TIJUANA.- El fin del Título 42 no trae muchas esperanzas a migrantes como David Rivera Galindo, un campesino de Guerrero que espera ser recibido por el gobierno estadounidense, al igual que otras 5 mil personas de 30 albergues que organizaciones civiles atienden en Tijuana, Baja California.
“Vengo buscando un futuro mejor para mi familia por tanta delincuencia que hay en mi pueblo. Eso es lo que ando tratando, establecerme bien con mi familia”, cuenta el treintañero padre que junto a su esposa y tres hijas dejó su estado en febrero de este año.
Pero activistas afirman que la eliminación de la medida impuesta por Donald Trump en 2020 para acelerar la expulsión de migrantes asegurados en la frontera durante la pandemia por covid-19 no significa una apertura de la frontera para los cientos de nacionales y extranjeros que llegan huyendo de la violencia, de conflictos políticos, la guerra, el hambre o el cambio climático.
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“Inicia el Título 8, lo cual parece que viene un poco más agresivo hacia las comunidades que quieren meterse de forma ilegal. Van a ser deportados a sus lugares de origen”, advierte José María García Lara, director del albergue donde hoy está viviendo David con su familia.
Eso no ha detenido los constantes flujos migratorios a esta ciudad y en los últimos días se han visto numerosos grupos de hombres, mujeres y menores de edad que luego de burlar uno de los dos cercos fronterizos cercanos a la playa, se sientan a esperar a la patrulla fronteriza norteamericana para entregarse.
LAS CONSECUENCIAS
El director de Atención al Migrante en el gobierno de Tijuana, Enrique Lucero, dice que son personas guiadas con engaños por traficantes que lo mismo los pasan a suelo estadounidense sorteando el muro con escaleras, por orificios que ellos mismos hacen o han encontrado, y también les rentan trajes para adentrarse nadando por la playa.
“Les dicen que si te cruzas del otro lado te van a dar el asilo en automático. Se están poniendo penas a las personas que hagan esta actividad (cruzar irregularmente) con cinco años sin poder volver a Estados Unidos. Además de esta pena ponen en riesgo su vida (...) No lo saben los migrantes, se dejan llevar por estos traficantes”, asegura.
Solo en 2022 murieron 44 personas intentando cruzar la frontera por esta ciudad. Algunos se ahogaron en el mar queriendo sortear el muro y otros cayeron desde lo alto, tratando de saltarlo, destacó el funcionario municipal.
Por otro lado, con el fin del Título 42 en puerta, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), claramente no descarta una posible movilización de migrantes al cruce internacional, y la muestra es que el pasado viernes realizó un breve simulacro con sus agentes portando equipos antimotines en algunos de los carriles vehiculares de la garita de San Ysidro.
“Quizá puedan llegar más migrantes a la frontera, quizá se quieran aproximar a la garita si no hay información clara”, dice el director de Atención al Migrante, Enrique Lucero.
La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, declaró hace unos días que su gobierno podría habilitar unidades deportivas si llegaran grandes grupos de migrantes, y José María García Lara asegura que los albergues de la sociedad civil están llenos.
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“La gente, si no tiene lugar en los albergues, va a buscar cómo acomodarse aquí en la ciudad. Ya sea meterse a un hotel, a unos cuartos, departamentos o quedarse en grupos en la calle y en su momento determinado, internarse (ilegalmente)”, dice el también coordinador de Alianza Migrante.
LAS OPCIONES DE EU
David Rivera dice que no quiere arriesgar a su familia cruzando ilegalmente, y puede ser una buena decisión considerando que el CBP ya anunció que terminando el Título 42, todas las personas que ingresen sin autorización a territorio norteamericanos podrían ser deportadas inmediatamente a su país de origen.
“Algunos pueden ser regresados a México, aunque no sean ciudadanos mexicanos. Hay docenas de vuelos de deportaciones cada semana. El año pasado, los Estados Unidos deportó o expulsó a casi un millón y medio de personas”, advirtió el Departamento de Seguridad Nacional de ese país en un breve video informativo.
Pero David tampoco tiene claro si la decisión del presidente Joe Biden de eliminar el Título 42 a partir del último minuto de este 11 de mayo significa que habrá facilidades para familias como la suya que buscan entrar legalmente.
“He escuchado que va a cambiar todas las aplicaciones para el 11, pero realmente no sé cuáles son las condiciones, cuáles son las leyes que van a tener allá”, dice.
El Departamento de Seguridad Nacional informó también que habilitará nuevos procesos para reunificación familiar a algunas nacionalidades centroamericanas, duplicará la recepción de refugiados y seguirá aceptando 30,000 venezolanos, nicaragüenses cubanos y haitianos cada mes.
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Además, aseguró, ampliará el número de citas mediante la aplicación CBPOne para que los migrantes puedan presentarse formalmente a un puerto de ingreso, un proceso que sigue dando dolores de cabeza a familias como la de David, que consiguió una cita luego de dos meses de lidiar con un sistema saturado.
El problema es que el 25 de abril que se presentaron con sus documentos, igual que un numeroso grupo de extranjeros que tenía cita ese mismo día, David y su familia fueron los únicos a quienes autoridades norteamericanas retornaron a Tijuana después de aproximadamente dos horas de entrevistas.
“Nos tomó huellas a mí y mi familia, a mis niñas. Pero de ahí ya no supimos nada. Nos hubieran explicado: Sabes qué, tú ya no aplicas, ya no debes, no puedes pasar. O algo, una explicación que nos hubieran dado por tan siquiera”, dice David.
Los regresaron a territorio mexicano sin las actas de nacimiento de sus hijas y sin las identificaciones oficiales que les pidieron cuando se presentaron ante el cruce internacional, por lo que ahora su única esperanza buscar una nueva cita a través de la misma aplicación CBPOne, pero antes tiene que obtener de nuevo sus documentos de identificación y los de su familia.
¿QUÉ ES EL TÍTULO 8?
Este jueves 11 de mayo llega a su fin la aplicación del Título 42 en Estados Unidos. Esta política de salud pública permitía expulsar a migrantes indocumentados de forma expedita en el marco de la pandemia por la covid-19. La normativa que entrará en vigencia a partir de este jueves será el Título 8.
El Título 8 tiene décadas de antigüedad. Según esta normativa, los migrantes enfrentarán consecuencias más graves por cruzar la frontera ilegalmente. Las personas que crucen la frontera sin solicitar asilo primero serán expulsadas ??bajo esa autoridad del Título 8.
Estas medidas fueron mencionadas por el Departamento de Seguridad Nacional de EU (DHS, por sus siglas en inglés) en un comunicado publicado en su página web el 1 de mayo.
“El Departamento de Seguridad Nacional se ha estado preparando para el fin de la orden de salud pública del Título 42 durante más de un año. En el otoño de 2021, el DHS comenzó los esfuerzos de planificación de contingencia que incluyeron la creación de un plan operativo y la realización de ejercicios de simulación continuos”, dice.
Allí detallan algunas de las medidas tomadas, como el aumento de recursos, “incluidos personal, transporte, apoyo médico e instalaciones para apoyar las operaciones fronterizas”.
Además, destacan que durante la primera mitad del año fiscal 2023 regresaron “a 225,483 personas, frente a 170,896 durante el mismo período durante el año anterior”, y expulsaron “a más de 440,000 personas bajo la orden de salud pública del Título 42 durante el mismo período”.
En ese sentido, el DHS destaca que, con el Título 8, “una persona que es expulsada está sujeta a una prohibición de admisión a Estados Unidos de al menos cinco años y puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente. Las personas con órdenes finales de remoción serán removidas”.
Bajo el Título 8, los migrantes que ingresen de forma ilegal a Estados Unidos pueden ser arrestados y procesados para una deportación rápida.
POLLEROS Y COYOTES, AL ACECHO
Anel Ortiz, responsable del área de incidencia de la Universidad Iberoamericana en Tijuana, relató que, en su trabajo con población migrante, encontraron albergues saturados. Y que cuando acabó el sistema de listas que abrió el Título 42 y entró en función la app el CBP One, los migrantes aumentaron su tiempo de espera en el lugar de dos días hasta 7 meses para ingresar a Estados Unidos.
Quienes tenían ya una cita bajo el Título 42 quedó anulada y ahora tendrán que hacer el trámite a través de la app, ya sea bajo la modalidad de cita individual o por familia. "No tienen para cuándo tener una cita, no hay flujo de población migrante porque el promedio de citas es de 260 por día, insuficientes para quienes están esperando", explicó.
Hay otro factor en contra es el hecho de que los grupos de polleros y coyotes corrieron el rumor entre los migrantes de que, con el final del Título 42, Estados Unidos mantendrá sus fronteras abiertas y esto los mantiene con la falsa ilusión de que podrán ingresar libremente a Estados Unidos, sin ninguna restricción.
"Creen que van a poder pasar la frontera sin que les pidan ningún documento ni hacer ninguna cita y esto no es así. Tienen que hacer la cita a través de la aplicación, pero creen en la idea falsa de que podrán cruzar a Estados Unidos sin ningún documento".
Ortiz destacó que, aunque es difícil hacer un censo entre la población migrante porque es flotante, el área de atención al migrante calcula un total de 36 mil migrantes en toda la frontera norte de México. Y de estos, hay un promedio de 10 mil en Tijuana.
La mayoría de estos últimos son originarios de África, Haití, Venezuela, Colombia; y de los mexicanos, en su mayoría de Guerrero y Michoacán.
Precisó que la población podría dividirse en dos grupos: quienes están en espera de cita y quienes no desean esperar y quieren cruzar como sea. Ortiz describió que en este punto hay dos muros y que los migrantes, desesperados, cruzan el primero para quedar entre ambos en espera de que la patrulla fronteriza los rescate y los ingrese a territorio norteamericano.
"Es porque consideran que entregándose a las autoridades podrán realizar su proceso de ingreso desde dentro de Estados Unidos; pero en realidad lo único que hacen es deportarlos, los devuelven en alguno de los puntos de la frontera que va desde Tijuana hasta Matamoros. Y en otro grupo subsiste la idea de pagar un pollero bajo su riesgo, por encima de buscar una cita u obtener el asilo de manera ordenada".
"Vimos también que quienes se quedan entre los dos muros, la patrulla fronteriza ya no les está haciendo tanto caso. Hubo un grupo de 70 migrantes que se quedó ahí sin atención durante tres días. Incluso, no solo brincan los muros de noche, también de día; y detectamos mexicanos originarios de Guerrero que decidieron acampar en la línea fronteriza".
Hasta el momento, continuó, los albergues han hecho frente a la situación, aunque con limitaciones.
"Muchas personas se quedaron en la calle con menores, aproximadamente el 40% de quienes llegan a los albergues vienen acompañados de menores de 16 años. Inicialmente su estancia era de uno o dos días, en la mayoría de los casos esta se ha extendido hasta meses. Y eso impactó también en los insumos porque hay que comprar pañales, leche para los niños, alimentación especial, e incluso toallas sanitarias". El resultado de este trabajo se ha consolidado por intervención de la sociedad civil.
¿Y EN CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA?
Alejandra Corona, coordinadora del Servicio Jesuita de refugiados en Ciudad Juárez, relató que en las últimas semanas se han dedicado a recorrer los puntos de ingreso fronterizo, así como otras puertas de acceso no oficiales utilizadas para quienes dan mantenimiento al muro.
"Por allí también han intentado entrar, por ejemplo, las puertas 30, 35, 38, 40 y 43. La organización que hemos visto en los grupos de migrantes nos ha sorprendido. Había alrededor de 600 personas haciendo fila en la puerta 38; ellos tienen el control de las filas, de los ingresos, priorizan a las personas vulnerables como las madres acompañadas de sus hijos. Sin embargo, estamos hablando de un ingreso irregular".
"Existe otro grupo que son quienes se están entregando en los puentes que son puntos de entrada oficial. Allí los espera la Border Patrol que, así como los recibe, los retorna. A veces los ingresa y procesa; en otros solo los devuelve. No hay una interacción humana con las personas, esto de humanitario no tiene nada".
"Hay otro grupo de migrantes que llegó y están esperando a la medianoche del 12 de mayo para ingresar, bajo la creencia de que podrán entrar a la frontera libremente y qué serán procesados y admitidos con su solicitud de asilo", agregó.
"Técnicamente esto es real; sin embargo, el departamento de Homeland en Estados Unidos difundió las indicaciones que tiene la no elegibilidad para el asilo. Y es que quienes ingresen por puestos terrestres entran en este criterio y serán procesados bajo el estatus de deportación con récord criminalístico y no podrán ingresar al país durante los próximos cinco años".
Corona detalló que esta mañana se enteraron recibieron que ayer, desde Estados Unidos, 200 migrantes fueron devueltos a Ciudad Juárez.
Similar a Tijuana, la población migrante se divide en dos grupos; quienes están ansiosos de ingresar a Estados Unidos mañana jueves y quienes esperarán en Ciudad Juárez (o se encuentran en tránsito) para intentar ingresar después del 12 de mayo. En ambos casos, dijo, detectaron la falta de información clara sobre el cambio de política norteamericana.
"Aunque muchos confían en poder ingresar a Estados Unidos por la vía que sea, en temas de salud mental encontramos que la mayor parte atraviesa por un estado de angustia por saber qué pasará, si la policía fronteriza les quitará sus pertenencias y no podrán comunicarse con sus familiares".
Corona adelantó que con la entrada del Título 8 la migración irregular crecerá de manera exponencial lo que beneficiará indirectamente a coyotes y polleros.
"Lo que sí nos alarma son las intervenciones que se están anunciando de la Guardia Nacional de Texas y el Ejército que ha desplegado el gobierno norteamericano; 4 mil elementos militarizados van a estar en la frontera, así como elementos de seguridad vestidos de civiles".
Con información de Erika Flores