ATLAS DE RIESGOS

Más de la mitad de municipios de Hidalgo carecen de diagnóstico sobre zonas de riesgos

Lucrecia Torres Palomino, subdirectora de Sistemas de Información ante riesgos del Cenapred, destacó que los Atlas de Riesgos ayudan a prevenir construcción de infraestructura en lugares de riesgo, sirven para planear el desarrollo urbano, entre otras

En Hidalgo hay 53 municipios que no tienen Atlas de Riesgos.Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Pachuca.— Los Atlas de Riegos son instrumentos que contienen información sobre el territorio y los peligros que pueden afectar a la población y a la infraestructura de un lugar, pero, aunque podría ser de gran ayuda para establecer medidas para evitar desastres, pocos gobiernos en el país se han dado a la tarea de elaborar uno.

A nivel federal existe el Atlas Nacional de Riesgos, y cada una de las 32 entidades federativas cuenta con uno, según el conteo del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), sin embargo, la situación cambia cuando de Atlas de Municipales de Riesgos se trata, pues de 2 mil 476 municipios que hay en el país (Inegi), sólo 591 tienen este compendio.

En Hidalgo, la situación es un reflejo de la nacional, dado que de 84 municipios que conforman la entidad, menos de la mitad cuentan con un Atlas de Riesgos, pese a que en 2023 el subsecretario de Protección Civil Estatal, Francisco Quijas Cruz, señaló que la totalidad de los ayuntamientos ya trabajaban en la construcción de este documento.

De acuerdo con la página oficial del gobierno www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx, sólo el 37 por ciento de sus municipios cuentan con un Atlas Municipal de Riesgos, es decir, sólo 31 de 84 demarcaciones ha construido este instrumento.

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A pesar de ello, la entidad se coloca en la media de las entidades con ese porcentaje, pues hay otras en las que este tema tiene más rezago, como Chiapas, donde sólo 24 de 124 municipios cuenta con un Atlas, o Guerrero, donde sólo cuatro lo han presentado, de 81 ayuntamientos.

En el otro lado se encuentra Guanajuato, con el 100 por ciento de sus municipios con un Atlas de Riesgos (46); el Estado de México igual con 100 por ciento (125); Tamaulipas con 93 por ciento (40 de 43); la Ciudad de México con un 83 por ciento (13 de 16); y Baja California Sur con 80 por ciento (4 de 5).

Estos son los municipios de Hidalgo con Atlas de Riesgos

Los datos del Cenapred arrojan que los Atlas Municipales de Riesgos en Hidalgo se empezaron a laborar en 2011, y el último de ellos quedó listo o actualizado en 2023; el resto se ha elaborado en ese lapso de 12 años.

El primer municipio en contar con este instrumento fue Tlaxcoapan, que lo presentó en 2011; de ahí le siguieron Cuautepec de Hinojosa (2012); Actopan, Tenango de Doria y Villa de Tezontepec, en 2013.

Para 2014, San Agustín Tlaxiaca, Tezontepec de Aldama y Zapotlán de Juárez se sumaron a la lista; en 2015 hicieron lo propio Almoloya y Atotonilco El Grande; en 2016, Chilcuautla y Zimapán lo elaboraron; y en 2018 se unió Mineral de la Reforma.

Atitalaquia, El Arenal, Huehuetla, Tepetitlán, Tizayuca, Tlahuelilpan, Tlanchinol y Xochiatipan se sumaron a la lista en 2020. Pese a que ya lo había presentado en 2017, la última actualización del Atlas Municipal de Riesgos de Pachuca fue en 2022. Ese mismo año también lo presentó Tepehuacán de Guerrero.

El año pasado, los municipios que presentaron o actualizaron el compendio fueron Apan, Huasca de Ocampo, Huejutla de Reyes, Santiago Tulantepec, Tepeji del Río, Tetepango, Tula de Allende y Tulancingo de Bravo, sumando así 31.

Entre las 53 alcaldías que no tienen Atlas de Riesgos se encuentran:

  • Ixmiquilpan
  • Mineral del Monte
  • Mineral del Chico
  • Progreso de Obregón
  • Ajacuba
  • Metepec
  • Huichapan
  • El Cardonal
  • Nicolás Flores
  • Nopala de Villagrán
  • Santiago de Anaya
  • Omitlán
  • San Felipe Orizatlán
  • Ciudad Sahagún

¿Qué evalúan los Atlas de Riesgos?

Los Atlas de Riesgos integran información de los elementos del medio natural de una región, tales como la geomorfología, geología, hidrografía, clima, áreas naturales protegidas, uso del suelo y vegetación, edafología, cuencas y subcuencas, y fisiografía, además de tópicos sociales, económicos y demográficos.

Dentro de este último grupo destacan dinámica demográfica, distribución y densidad de la población, educación, pobreza y hacinamiento, marginación, características de la vivienda, empleo e ingresos, equipamiento e infraestructura y expansión de la ciudad.

Además, hay un capítulo dedicado a la identificación de peligros de fenómenos geológicos, hidrometereológicos, químico-tecnológicos, sanitario ecológicos y astronómicos. También aborda la vulnerabilidad de una región por procesos de remoción en masa, ante inundaciones e impactos espaciales, así como riesgos o exposición a remoción en masa, inundaciones y hundimientos.

Un Atlas de Riesgos también hace propuestas de estudios y acciones para eventualidades como sismos, inundaciones, caída de rocas, hundimiento y fenómenos socio-organizados, al tiempo que establece una memoria de cálculo.

Pachuca y su Atlas de Riesgos

Hace dos años que Pachuca actualizó su Atlas Municipal de Riesgos para complementar la información que ya incluía el documento en su primera edición de 2017. En los antecedentes toma especial relevancia la manera en que la ciudad ha sido afectada por los fenómenos hidrometereológicos a lo largo de su historia.

Destaca que la capital del estado suele ser afectada “por lluvias intensas y prolongadas, además de fuertes granizadas que han afectado a la población, sus vialidades, infraestructura y su actividad económica”.

Recuerda que en 1785, Pachuca fue prácticamente destruida por una inundación generada por una lluvia de dos horas, la cual fue seguida de una tromba en la zona norte de la ciudad. Detalla también la inundación de 1867, cuando se desbordó un río; la del 27 de septiembre de 1884, cuando el Río de las Avenidas superó sus límites y afectó calles y plazas.

Igualmente se menciona una lluvia de 30 horas en 1888 y la del 18 de septiembre de 1925, cuando la caída de agua provocó derrumbe de casas y la muerte de dos personas. El evento más reciente que señala el documento fue la granizada que cayó en Pachuca y Mineral de la Reforma en 2016, donde el granizo superó los dos centímetros de diámetro.

Estas son las zonas propensas a inundaciones por lluvia

Al mencionar el Atlas de Riesgos las consecuencias que las lluvias provocan en Pachuca, y ante la llegada de la temporada de huracanes en el país, el compendio indica cuáles son las zonas con mayor propensión a inundaciones durante esta época del año.

De acuerdo con el documento, para determinar el peligro de inundaciones pluviales, se hizo trabajo de campo y se definieron microcuencas que son: Aquiles Serdan, Azoyatla, Cubitos, El Judío, El Puerto, El Tablón, Las Avenidas, Las Palmitas, Ramón G. Bonfil, San Cristóbal, Sosa y cuatro áreas hidrográficas.

Las zonas de inundaciones puntuales son el bulevar Minero, las colonias Plutarco Elías Calles y Punta Azul, El Palmar, Periodistas, Río de las Avenidas, Campo de tiro, Santa Julia, San Antonio El Desmonte, Venta Prieta, Felipe Ángeles (a la altura del estadio Hidalgo) y el fraccionamiento Pitahayas, donde se localiza un “área de inundación”, de acuerdo con el mapa de peligro por inundación en microcuenca El Tablón.

En la avenida Ramón G. Bonfil hay otra “área de inundación” justo en la glorieta de Zona Plateada, según muestra el mapa del área hidrográfica 1, región que también muestra otra incidencia de este tipo en Santo Tomas, cerca del boulevard Felipe Ángeles.

¿Por qué es importante un Atlas de Riesgos?

Lucrecia Torres Palomino, subdirectora de Sistemas de Información ante riesgos del Cenapred, destacó la utilidad de los Atlas de Riesgos, pues no sólo permite conocer el territorio y los peligros que pueden afectar a la población y la infraestructura de un lugar, sino también ayudan a una mejor planeación de desarrollo, como lo explicó durante la segunda Convención Nacional de Protección Civil.

La funcionaria detalló que estos documentos son instrumentos que las autoridades pueden tomar en cuenta para contar con una infraestructura más segura y, sobre todo, disminuir riesgos de desastres.

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