La lucha por reforzar la frontera entre Estados Unidos y México en respuesta al levantamiento de las políticas de expulsión rápida se intensifica en el Congreso estadounidense, donde distintas propuestas buscan establecer nuevos controles migratorios.
El proyecto más ambicioso comenzó a debatirse recientemente en la Cámara de Representantes, aunque no se espera que prospere debido a la división partidista en el Senado. La propuesta republicana, liderada por el legislador de Florida Mario Díaz-Balart, aboga por retomar la construcción del muro fronterizo entre ambos países, una de las promesas principales de Donald Trump que fue detenida por Joe Biden en enero de 2021.
Además, el proyecto busca desplegar al menos 22,000 agentes de la Patrulla Fronteriza, aumentar la vigilancia con drones y permitir al Departamento de Seguridad Nacional trasladar a solicitantes de asilo a terceros países seguros sin necesidad de acuerdos bilaterales.
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Otros proyectos también han sido presentados en la Cámara de Representantes y el Senado. Tres senadores republicanos propusieron una iniciativa para aumentar los controles de menores no acompañados que cruzan la frontera con México antes de ser entregados a familiares o tutores legales. Esta propuesta surge tras la publicación de un informe que revela que el número de niños solos que ingresaron a Estados Unidos en 2022 alcanzó los 130,000, el triple que cinco años antes.
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Por otro lado, otros senadores solicitaron a Biden una alternativa "aceptable" al Título 42, la normativa que expira próximamente y que fue implementada durante el mandato de Trump. Alertaron que, como resultado del levantamiento de esta norma, el flujo de inmigrantes podría aumentar de 6,300 personas al día a entre 10,000 y 13,000, duplicando "el problema".
Incluso desde el propio partido demócrata, se ha cuestionado la estrategia de Biden para controlar la situación. Bob Menéndez, presidente del Comité de Exteriores del Senado, criticó el envío de 1,500 militares para ayudar a la Patrulla Fronteriza, calificándolo de "inaceptable" y que solo promueve la idea errónea de que los migrantes son una amenaza.
Se insta a Biden a tratar a los inmigrantes de manera justa y humana. Senadores como Kyrsten Sinema y Mark Kelly pidieron adaptarse a la realidad en el terreno para ayudar a ciudades enfrentadas a una situación de emergencia debido al creciente número de inmigrantes. Otras iniciativas demócratas buscan ampliar las vías legales de entrada y permanencia en Estados Unidos, así como facilitar el camino hacia la ciudadanía para los "soñadores", jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.
Departamento de Estado y Seguridad Nacional gestionaran humanamente a inmigrantes
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Estado de Estados Unidos han presentado un plan sólido para gestionar la frontera de manera humanitaria mediante la disuasión, el cumplimiento de la ley y la diplomacia, dentro de las limitaciones del sistema migratorio actual, que el Congreso ha fallado en solucionar. La estrategia cuenta con el apoyo del Departamento de Defensa y varios países del Hemisferio Occidental.
A partir del 11 de mayo, la orden de salud pública del Título 42 será levantada debido a la disminución de la amenaza del COVID-19. Con esto, se reforzará la aplicación de las normas de inmigración del Título 8, que permitirá el procesamiento y expulsión rápida de quienes lleguen ilegalmente a la frontera de Estados Unidos sin una base legal para permanecer.
En el comunicado de prensa se menciona que llevarán a cabo medidas adicionales, incluyendo la apertura del primer Centro Regional de Procesamiento (RPC) para guiar a los migrantes hacia vías legales; el despliegue de efectivos adicionales para apoyar a la Patrulla Fronteriza; incremento de recursos para manejar el aumento de personas halladas en la frontera; ampliación del acceso a la aplicación “CBP One” para mejorar la programación de citas; y emisión de nuevas reglas para fomentar el uso de vías legales de migración.
Además, se intensificarán los esfuerzos para contrarrestar la desinformación sobre la apertura de la frontera, mediante campañas publicitarias digitales en América Central, del Sur y el Caribe.
Se anuncia, además, que las acciones se basan en medidas previas para manejar la frontera a través de la disuasión, el cumplimiento de la ley y la diplomacia. Algunos de estos esfuerzos incluyen el envío de autoridades panameñas, colombianas y estadounidenses al Darién para erradicar redes criminales; duplicar el número de refugiados aceptados del Hemisferio Occidental; ampliar programas de reunificación familiar; y aumentar el número de efectivos en la frontera.
Mencionaron que la administración Biden-Harris ha liderado la mayor expansión de vías legales para la protección en Estados Unidos en décadas, pero el Congreso aún necesita actualizar las leyes de inmigración y proporcionar los fondos solicitados por la Administración, incluidos los 4.900 millones de dólares para seguridad y gestión de la frontera que el Congreso redujo a la mitad.
"El DHS y el Departamento de Estado de Estados Unidos trabajan arduamente en colaboración con los países del Hemisferio Occidental para enfrentar la crisis migratoria en la frontera de manera eficiente y humanitaria. La cooperación de México, Canadá y España es esencial en este proceso, al igual que el compromiso de las agencias federales y sus empleados.", se le en el comunicado
Uno de los desafíos clave, de acuerdo con el documento, es la desinformación. Los traficantes y contrabandistas aprovechan la vulnerabilidad de los migrantes, difundiendo noticias falsas sobre una frontera abierta y generando caos. Para contrarrestar esta situación, el Departamento de Estado y el DHS han lanzado campañas publicitarias en América Central y del Sur, así como en el Caribe, con el fin de informar a las personas sobre las consecuencias de cruzar la frontera de manera irregular.
En cuanto a la aplicación de la ley, se ha incrementado la presencia de soldados en la frontera y se ha aumentado el número de funcionarios de asilo para agilizar los trámites. Además, se ha ampliado la capacidad de retención de la CBP en más de un 50%, junto con un aumento drástico en el número de vuelos semanales de expulsión.
Para enfrentar la crisis migratoria de manera efectiva, es fundamental que el Congreso actualice las leyes de inmigración y proporcione los recursos solicitados por la Administración. Esto incluye los 4.900 millones de dólares para la seguridad y gestión de la frontera que el Congreso recortó a la mitad. Solo con la acción conjunta de todas las partes implicadas se podrá lograr una solución integral y humanitaria a la situación en la frontera suroeste de Estados Unidos.
Con información de EFE
DJC