados predecibles”, acusa.
Recalca que la eliminación de los órganos autónomos “pondría fin a los mecanismos diseñados para prevenir el uso corrupto y abusivo del poder gubernamental y facilitar el crecimiento económico del país”.
Al volver a recuperar la comparación del gobierno de Morena con Venezuela y Cuba, comparación ya hecha desde el gobierno de AMLO como predicción de lo que sería el país sin que esta se hiciera realidad, Zedillo vuelve a acusar Morena de querer eliminar la división de Poderes.
Su alegato se centra en la batalla que libran el Legislativo y el Judicial, por un lado los jueces, a quienes apoya, otorgan amparos contra la reforma judicial, por el otro, el Congreso alega que la SCJN no tiene facultades para legislar y menos para eliminar o anular una reforma constitucional.
“Sheinbaum ha redoblado su apoyo al esquema antidemocrático de AMLO, incluso emulando sus tácticas de difamar, insultar y amenazar tanto al poder judicial como institución y a jueces individuales, así como a otros que han criticado las enmiendas”, acusa.
“También aboga por que el gobierno ignore los fallos judiciales. La crisis constitucional que está fomentando no brindará el buen y democrático gobierno que fue elegida para proporcionar. Debería, en cambio, usar su mandato para detener la regresión democrática orquestada por AMLO —cualquiera que sea su motivo último— e iniciar un proceso genuino y exhaustivo de reforma para lograr un verdadero estado de derecho y seguridad para los ciudadanos en México".
“Así, podría mejorar enormemente el pobre desempeño de su predecesor. Debe decidir entre honrar su lealtad a AMLO o la voluntad del pueblo mexicano de vivir en democracia”, sentenció, el autor de la deuda que México terminará de pagar hasta dentro de 50 años.
VGB