La Ciudad de México inauguró sus primeras líneas del metro en 1969. Para 2000 ya teníamos 11 líneas y casi 177 kilómetros. Hoy tenemos 12 líneas y 201 kilómetros. No se ha seguido construyendo metro porque la prioridad han sido los programas sociales, pero lo que se recibe de un lado, se pierde del otro porque la ciudad sí necesita más metro.
La línea B fue el último proyecto desarrollado por Covitur, la Comisión de Vialidad y Transporte Urbano, que elaboró varios Programas Maestros del Metro y los proyectos ejecutivos de todas las líneas ... salvo la que se cayó. Fue justo el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, al frente del gobierno de la Ciudad de México, quien desapareció ese organismo.
Los autobuses de tránsito rápido emergieron como una solución práctica, que sin duda ayuda a mejorar la capacidad y cobertura del transporte público, pero considerando los 28 años de gobiernos democráticos, desde 1997, la expansión y cuidado de la red del metro ha sido una gran omisión.
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Hay dos ampliaciones que formaron parte de la campaña de Clara Brugada: la línea 12 hasta Observatorio, cuyo túnel está casi terminado, no así la instalación de vías, la obra de las estaciones ni la fabricación de los trenes; la línea 4 de Santa Anita a Mexicaltzingo, que apareció en documentos de campaña, pero que parece que ya se le olvidó porque no la ha vuelto a mencionar. En esos documentos también estaba el tren ligero de Buenavista a Río Hondo, en Naucalpan, que es un proyecto federal que se ha pospuesto infinitas veces.
La gran dificultad en la ampliación de las redes del metro es que es muy cara, y las políticas necesitan continuidad en el tiempo. Sin embargo, si la ciudad pudo construir 177 kilómetros de 11 líneas en 5 sexenios, deberíamos estar en condiciones de crecer la red en la misma proporción en los años venideros. No lo hacemos porque no es política de ciudad hacerlo.
Con la idea de compartir mis reflexiones de varias décadas en la agenda de transporte público de la Ciudad de México, he venido publicando una serie de videos sobre posibles ampliaciones a la red del metro y la reflexión de hacia dónde llevar la red. Los materiales están en mi canal de YouTube y allí hago las siguientes propuestas.
Ampliaciones: llevar las líneas existentes hasta donde la orografía lo permita, para de allí construir los teleféricos, evitando los recorridos en plano de esa tecnología. De esta manera la ciudad podrá aspirar a la cobertura plena.
Convertir la línea del tren ligero en Línea C del metro, por la vía de duplicar o triplicar el largo de su convoy, algo que ya anunció la Jefa de Gobierno, Clara Brugada y su equipo de movilidad, comandado por Héctor Ulises García Nieto, con la diferencia de que mi propuesta es extender la línea hasta conectar con el Metro Universidad.
Construir dos líneas que funjan como pilares de la red, la 10 bajo Insurgentes y la 11 bajo Reforma y Periférico Norte, operando de manera conjunta servicios de metro y servicios suburbanos, en un diseño muy ambicioso: cuatro vías en algunos casos, de tal suerte que los expresos al AIFA y los servicios de media y gran distancia, puedan partir desde Perisur y no sólo de Buenavista, que no tendrá la capacidad para escalar sus operaciones.
Hasta el momento he analizado una red de 15 líneas y estoy preparando un video sobre tres posibles líneas más. Adicionalmente he hecho cálculos de cuánto costaría esta red: primero diré un número muy ambicioso, 700 mil millones de pesos, y luego haré un matiz: se trata de 121 kilómetros de ampliaciones en la Ciudad de México y 62 kilómetros en el Estado de México, más una serie de vías paralelas que corresponden a la Federación pues se trata de completar y reforzar la red de trenes suburbanos, regionales y de gran distancia durante las siguientes tres décadas.
Mi propuesta representa una inversión para la Ciudad de México de 318 mil millones, para el Estado de México de 140 mil millones, y el monto restante, unos 250 mil millones, para la Federación, durante 30 años, pudiendo reducirse a 24 con una buena planeación financiera. El Congreso de la Ciudad de México le aprobó a la Jefa de Gobierno Clara Brugada un incremento al Impuesto Sobre Nóminas, que recaudará 11 mil millones de pesos adicionales en 2025: con esa cifra la capital tendrá recursos suficientes para la red propuesta.
La Megalópolis Central, además, requiere estrategias regionales que no están atendidas plenamente con el programa de expansión de trenes de pasajeros de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero que podría suceder en los próximos sexenios. Más que defender mis propuestas a capa y espada, mi clamor es porque como sociedad hablemos del tema y defendamos que invertir en una red de transporte masivo central es mucho más urgente que la expansión de los trenes de pasajeros.