El fin del Título 42, aplicado por Estados Unidos para deportar migrantes en medio de la crisis sanitaria de covid-19, pone a los migrantes en manos del crimen organizado, quienes aprovecharán las mayores restricciones que impone el Título 8 para crecer los precios de traslado hacia la frontera norte de México.
Así lo explicaron expertos en agenda migratoria, consultados por La Silla Rota, a unas horas de que la aplicación del Título 42 llegue a su fin y, en su lugar, entre en vigor el Título 8, que establece que “una persona que es expulsada está sujeta a una prohibición de admisión a Estados Unidos de al menos 5 años”.
Dicha normativa también señala que una persona expulsada “puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente. Las personas con órdenes finales de remoción serán removidas”.
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Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, dijo a La Silla Rota que, con estas medidas de control de la migración, quienes más se benefician son los integrantes de la delincuencia organizada que, al ser más complicado el cruce de la frontera, aumentan los costos para los migrantes y estos quedan inmersos en violencia e inseguridad.
“Si queremos realmente disminuir la fuerza a estos grupos, se tendría que ir por ampliar la vía legal de la migración”, explicó Rendón.
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Para María Fernanda Rivero, coordinadora de Comunicación y de Incidencia de la organización Sin Fronteras, el problema es el mismo: el crimen organizado se va a aprovechar de esta situación, lo que no es algo nuevo. “La mayoría de las caravanas se han incrementado por la falsa promesa de que ahora sí van a pasar”, detalló.
“En las fronteras es muy peligroso, pero esto puede aumentar el tráfico de personas y otros delitos, por lo que solicitamos la intervención de la CNDH, para que no se cometan violaciones a derechos humanos en territorio mexicano, porque existen denuncias y quejas por delitos cometidos principalmente por la Guardia Nacional”.
De acuerdo con Alberto Xicoténcatl, director de Casa del Migrante de Saltillo, en las últimas dos semanas ya se registró un incremento de personas que intentan llegar a la frontera norte.
Aunque en el albergue se encuentran a su máxima capacidad con 140 migrantes, notaron que la población que llega en los últimos días son grupos de hasta 20 integrantes cada uno, que pernoctan por algunas horas en Saltillo rumbo a Piedras Negras en el límite de la frontera. Un trayecto que dura en promedio 7 horas y al llegar allá necesitan atención médica y alimentos.
El Título 8 no es mejor que el Título 42
María Fernanda Rivero, de Sin Fronteras, detalló a La Silla Rota que la desinformación sobre las precisiones legales de cada normativa estadounidense, los migrantes creen –erróneamente– que el Título 8 es menos restrictivo que el Título 42, pero es todo lo contrario.
“El Título 8 nos preocupa mucho, porque erróneamente la gente piensa que el paso a Estados Unidos es más fácil. Sin embargo, si una persona es expulsada, no puede ingresar a ese país por un periodo cercano a 5 años. Además, se pueden abrir procesos penales por intentar cruzar la frontera. Si no cumplen con los requisitos que les piden, van a ser expulsados de forma inmediata”.
Eunice Rendón puntualizó que “el Título 8 significa una deportación rápida, se puede realizar para casos en los que el gobierno de Estados Unidos diga que (la migración) ‘es peligrosa para la seguridad nacional’ y otras prerrogativas que mandata la ley”.
“Se corre el riesgo de que deporten a personas que sí pueden ser candidatas a una solicitud de asilo o refugio”, dijo.
Alberto Xicoténcatl lamentó que haya “mucha esperanza por parte de la población migrante, pensando ingenuamente que con la culminación del Título 42 prácticamente es una apertura de la frontera”.
Xicoténcatl explicó que la entrada en vigor del Título 8 se resume así: para los Estados Unidos, el ingreso de forma irregular es un delito; quienes lo intenten y sean deportados en 4 ocasiones generarán un historial; al quinto intento serán deportados y procesados bajo una pena carcelaria de hasta 12 años de prisión y, automáticamente, se cancela a futuro la posibilidad de un ingreso regular o con solicitud de asilo.
“El gobierno de Estados Unidos irá procesando caso por caso, y dependiendo de cada caso se definirá si se les permite o no, el ingreso a Estados Unidos con base en el nivel de riesgo que estas personas tengan en sus países de origen”.
“En este momento desconocemos quiénes van a realizar esas entrevistas; si los abogados migratorios podrían orientar a estas personas. Se dice también que en cuanto las personas ingresen se les colocará un brazalete para identificarlos y saber dónde están. Además, la solicitud de asilo no significa garantía de una estancia regular, solo un proceso de juicio para considerar si la persona puede o no, ser asilada en Estados Unidos”, concluyó.
La ayuda está rebasada
Para Eunice Rendón, con la llegada de cientos de migrantes en las fronteras de México, el apoyo de la sociedad civil ha quedado rebasado y, “por lo menos la siguiente semana, va a ser muy complicada para los migrantes. Estados Unidos anunció un despliegue mayor de sus fuerzas por el lado de Texas que es por donde más están llegando”, explicó.
“El presidente de Estados Unidos ya anunció que no está abierta la frontera, que van a utilizar el título 8, que es la deportación expedita para regresar de manera inmediata a los migrantes. Además, ya acordaron con México que pueden regresar personas acá y eso también es parte digamos del del problema”.
Las organizaciones de la sociedad civil son quienes, en estos momentos, están tratando de orientar y apoyar a la comunidad migrante, al respecto la coordinadora de Agenda Migrante menciona que este apoyo resulta insuficiente y a veces se rebasan las capacidades del margen de acción de las organizaciones civiles.
En ese sentido, Alberto Xicoténcatl, director de Casa del Migrante de Saltillo, hizo un llamado para que la población migrante que se encuentra en la frontera norte de México espere algunas semanas para continuar su camino y evaluar el método legal por el que pueden solicitar su ingreso a los Estados Unidos.
En entrevista con La Silla Rota, Xicoténcatl relató que la migración es un derecho humano que debe ser respetado y que se debe respetar la movilidad de las personas que consideran tendrán mejores condiciones y calidad de vida en otro lugar.
“En este momento hay mucha confusión en la forma de ingreso a Estados Unidos, aún no está clara ni se define el procedimiento adecuado. Las primeras semanas serán muy difíciles y confiamos en que las políticas irán mejorando y estabilizándose. Consideramos que en este momento lo ideal es aguardar tiempo y que la gente tenga mayor capacidad de entender cuáles son los procesos”.
“Les sugerimos esperar de 4 a 5 semanas para que la sociedad civil podamos orientarles de mejor forma, con mayores elementos. En este momento sería irresponsable decirles qué decir y cómo pedir asilo porque no tenemos claridad en esto y en este momento nadie la tiene. Sí, han tenido mucha paciencia en los años de pandemia, pero les pedimos que esperen un poco más”.
“Habrá una crisis migratoria”: legisladora
Para la diputada federal migrante Elvia Yolanda Martínez Cossío, lo que ocurre en las fronteras “ya se veía venir” y prevé que la inminente aplicación del Título 8 causará sufrimiento a la población migrante.
“En estos momentos, México no tiene ningún proyecto ni programa migratorio en la frontera. Eso va a generar una crisis humanitaria que México no la va a querer aceptar como crisis; sin embargo, el programa ‘Quédate en México’ continúa y México está de acuerdo con esto”.
“México no está preparado ni para tener a todos los migrantes de paso, mucho menos para recibir 30 mil migrantes por mes. Esto ya se desbordó. México tendrá que decir que hará con un tema migratorio de fondo, con política migratoria que pueda proteger mucha gente”.
La legisladora representante de la comunidad migrante en la Cámara de Diputados propuso que “si en el Tratado de Libre Comercio hubo cabilderos profesionales”, ahora se haga lo mismo para que en Estados Unidos exista una política de reforma migratoria para los mexicanos, al menos”.