El lunes tomó protesta Donald Trump y después de declaraciones, amenazas y varias respuestas poco afortunadas de Claudia Sheinbaum, ya se vio de qué tamaño es el problema y no es tema menor.
Se lee y se oye mucho de lo que puede pasar, y desde el hecho de que no invitaran a la presidenta y hasta los que suben en redes ridiculeces como que algunos mexicanos (que se proclaman líderes de la extrema derecha nacional, pero pocos conocen) son “los más cercanos” a Trump, el regreso del empresario “políticamente incorrecto” es difícil de calificar como positivo para México, para América Latina y para el mundo.
Quienes sostienen la idea de que será similar a la vez pasada están siendo optimistas y quienes creen que es una catástrofe lo llevan al otro extremo, lo cierto es que será diferente y que más allá del discurso provocador y de los decretos firmados, habrá que responder a los cambios y adaptarse a la nueva realidad, algunos comentarios al respecto:
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- Para empezar, ver a la presidenta Claudia Sheinbaum convocando a la unidad nacional habla del tamaño del problema. Una persona que se ha dedicado a dividir a los mexicanos, que usa la tribuna presidencial como espacio de denostación de rivales políticos y que concuerda con quienes usan expresiones como “se las metimos doblada” (para referirse a la oposición), pidiendo unidad y hablando de patriotismo, himno y hasta de traiciones a la patria, es ver a alguien que no sabe qué hacer… y eso sin hablar de la reunión a la que convocó el lunes de emergencia… pudo hacerla hace dos meses y llegar a este punto con una idea clara de la ruta.
- El tema de los migrantes es el más serio y no porque los regresen sino porque están proponiendo partir familias y romper la estabilidad de personas que llevan más de 10 años viviendo en los Estados Unidos. La idea de recibirlos con programas sociales y tarjetas del gobierno es bonita (y un gran ejemplo de la forma en que el oficialismo soluciona las cosas), pero en promedio un mexicano gana 108 dólares al día en Estados Unidos… o sea el recibimiento con su tarjeta con 2 mil pesos es que le den lo equivalente a un día de trabajo… aquí es donde cobra mucho sentido el concepto de que no hay mejor programa social ni política pública que un buen trabajo.
- En el tema migratorio también es importante decir que Trump es un comunicador nato y sabe decir mentiras que le den relevancia, como que locos y criminales son los que han llegado a Estados Unidos… eso no es cierto, pero le funciona comunicativamente.
- Otro miedo es que lleguen a México los deportados de otros países. En el discurso de toma de protesta Trump dijo “regresar a sus países” o sea no dijo que los mandaría a México. En defensa de Trump no es tan ilógico el planteamiento de mandarlos a nuestro país… si por aquí se metieron, ahora sí que sería lógico regresarlos por donde entraron. Inhumano, injusto y violento, pero con cierta lógica.
- Declarar terrroristas al crimen organizado y combatirlos en nombre de la seguridad nacional tampoco se me hace algo malo. De hecho, aquí es donde no hay manera de defender al gobierno de México que ha abogado por los criminales y no por las víctimas o por la seguridad. Seguramente tendrá implicaciones mayores declararlos terroristas, pero las debe tener y siempre las debió tener, un gobierno que no combate al crimen organizado es porque es parte del crimen organizado y quienes veían con gracia que López Obrador fuera a visitar a la mamá del “Chapo” espero no vean con gracia que el narcogobierno de Sinaloa lleva desde septiembre sin poder ofrecer seguridad a nadie… van más de 130 días. Aquí la gran pregunta es cómo es posible que Sheinbaum hable de soberanía cuando le hablan de combatir al crimen organizado… debería ser un objetivo no sólo de Estados Unidos, también de México.
- El tema de aranceles parece que se ha contenido al menos unos días, esperemos siga así porque ahí sí sería un problema mayor para México… y también para los consumidores norteamericanos porque es el consumidor final quien siempre acaba pagando los impuestos.
No pinta bien, pero tampoco tan mal. La visión nacionalista y ensimismada es sumamente peligrosa porque le podría quitar el liderazgo internacional a los Estados Unidos y así, lejos de lograr posicionarse a la cabeza y darse a respetar como pretende Trump, podría desdibujar el sistema de valores que representa y que muchos compartimos. La forma en que posicionó los temas de salud y de medio ambiente, aunque no le pegan directamente a México, es sumamente preocupante… ah, y el tema de Marte… Generar esperanza y la capacidad de ver un futuro mejor es parte básica de cualquier gobierno que piense en grande, sin embargo, ondear una bandera en Marte no suena tan útil ni tan interesante, si se hubiera comprometido a algo como encontrar la cura del cáncer sería mucho más esperanzador.