Pues pasó, o al menos ya está pasando, a reserva de que se puedan detener al final, los aranceles de Estados Unidos sobre México son una realidad desde el martes 4 de marzo. La repuesta de la presidenta Sheinbaum pues no fue una respuesta, fue ganar un poco de tiempo para ver si logra en una llamada (el jueves) matizar el problema, a la par de que convoca a una movilización social que va a costar mucho y puede que sirva para subirle el ánimo, pero no para resolver el problema.
La palabra justicia ha sido excluida del vocabulario del oficialismo, no es justo lo que está pasando, sin duda, pero como tampoco es justo desmantelar el Poder Judicial, proteger criminales o desmantelar las instituciones de arbitraje, pues sobra un poco pedir que se haga justicia, y para el caso, si se aplican medidas espejo (aranceles del 25% a todo lo norteamericano) tampoco ayudarían en nada. Hace un mes en este espacio comentaba que de poco servía la victoria de un mes sin aranceles, después de eso la presidenta hizo todo lo que pudo: militares a la frontera, país seguro, mandar antiguos narcotraficantes extraditados… nada sirvió, la pregunta sería qué no hizo o no pudo hacer y si eso tiene que ver con la medida, pero por el momento es pregunta secundaria.
Para entender bien el tema algunos comentarios:
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- Para empezar, los aranceles son impuestos aplicados a productos importados con el objetivo de proteger industrias locales, generar ingresos fiscales o responder a medidas comerciales de otros países. En el caso de México y Estados Unidos, cualquier modificación en la política arancelaria puede alterar significativamente la relación comercial entre ambos países, además de violar acuerdos.
- Actualmente, México mantiene un superávit comercial con Estados Unidos de 235 mil millones de dólares, lo que significa que exporta más de lo que importa. Las industrias más perjudicadas serán las de aparatos mecánicos, transporte, dispositivos médicos, alimentos, calzado, textil y cuero. En total, 13 de 26 sectores del comercio exterior de México estarían en riesgo.
- Por otro lado, si México responde con medidas arancelarias contra Estados Unidos, los bienes de uso intermedio serían los más golpeados, ya que el país mantiene un déficit de 29,459 millones de dólares en este rubro. Esto podría afectar la producción de manufactura mexicana que depende de insumos estadounidenses, encareciendo costos y reduciendo la competitividad de los productos nacionales tanto en el mercado local como en el internacional.
- Las exportaciones de México a Estados Unidos representan el 26.37% del PIB nacional, mientras que las importaciones desde Estados Unidos equivalen al 13.49%. Si Estados Unidos impone un arancel generalizado del 25% a los productos mexicanos, y la demanda se reduce en la misma proporción, el impacto en la economía sería equivalente al 6.59% del PIB. En caso de que México respondiera con aranceles similares, el impacto en las importaciones reduciría el PIB en un 3.37%. En conjunto, el efecto neto para la economía mexicana sería una contracción del 3.22% del PIB, lo que equivale aproximadamente a 1 billón de pesos. Este escenario afectaría la estabilidad económica, las inversiones y el crecimiento de México en los próximos años.
- A esto se debe sumar que la economía mexicana no va nada bien. Que si Coparmex ya comunicó que los aranceles provocaran una recesión económica es porque en realidad ya estamos en dicha recesión y esto la empeorará.
- El daño está hecho y ni siquiera son los aranceles, el daño es que los inversionistas saben que no se puede confiar en el tratado que México tiene con Estados Unidos y por lo tanto la relocalización pierde mucho atractivo. La inversión está parada desde la llegada de Trump y con la esquizofrenia que se ha conducido como presidente será difícil que se reactive.
- Las manifestaciones políticas de apoyo a la presidenta no están mal, hablan de que en lo sustancial México está unido y se vio con las declaraciones de Jorge Romero, presidente del PAN y de otras fuerzas de oposición, sin embargo, muchos de los que dentro de Morena manifiestan su apoyo son parte del problema… como el gobernador Rocha de Sinaloa y otros célebres morenistas de Tamaulipas, Guerrero y otros muchos lugares del país.
En fin, esto no pinta bien y aunque la raíz del problema es la forma prepotente y abusiva que Trump hizo pública con Zelenski, también se debe reconocer que hay una colusión del gobierno mexicano con el crimen organizado. El caso del “Mayo” es el más evidente, pero si nos vamos a lo estatal y a lo municipal, es un cáncer ha puesto candidatos y votos para Morena, y todos lo sabemos.