TROLEBÚS ELEVADO

Cómo arreglar el trolebús elevado

En el trolebús elevado existe ya una gran saturación, y aún le faltan tres conexiones –a Chalco, Mixcoac y Santa Martha– no cabe duda que esta tecnología ha resultado insuficiente, a todas luces. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

El tramo entre Constitución de 1917 y Santa Martha debió ser atendido por Metro. Para los 8 kilómetros que le faltan al Oriente a la Línea 8 se requerían entre 12 y 16 mil millones de pesos. En el teleférico y el trolebús elevado, entre esos dos destinos, se gastaron más de 8 mil millones de pesos y ambos proyectos fueron insuficientes. La Ciudad de México habría podido construir el metro si se lo proponía. Fue un error de planeación de quien hoy dirige el país.

En el trolebús elevado existe ya una gran saturación, y aún le faltan tres conexiones –a Chalco, Mixcoac y Santa Martha–. Esta tecnología ha resultado insuficiente, a todas luces. El servicio generalmente va lleno en ambas direcciones, encontrando momentos en los que los trolebuses se acumulan a la entrada de las estaciones porque la urgencia de usuarios por abordar dificulta el cierre de puertas.

Como capacidad teórica, un sistema de autobuses articulados, sin semáforos, como la Línea 10 del trolebús, podría operar un vehículo cada 30 segundos (lo que implica 120 salidas por hora). Si cada vehículo transporta 120 pasajeros y se usan dos vehículos articulados juntos, se lograrían 28,800 pasajeros por hora por dirección, lo que podría llevar medio millón de usuarios por día en las dos direcciones.

El problema es que el trolebús no es un vehículo 100% flexible y para alcanzar esas capacidades necesitaría tener la misma capacidad en las terminales, que no tiene y una asistencia tecnológica que quizá tampoco tenga. De hecho, podría alcanzar aún más pasajeros con rebase en las estaciones que permitiera ofrecer servicios exprés, pero ese era un diseño más complejo que no se previó: las estaciones debieron tener carril de rebase, como sí tendrá en algunos tramos el trolebús a Chalco.

Me preocupa, sobremanera, que cuando se terminen los tramos en construcción el servicio empeore. Es un hecho que así será.

Veo varias causas. Por un lado, la tecnológica. El ritmo de paso de los vehículos en el viaducto de Ermita Iztapalapa debería ser optimizado mediante información en tiempo real. Por otro lado, la ergonómica, percibo que la gente se acomoda mejor en vehículos altos, como los del Metrobús de Insurgentes, que en vehículos bajos, como los nuevos trolebuses.

Como estrategia de mejora, el sistema requiere un retorno intermedio, un punto en el que se puedan organizar servicios cortos para reforzar tramos específicos, lo que implicará la ampliación del viaducto. También recomendaría encargar vehículos diseñados ex profeso para este sistema, con ergonomías locales y con la perspectiva de que puedan recibir más usuarios de pie en la hora pico, e incluso que pudiera invertirse el sentido de circulación (hoy los vehículos operan por la izquierda en esta ruta y en la de Av. Aztecas, para poder hacer coincidir la ubicación de las paradas con las puertas del lado derecho de los trolebuses).

En el mediano plazo, y ojalá ocurra durante la administración de Clara Brugada, bien haría el Gobierno de la Ciudad de México en crecer el tramo elevado hasta conectar con la Línea 12 del metro, lo que ayudará a descongestionar un tramo conflictivo de la Línea 8 del metro (Constitución de 1917-Atlalilco), a la vez que muchos usuarios evitarán el transbordo más largo de la ciudad, Atlalilco.

Respecto a esta última propuesta, y pese a que desde el planteamiento del trolebús elevado me manifesté en contra de que se optara por esta solución, la mejor manera de resolver lo que ya se hizo es conectarlo mejor y por ello creo que se puede aprovechar el bloque sur de Ermita Iztapalapa para recibir este viaducto y generar una ruta exprés de Santa Martha hasta Mixcoac a través de Atlalilco (es decir, Línea 10 del trolebús-Línea 12 del metro), algo que no logrará el trolebús por sí solo, pues estará sometido a más de 35 semáforos entre Constitución de 1917 y Mixcoac.

Por tanto, quienes viajen de Santa Martha a Mixcoac, con mi propuesta, harán un transbordo corto en Atlalilco, pero en conjunto podrían hacer el viaje completo en 45 minutos y con la ampliación hasta Observatorio, podríamos incluso hablar de una conexión de Santa Martha a Toluca en menos de 90 minutos, quizá la mitad del tiempo actual.

En resumen, propongo ampliar el viaducto del trolebús Línea 10, de Constitución de 1917 a Atlalilco, 5 kilómetros, terminarlo sobre Av. Tláhuac sobre la Línea 12, con un diseño que permita servicios exprés, reemplazar los vehículos actuales por unos diseñados ex profeso para el corredor, más amplios y con puertas en ambos lados, invertir en un buen sistema tecnológico para la operación y construir al menos un retorno intermedio cerca de Santa Cruz Meyehualco. Con esto, la Ciudad de México logrará un gran corredor de tránsito rápido de 13 kilómetros de Atlalilco a Santa Martha, y de 28, considerando el servicio a Chalco.

Roberto Remes

@ReyPeatonMX