LA CRISIS DEL AGUA

Es el agua... la crisis del agua

La próxima administración tendrá la responsabilidad de abordar con determinación las soluciones a corto y largo plazo para resolver la crisis del agua. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

Al Dr. Carlos Urzúa

Tengo el recuerdo de la glorieta de Paseo de la Reforma y Río Misisipi / Sevilla antes de “las regaderas”, el Monumento al Cutzamala, era sólo una loma con pasto. Mi familia me explicaba los distintos monumentos y me decían que quedaban dos rotondas libres, esa y la de la Palma, que recién se volvió en la del Ahuehuete.

En las conversaciones posteriores escuché polémicas por el Monumento a la Etapa II del Sistema Lerma Cutzamala, a principios de los años 80. Menos de dos décadas después, las simbólicas regaderas cedieron su lugar a la Diana Cazadora, en un México moderno que ya no necesitaba soldarle calzones a la Flechadora de la Estrella del Norte.

La obra de Cutzamala tenía toda la carga del voluntarismo con el que se gobernaba en esos años, más para mal que para bien. Hoy ese voluntarismo volvió.

El desarrollo de una región depende de un tren que terminará hundido en el suelo kárstico de la Península de Yucatán. La soberanía energética depende de una refinería que terminará sepultada por el crecimiento de los niveles del mar. La aeronavegabilidad del centro del país depende de una terminal que pocos usarán, pero que representa “el aeropuerto del pueblo”. Eso sí, sin agua.

Pasaron seis años y no hubo estrategia ni acciones para evitar la sequía en la Ciudad de México. Los días están contados. Se habla de junio. Falló la Jefa de Gobierno, pero no importa, es la candidata oficial. Falló el presidente, tampoco importa, porque  hizo una refinería que no refina, un aeropuerto que no tiene muchos vuelos, y el tren falla.

Carlos Urzúa, el ex Secretario de Hacienda y Crédito Público, nos lo recordaba en su artículo póstumo sobre la falta de inversión pública en agua. 63 mil millones de presupuestados en 2024, contra 140 mil millones de pesos para “mantener a flote a Pemex”. 340 mil millones de inversión acumulada en la Refinería de Dos Bocas contra 280 mil millones de 6 años de presupuesto de la Comisión Nacional del Agua.

Hay un tema de planeación que no se resolverá tras las sequías: ya Nuevo León vivió una tremenda crisis y se resolvió con parches, afectando a una poco tecnologizada agricultura. En la Zona Metropolitana de la Ciudad de México se están cavando pozos, se va a bombear agua tratada de Hidalgo y se van a reparar fugas. Parches de nuevo.

En 1982 que se terminó la Etapa II del Sistema Lerma Cutzamala se colocó la fuente de Paseo de la Reforma, como un símbolo de un gobierno que resolvía los problemas de la población. La fuente era bonita, decían que no necesitaba bombeo para operar, tenía luces de colores, pero la solución no era sustentable en el tiempo.

Por años escuchamos que el caudal del Cutzamala y la Presa Victoria eran ilimitados y que su agua corría cuenca abajo hasta el mar. Luego vinieron las manifestaciones de las comunidades Mazahuas contiguas a la región del Cutzamala, a reclamar la falta de agua.

Ante el inminente desafío que representa la crisis del agua, la Ciudad de México ha perdido seis años cruciales que podrían haber mitigado esta situación. Sin embargo, la verdadera pérdida se extiende a cuatro décadas de planeación insuficiente. La responsabilidad recae ahora en la próxima administración, la cual, ante la evidente incapacidad de la gestión actual, debe abordar con determinación las soluciones a corto y largo plazo. Es imperativo que se adopten medidas innovadoras y sostenibles para asegurar que el recurso más vital no se convierta en un lujo inalcanzable para las generaciones futuras. La tarea no es menor, pero la oportunidad de rectificar el rumbo y priorizar el bienestar de la ciudadanía nunca ha sido más clara.

Roberto Remes

@ReyPeatonMX