UNAM

Y la UNAM, ¿por qué?

Los bloqueos, amenazas y destrozos en distintas facultades de la UNAM, no sólo afectan el renombre de la Universidad, sino a los estudiantes, a su futuro y sobre todo al país. | Romina Román

Escrito en OPINIÓN el

En el año 2000, después de casi 10 meses de conflicto y paro en la UNAM, en las áreas de recursos humanos de varias empresas y bancos se leía “Egresados de la UNAM, favor de abstenerse”. Una de esas tantas compañías fue el entonces Banco Bital, del magnate Antonio del Valle Ruiz.

En ese momento lo que estaba en juego no era sólo el prestigio de la Máxima Casa de Estudios, sino las fuentes de empleo de miles de egresados a quienes les cerraban las puertas del mercado laboral.

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Hoy la historia se podría repetir. Los embates de colectivos que han destrozado instalaciones e impiden el paso de los alumnos a las aulas, así como las constantes amenazas de bomba no sólo afectan el renombre de la Universidad Nacional, sino a los estudiantes, a su futuro y sobre todo al país.

Entre los múltiples pliegos petitorios en donde el común denominador es la seguridad, requerimiento sí necesario y que ya se validó por toda la comunidad universitaria, también hay otros que resultan fuera de la competencia de la Universidad como comedores subsidiados y atención psicológica. Uno más que parecería capricho de unos cuantos, es la modificación de las formas y estructuras de gobierno de la UNAM, entre otras que derivaron en una furia descontrolada y graves daños en instalaciones que suman millones de pesos.

Sólo por dar un dato, los destrozos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en el tiempo en que se tomaron los edificios son: el robo de 17 videoproyectores, rotura de una reja externa, de una puerta de cristal, estropicios en baños, plafones, espejos, mamparas, marcos de las puertas, jaboneras y grafitis en fachadas, salones, paredes, lavabos y sanitarios.

Por si fuera poco se registró el robo de mercancías y de recursos monetarios de un local en el área comercial, así como daños en el mobiliario de la cafetería, entre otros.

Eso sólo para el caso de la FCPyS, porque el recuento total que incluye otras Facultades se dará a conocer en los próximos días.

Y la pregunta es: ¿Esa destrucción realmente proviene de los alumnos que están en las aulas y que tienen  el privilegio de recibir educación gratuita o surge de grupos de choque, externos y algunos señalados de estar ligados al gobierno que buscan apropiarse también de la UNAM?

En fin, hay interrogantes que quedan sin respuesta.

Time Ceramics patrocina equipo

Hace unas semanas en este mismo espacio referíamos a la empresa de origen chino Time Ceramics, que se ubica en el Municipio de Emiliano Zapata en Hidalgo. El problema es que decenas de pobladores denuncian que podrían verse afectados por la compañía que busca obtener concesiones del agua mexicana, dicen, sin contar con los permisos necesarios.

Los habitantes de esa localidad insisten en que ya presentaron diversas denuncias contra Time Ceramics porque, aseguran, opera sin uso de suelo industrial y sin permisos para abastecerse de agua

Pues esa misma empresa de la que hace meses se refirió la presidenta Claudia Sheinbaum y quien dijo que sólo puede usar agua tratada de una planta que se ubica a cerca de 90 kilómetros, es una de las patrocinadoras oficiales del equipo de futbol los Tuzos de Pachuca. 

Lo paradójico es que de ahora en adelante, las camisetas de los jugadores tendrán la marca de Time Ceramics, una compañía que a decir de los pobladores, busca quedarse con el agua de los mexicanos.

Así las cosas…

 

Romina Román

@rominarr