El Título 42 ha llegado a su fin y muchos migrantes de diferentes nacionalidades permanecen varados en la frontera norte de México y Estados Unidos. Sin embargo, hay quienes se han aprovechado de esto; se trata de los repartidores de comida rápida en Tijuana, quienes han llegado desde el jueves a los campamentos que se encuentran establecidos entre ambos muros.
Medios nacionales que se encuentran allí, han dicho que estos productos llegan a costar hasta 100 dólares, lo que representa un incremento importante, además son muy abusivos por esta situación.
El medio internacional EFE consultó a varios vendedores que se encuentran trabajando en esta zona para ganar dinero, según lo declarado por los repartidores, la comida que entregan tienen un precio justo y mostraron su molestia cuando fueron cuestionados por el costo.
Te podría interesar
Fueron los mismos repartidores quienes afirmaron que han estado recibiendo pedidos de los migrantes a través de aplicaciones, por ello llegan hasta ese punto y así poder entregar la comida a los clientes.
“Les traemos pizzas, pollos, sodas, cigarros y de todo lo que nos pidan” compartió un vendedor a la agencia de noticias EFE, y comentó que los pedidos se han estado intensificando en los últimos días, “nos ha ido bien con la vendimia” comentó otro repartidor.
Te podría interesar
Uno de los repartidores de comida rápida explicó que en las mañanas es cuando más hay trabajo, ya que varios migrantes quieren comer y están muy desesperados, algunos se juntan en grupo para pedir comida ya que no cuentan con celular o se han quedado sin batería. Entre los barrotes las personas migrantes sacan las manos y piden a gritos que se les ayude y les tomen su pedido, pues lo único que quieren es comer.
Campamento de migrantes, un infierno en la frontera
Una mujer procedente de Ecuador y madre de familia platicó con EFE, pidió resguardar su nombre y reveló que estar en ese campamento es vivir “una situación muy dura”, a tal magnitud que solo existe un baño portátil para todas las personas que allí conviven.
La mujer ecuatoriana dijo que las autoridades estadounidenses solo les prestan atención a las familias y no a las mujeres que vienen solas.
“No es justo, porque deberíamos ir ingresando como vamos llegando y hemos pasado, así como ves bajo el sol, con hambre y sufriendo, estamos como en los tiempos de antes, sufriendo mucho y lo que queremos es entrar, porque en la noche el frío es inhumano, lloramos del frío y más que anoche llovió”, dijo.
Confirmó que la comida es un grave problema, pues es muy escaza y la Patrulla Fronteriza solo los ayuda por las mañanas repartiendo “granola y una botella de agua para todo el día”.
Diversas organizaciones civiles han arribado hasta este lugar para ayudar a más y más migrantes, sin embargo, el flujo continúa llegando desde la frontera sur en Chiapas, por el momento fuerzas estadounidenses mantienen blindada su frontera y se espera que este problema crezca conforme pasen los días.