El 19 de marzo de 2010 los estudiantes del Tec de Monterrey, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, fueron asesinados a sangre fría por elementos del Ejército Mexicano afuera de las instalaciones del campus universitario en Monterrey; ayer martes, 13 años después, un juez dictó sentencia de 90 años de cárcel para los 5 militares responsables del hecho.
Jorge y Javier eran originarios de Saltillo, Coahuila, los dos eran ingenieros en mecatrónica y en su momento fueron acusados por los militares como miembros del crimen organizado que habían atentado contra el ejército y por eso abrieron fuego contra ellos.
Los ingenieros se encontraban estudiando un posgrado, Antonio Mercado cursaba la maestría en Ciencias con especialidad en Sistemas de Manufactura y Francisco Arredondo el doctorado en Ciencias de la Ingeniería, cabe destacar que ambos eran alumnos de excelencia por lo que eran becados por promedio de dicha universidad.
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Tuvieron que pasar 13 años para que las familias de los jóvenes recibiesen justicia, así lo expreso Rosy Mercado, mamá de Jorge, a quien significó mucho esta sentencia a pesar de tantos años y dijo que “mucha gente nos estuvo diciendo que no lucháramos porque estábamos luchando contra la corriente”.
¿Qué paso la noche del 19 de marzo?
El 2010 transcurría bajo el lema de la “guerra contra el narcotráfico” Jorge y Javier son dos víctimas más de esa temporada, según los reportes oficiales e información que se publicó en medios en ese momento los elementos de la Séptima Zona Militar en Nuevo León del Ejército Mexicano y corporaciones policíacas realizaban un operativo, este era realizado después de haber recibido una denuncia anónima y se pudo liberar a dos mujeres privadas de la libertad en la colonia Colinas de San Jerónimo.
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Los criminales se pudieron dar a la fuga y evadieron a las fuerzas que se encontraban resguardando la zona, rompieron el cerco en tres camionetas una pick up, una Armada y una Yukón blindada, en su interior viajaban los hombres armados.
La Yukón tuvo un choque justo en el cruce de la avenida Garza Sada y avenida Fernando García Roel, cera del Tec de Monterrey y a uno de sus accesos. Ese sitio fue un campo de guerra, por más de 30 minutos se registraron varios impactos de bala.
Jorge y Javier las victimas del Ejército
Jorge Antonio y Javier Francisco eran jóvenes dedicados al estudio, por lo que estaban acostumbrados a estudiar varias horas en las instalaciones del Tec, de hecho, las versiones dicen que vieron a un profesor a las 22:30 horas el 18 de marzo, para consultar cuestiones relacionadas a su estudio.
Salieron del Tec a las 00:38 del 19 de marzo y volvieron a regresar por el mismo acceso minutos más tarde, mientras se producía un enfrentamiento. Los reportes periciales señalan que los cuerpos recibieron disparos a corta distancia, esto ocasionó su muerte, además fueron golpeados con un objeto.
Los hicieron pasar como sicarios
Se señala que los soldados del ejército ocultaron toda pertenencia relacionado con su identidad de estudiantes, es decir, mochilas, credenciales y más; según los elementos dijeron que los jóvenes estaban fuertemente armados y así los hicieron pasar para deslindarse de responsabilidades.
Según la declaración inicial hecha por el Ejército Mexicano y la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León dijeron que Jorge y Javier habían descendido de la Yukón y eran sicarios quienes supuestamente habían enfrentado a los elementos y por eso les dispararon.
Una cámara mostró la verdad
La cámara de seguridad del Tec de Monterrey fue la encargada de mostrar toda la realidad, pues estaba instalada en la salida de Garza Sada y García Roel, allí se pudo ver que las victimas entraron y salieron del acceso del campus y que en ese momento no tenían armas.
La CNDH fue la encargada de rebelar la investigación y emitió una Recomendación 45/2010 en agosto del 2010 donde se denunció la violación a los derechos de ambos jóvenes.
Los testimonios que recabó la CNDH mencionan que los jóvenes fueron baleados cercanos a una caseta de vigilancia dentro de la escuela, una persona dijo que un militar ordenó a un joven tirarse al suelo en esa área y después se escucharon más disparos.
El 19 de marzo de 2019 la entonces secretaria de gobernación Olga Sánchez Cordero realizó un evento donde dio una disculpa pública y califico de “falsas imputaciones” hechas por varias autoridades del Estado Mexicano.
Tras 13 años los responsables han sido sentenciados a 90 años, tres están en una cárcel militar y otros dos en una prisión de Nuevo León, una sexta persona se encuentra prófuga de la justicia.