El futuro del TMEC dependerá de la firmeza de México y Canadá, el uso efectivo de sus mecanismos, y su disposición a negociar colectivamente frente a la presión estadounidense. La revisión de 2026, que para efectos prácticos ya inició, será la prueba definitiva.
1. Los acuerdos tarifarios de Trump con Japón y Europa: más allá de aranceles
Japón
El 23 de julio de 2025, la administración Trump logró un acuerdo con Japón que redujo los aranceles sobre automóviles y bienes industriales del 25?% al 15?%, a cambio de un gigantesco compromiso de inversión por 550?mil millones de dólares en Estados Unidos, incluyendo compras como 100 aviones Boeing y mayores importaciones agrícolas y de semiconductores.
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Este pacto ilustra una estrategia clara: mantener un arancel nominal elevado, pero a cambio establecer vínculos comerciales e inversionistas beneficiosos para EU. Y, fundamentalmente, compromisos cuantiosos en inversión y compras.
Unión Europea
De manera casi simultánea, Trump alcanzó una resolución trascendental: un pacto preliminar firmado el 27 de julio de 2025 con la Unión Europea establece una tasa del 15?% para la mayoría de las importaciones europeas a EU, reduciendo así el escenario de una guerra arancelaria.
A cambio, la UE se comprometió a adquirir $750 mil millones del sector de energía estadounidense (presumiblemente gas licuado, petróleo y refinados) durante tres años, realizar hasta $600 mil millones en inversiones, y comprar equipo militar adicional a proveedores de EU. Asimismo, se implementa un régimen de “cero sobre cero” en sectores estratégicos como aeronaves, productos químicos y semiconductores —es decir, aranceles cero para ambos lados en esos rubros—.
Según Trump, el pacto incluye una tasa cero para las exportaciones de EU hacia Europa en la mayoría de sectores, mientras que Europa acepta un arancel del 15?% sobre sus exportaciones a EU. Esto supone un paquete más allá del simple ajuste arancelario: implica compromisos estratégicos de compras e inversiones.
En ambas negociaciones Trump busca, y consigue, la prevalencia de dos objetivos centrales de su estrategia: a) Los acuerdos alcanzados aportarán al gobierno estadounidense recursos fiscales adicionales de una importancia estratégica dada la magnitud de su déficit fiscal; y b) El éxito de dichas negociaciones privilegia el criterio de utilizarlas como palanca para eliminar o reducir el déficit comercial y lograr incrementos sustanciales en la promoción de inversiones hacia EU y de la venta de bienes norteamericanos, principalmente en equipo militar y en energía.
2. La presión militar y geopolítica: el arsenal de legitimación
En las últimas semanas, la hiperactividad de Trump no se limitó a lo económico. Recientemente también logró que los países europeos se comprometieran a elevar su gasto militar hasta el 5?% del PIB, una demanda históricamente privilegiada para impulsar un rearme occidental frente a amenazas globales y, de manera poco disimulada, impulsar la venta de equipo militar estadounidense. Además, realizó una muy ostentosa acción militar en Irán, bombardeando instalaciones nucleares; un gesto dramático que buscaba proyectar poder en el escenario internacional.
Estos movimientos forman parte de una narrativa política cuidadosamente orquestada: presentar victorias contundentes, alianzas reforzadas, y capacidad de acción dura. Sin embargo, no pudo demostrar progreso significativo en resoluciones de conflictos como Gaza o Ucrania, donde persisten estancamientos y fracasos diplomáticos.
3. Situación de México: migración, seguridad y el TMEC bajo presión
México ya ha respondido a las presiones de Trump adoptando medidas drásticas: fortalecimiento de controles migratorios, despliegue de elementos militares/policías en la frontera, lo que ha provocado un descenso histórico en cruces indocumentados. Además, ha realizado avances en la lucha contra el fentanilo, con decomisos y operativos importantes, mismos que Trump ha reconocido como positivos.
No obstante, la administración Trump busca condicionar las negociaciones del TMEC. Desde julio de 2025, EU ejerce presión sobre México mediante restricciones de dudosa justificación a exportaciones del sector agroindustrial, cuestionamientos a su política aeronáutica, y campañas de distinta naturaleza, probablemente destinadas a debilitar su posición negociadora.
Los objetivos económicos declarados de Estados Unidos incluyen:
- Aumentar las reglas de origen automotrices (mayor contenido de partes norteamericanas)
- Imponer requisitos en libertad sindical, salarios, seguridad jurídica
- Frenar la expansión de empresas chinas vía México
4. Perspectivas de la negociación inminente sobre México y el TMEC
¿Qué se puede esperar en las conversaciones?
Dados los precedentes con Japón y la UE, Trump probablemente continuará utilizando hasta el final los mismos instrumentos de presión y recompensa:
- Amenaza explícita: arancel del 30?% desde el 1 de agosto de 2025, en caso de no llegar a ningún acuerdo.
- Sin embargo, vale la pena recordar que anteriormente en el caso de México y Canadá, se hizo una excepción para bienes en cumplimiento con el TMEC, cuya imposición fue suspendida indefinidamente después del 4 de marzo. La pregunta central es sobre si Trump mantendrá esa excepción o si, rompiendo dramáticamente con el TMEC, decide imponer un arancel base generalizado.
México ya ha mostrado avances —reducción histórica de migración irregular y esfuerzos significativos contra fentanilo—, lo que podría darle márgenes de negociación, siempre que acepte condiciones adicionales (inversiones, compras, ajustes regulatorios).
No obstante lo anterior, se debe considerar el patrón de conducta de Trump que busca que los procesos de negociación estén precedidos de un episodio de alta tensión y gran visibilidad mediática. Por ello, México puede esperar que uno de los escenarios de la fase final de la negociación con Trump sea muy visible y que genere altos decibeles; un episodio ríspido en el que EU buscaría maximizar la obtención de resultados. Lo inusual, que implicaría el éxito de la labor mexicana de los meses previos, es que la resolución final fuera precedida de un ambiente terso. No lo fue ni en el caso de Europa ni en el de Japón.
¿Dejará los aranceles en 15?%?
Visto lo anterior, es posible que al final, después de un rudo y crítico inicio, se proponga un patrón similar al resultado alcanzado en las negociaciones con Europa y Japón :
- Arancel de base del 15?% para exportaciones mexicanas no cubiertas por el TMEC, rebajando el actual escenario del 30?%
- Condiciones a compra de productos o inversiones en EU, refuerzo de normas laborales y de origen de contenido
¿Se exceptuarán entonces las exportaciones bajo TMEC?
La experiencia indica que EU tratará de mantener la excepción para bienes cumplidores del TMEC, lo mismo que ocurrió tras el 4 de marzo: esos bienes estuvieron exentos y siguen siéndolo mientras cumplan criterios.
Por tanto, es probable que México negocie continuar con esas exenciones, aunque, como se mencionó arriba, es probable que EU intente ampliar criterios de “compliance” o exigir certificaciones de contenido nacional y regional más estrictas.
¿Qué futuro tiene el tratado?
Según algunos observadores, para México la negociación inmediata y su resolución marcará el destino del TMEC.
Una revisión completa del TMEC está prevista para julio de 2026. Con Trump ejerciendo presión desde ya (control migratorio, seguridad, reglas de origen, influencia china), el tratado se encuentra en un momento crítico.
Algunos analistas intentan separar los momentos de negociación e insisten en que desde ahora México debería mantener una posición que vigile los siguientes aspectos:
A) Si México cede en excesivas concesiones comerciales o regulatorias, podría erosionar el equilibrio del TMEC.
B) Si mantiene firmeza institucional, pero sin ceder en puntos claves, podría defender los principios del tratado con la cooperación trilateral.
C) Dado que el TMEC ofrece mecanismos de defensa y resolución institucional, México debería usar estratégicamente y no caer en negociaciones bilaterales que minen el trilateralismo.
¿Y Canadá?
Canadá también se enfrenta a aranceles: Trump anunció 35?% desde el 1 de agosto, junto con los 30?% para México y la UE.
Igual que con México, Canadá disfruta de alguna protección con bienes conformes al TMEC, pero estará sujeto a presiones similares sobre reglas de origen automotrices, sindicalización y contenido local. Canadá probablemente buscará negociaciones regionales con México y EU para evitar ser aislado. No obstante, debemos considerar que no son pocas las voces en Canadá que piensan que es mejor una negociación satisfactoria para Canadá que una respuesta mediocre o francamente mala el primero de agosto. Más aún, muchos en Canadá preferirían un acuerdo bilateral con EU que permanecer en el TMEC. Por lo anterior, la respuesta institucional trilateral canadiense será clave para preservar el tratado.
Conclusiones y recomendaciones estratégicas
Para México
- Preservar el tratamiento establecido en el TMEC.
- Negociar sin ceder soberanía institucional.
- Ofrecer contrapartidas creíbles: migración, seguridad. También se podría intentar establecer algún compromiso de promoción de inversiones mexicanas a EU en sectores que promuevan las exportaciones nacionales, tales como agroindustria, alimentación, entre otros.
- Establecer una coordinación estratégica con Canadá para tratar de encontrar respuestas conjuntas. El piso de un acuerdo con Canadá estaría en el compromiso canadiense de permanecer en el TMEC. *
*[De no haberse iniciado hace tiempo una estrategia de coordinación con Canadá con miras a una negociación (conjunta o concertada bilateralmente) con Trump, esta parte de las recomendaciones quedan, desde ya, en el cajón. ]
- Expandir el horizonte para los productos y servicios mexicanos: acelerar la ratificación y entrada en vigor del nuevo Acuerdo de Asociación con la Unión Europea y reanimar vigorosamente los esfuerzos para diversificar las exportaciones nacionales.
Para Canadá
Igual lógica: mantener exenciones, privilegiar mantener la institucionalidad del TMEC, e intentar una respuesta conjunta con México en algunos sectores de interés recíproco, como el automotriz.
Para el TMEC
El tratado está en un momento de inflexión. La revisión de 2026 requerirá defensa institucional coordinada, negociación estratégica y firmeza ante presiones políticas.
Balance general
La política comercial de Trump en 2025 evidencia un enfoque de “aranceles como palanca”, donde amenazar con aranceles elevados hace ceder a socios, quienes a cambio deben ofrecer inversiones, compras y presencia estratégica. En el caso de Japón y la UE, Trump ha logrado reducir una tarifa extrema (25-30?%) al 15?%, pero obtener compromisos bilaterales cuantiosos que benefician a EU.
Para México, las perspectivas son complejas. La negociación podría concluir en un arancel intermedio (15?%), pero a cambio de compromisos adicionales. Mantener la excepción del TMEC-compliance parece factible, aunque su preservación dependerá de capacidades institucionales y estrategia mexicana.
