Pachuca.— Nacido en la década de 1950 en las playas de California, Estados Unidos, por los surfistas que buscaban divertirse en la arena mientras el mar estaba calmo, el skateboarding es un deporte hasta cierto punto joven que se popularizó en los 80’s formando parte de la cultura underground, pero su desarrolló alcanzó un boom mundial a principios del siglo XXI, al grado de ser incluido en el programa de deportes olímpicos a partir de Tokio 2020.
Por su espectacularidad, el skateboarding es una de las competencias que más llaman la atención del público, y al ser ya parte del catalogo olímpico, hay practicantes de todos los países y ciudades, y en Pachuca, uno de sus exponentes es Damián García Ruiz.
En su desarrollo en este deporte, el joven skater se ha enfrentado con dos circunstancias fundamentales para su preparación: la escasez de apoyo por parte de autoridades y, quizá la más importante, la falta de espacios adecuados para practicar su disciplina.
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No están a la altura
El skateboarding tiene las modalidades de rieles, cajones y escaleras, además de rampas; en ésta última es donde Damián se especializa y es justamente la que cuenta con menos parques en la ciudad para su desarrollo.
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“En Hidalgo, en general, no hay buenos espacios para practicarlo, tanto en las dos modalidades. En específico diría que hay menos espacios para las rampas, que es la de Park, prácticamente no hay sitios para practicarla como se debe. En la otra categoría, que es de Street, ahí hay un poco más de parques, es la más famosa y por ende hacen más espacios de eso, pero son poquitos”, mencionó el atleta, quien ha representado en tres Juegos Nacionales Conade a Hidalgo.
Dentro de los espacios que existen en la capital del estado destacan el Skatepark de la Unidad Deportiva de Piracantos, el que se ubica debajo de la Super Vía Colosio, en el entronque con Ramón G. Bonfil, el de la colonia Plutarco, el de San Antonio y los de la Super Vía Colosio, a la altura del Chacón y del Ceuni.
No obstante, de acuerdo con Damián García, ninguno de ellos cumple con los requerimientos necesarios para poder practicar el skateboarding de alto nivel, debido a que no cuentan con la altura ni las dimensiones necesarias para un parque profesional.
Las alturas de las rampas de un skatepark varían de acuerdo con su dificultad, pues pueden ir desde 1.20 metros para principiantes, hasta 1.90 para más experimentados. Incluso, debido a su espectacularidad, hay elevaciones que superan los 3 metros ya para patinadores profesionales.
Las que se encuentran en los parques públicos de Pachuca son más pequeñas y para uso recreativo, ello afecta el rendimiento de los deportistas hidalguenses que entrenan ahí debido a que no pueden desarrollar sus trucos como se debería y la diferencia se ve en los Nacionales.
“Afecta mucho cómo las rampas de aquí están mal hechas, están chiquitas, no es lo mismo meter un truco en una rampa chiquita a una más grande y bien hecho, que es más vertical, inician bien hasta abajo y se vuelve vertical, eso es muy importante porque aquí en Pachuca no son nada verticales, sólo como que van escalando de altura y hasta ahí se queda”, mencionó el deportista.
La burocracia presente
Para Damián García, hay un skatepark que tiene las características necesarias para ser un sitio adecuado para el skateboarding park y se trata del que se encuentra en la Casa de los y las Adolescentes, ubicado en la esquina de la avenida Revolución y el bulevar Everardo Márquez, pero la burocracia le ha impedido entrenar ahí.
“La verdad es que es difícil practicar sin un buen parque, sólo hay uno que está en la Casa de los Adolescentes, y no te dejan pasar, necesitas primero inscribirte a un curso, te hacen un examen, muchas cosas, digamos que para practicar la categoría park, en lo que algunos skaters conocen como bowl, que son como tipo ollas o piscinas, con rampas y todo eso, es la categoría que no se puede practicar aquí en Hidalgo”.
Pese a que el Instituto Hidalguense del Deporte (Inhide) envió un oficio sellado a la administración de ese parque para que se le permitiera al seleccionado estatal entrenar ahí, la respuesta no fue tan favorable como hubieran deseado: “Nos dijeron que a ellos también les pedían evidencias de los cursos y no me podían dejar pasar, así como si nada”.
Deterioro
Por ello, Damián practica normalmente en las rampas que se encuentran debajo del entronque vial entre boulevard Luis Donaldo Colosio y Ramón G. Bonfil. Un espacio que presenta deterioro a menos de cinco años de su inauguración.
El proyecto de la Supervía Colosio se desarrolló durante la administración del gobernador Omar Fayad Meneses y constó de varias etapas. Justo la zona de construcción del distribuidor vial Colosio entronque con Ramón G. Bonfil tuvo un costo de 191 millones, 603 mil 725. 83 pesos, de acuerdo con el contrato de la obra entre la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial y el Grupo Comercial y Constructor Agua Blanca S.A. de C.V., con folio PF-2018-LP-PREGI-SOPOT-VUR-001.
Es ahí donde se encuentra el skatepark en el que Damián suele entrenar. “Digamos que es ‘lo mejorcito’, está muy corto, las rampas son muy pequeñas, están mal hechas, por ejemplo, yo luego voy a la Ciudad de México y están pequeñísimas las rampas en comparación de allá”.
Además de peligroso. La falta iluminación por las noches en esta zona hace complicada la práctica del deporte, además de que las instalaciones acusan falta de mantenimiento, pues con pocos años de uso las grietas han comenzado a aparecer en las rampas, como lo constató un recorrido realizado por La Silla Rota Hidalgo, donde se observa el deterioro de las construcciones.
Otro de los espacios que fue diseñado para los patinadores, es el mini park de la Unidad Deportiva de Piracantos, pero tiene el mismo problema de contar con rampas pequeñas, no aptas para la alta competencia.
Esta obra formó parte del programa federal “Rescate de espacios públicos” y se edificó en el periodo 2017-2018, durante la administración municipal de Eleazar García. La construcción de este skate park formó parte de la remodelación de la Unidad Deportiva de Piracantos y el monto total aplicado fue de 9 millones, 890 mil pesos, de acuerdo con información solicitada mediante la Plataforma Nacional de Transparencia.
Una decisión radical
La escasez de espacios deportivos adecuados para el skateboarding ha orillado a Damián a viajar una vez al mes a la Ciudad de México para entrenar, con el gasto que ello supone, aunque hay un proyecto que le llena de ilusión: la construcción de un skatepark en el parque David Ben Gurión.
No obstante, no se deja llevar por el entusiasmo, pues podría significar una decepción si el parque presenta las mismas características que los que ya existen, por lo que está pensando en una decisión radical si esto llegara a ocurrir.
“Me gustaría aumentar mucho mi nivel, tengo una visión, un plan, de que, si no hacen bien el parque que están construyendo en el Ben Gurión y termina siendo como los demás, a lo mejor irme a vivir a otro lado para poder desarrollarme al máximo en mi disciplina, y cuando tenga el nivel necesario para competir contra los mejores del país, ya meterme a Nacionales Abiertos, que son para todas las edades, y clasificatorios para Mundiales y Juegos Olímpicos”, asegura.
La idea no es dejar de representar al estado en el que nació, sino simplemente cambiar su residencia a un sitio que le brinde más oportunidades para su crecimiento como skater, pero continuar como seleccionado estatal, como ha ocurrido ya con otros atletas hidalguenses en el pasado.
sjl