TEPJF

Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Carlota Armero 5000) a 3 de junio de 2024

En el TEPJF trabajaremos contra reloj. | Felipe de la Mata & Paula Sofía Vasquez

Escrito en OPINIÓN el

¡Al fin votamos! Para la ciudadanía, una vez emitido el sufragio queda esperar los resultados y acompañar los procesos a través de los cuáles comenzarán un nuevo sexenio para la Presidencia de la República y las 9 gubernaturas que se disputan y renovados Congresos; de la Unión y locales.

Sin embargo, para quienes laboramos en el Tribunal Electoral comienza la etapa de trabajo más ardua; el desahogo de los medios de impugnación - juicios de inconformidad y recursos de reconsideración- que se presenten frente a los resultados arrojados en los cómputos finales.

Nuestro sistema electoral se rige por un principio básico, todos los actos de autoridades son impugnables, es decir, que uno puede inconformarse en cada una de las etapas incluyendo, por supuesto, la de los resultados electorales. Así, hoy los más de 20 mil cargos públicos que van a elegirse son susceptibles de ser decididos en última instancia en sede jurisdiccional.

Con independencia del cargo que se elige, federal o local, de gubernatura o diputación, la construcción del sistema de justicia electoral permite la inconformidad frente a las decisiones de los tribunales locales en los casos en los que éstos tienen competencia para llegar a las Salas Regionales y subsecuentemente supeditar esta decisión a un recurso adicional desahogado frente a la Sala Superior.

Valga un ejemplo para ilustrar un eventual caso: una candidatura a una presidencia municipal inconforme con el resultado de la elección promueve un recurso de nulidad ante el Tribunal Electoral de su entidad. Pongamos que éste ratifica el resultado y, en consecuencia, este supuesto candidato controvierte este resultado ante su Sala Regional correspondiente que también confirma lo expresado en las urnas. Como último recurso, trae su caso ante la Sala Superior y será finalmente aquí donde se emita una sentencia definitiva para definir el futuro electoral en este municipio.

Para los procesos electorales federales, la vía es más directa. Estos recursos pueden presentarse, cuando se trate de juicios de inconformidad para diputaciones y senadurías de mayoría relativa ante las Salas Regionales y para las reconsideraciones contra cómputos distritales de diputaciones y de entidades federativas de senadurías por MR del Congreso d de la Unión y el juicio de inconformidad para los resultados de la elección a la Presidencia de la República podrán presentarse directamente en la Sala Superior.

La resolución de estos recursos tiene, por ley, fechas fatales. Para decirlo con otras palabras; en el TEPJF trabajaremos contra reloj. Las Salas Regionales tienen hasta el 3 de agosto de este año para desahogar los juicios de inconformidad para diputaciones y senadurías de mayoría relativa mientras que nosotros tendremos hasta el 19 del mismo mes para dar cauce a las reconsideraciones en cómputos distritales de los cargos a nivel federal diputados por mayoría relativa, el 28 de agosto como fecha fatal para resolver sobre las reconsideraciones vinculadas a los cargos asignados por el principio de representación proporcional y, finalmente, será el 31 de este mes el último día para resolver los juicios de inconformidad que puedan presentarse en la elección a la Presidencia.

Aunque por razones obvias los ojos están puestos en la elección presidencial, para el Tribunal Electoral existen hoy miles de potenciales asuntos por resolver. De hecho, de conformidad con el ejercicio de prospectiva que realiza cada proceso electoral la Secretaría General de Acuerdos esperamos en los meses de  junio y julio entre 7,500 y 10,000 asuntos mientras que en el periodo de agosto a octubre - que se contabiliza en función de aquellos asuntos de orden estatal que eventualmente terminen disputándose también en la Sala Superior, así como los asuntos relacionados con la fiscalización y otros - se estima un volumen de entre 10 mil y 12,500 asuntos.

Así las cosas, en los siguientes 5 meses se espera recibir, analizar, proyectar y resolver un aproximado mínimo de 17,500 asuntos y un máximo de 20 mil.

Para otros países y contextos esta es una cifra asombrosa. No tenemos duda que tenemos una de las justicias electorales más complejas, pero también una de las más sólidas del mundo así que estaremos, como siempre a la altura del reto que se nos avecina. Más de tres décadas de justicia electoral, de aprendizajes, refinamiento y mejora constante no han sido en vano.

El Tribunal Electoral es una institución independiente y confiable que se encuentra listo para afrontar lo que viene y estoy cierto que, en el tiempo récord que caracteriza las resoluciones de la justicia electoral donde el promedio de resolución de un asunto es de 15 días a partir de su presentación. tendremos autoridades electas y constitucionalmente validadas para cumplir con sus funciones.

 

Felipe de la Mata Pizaña

@fdelamatap