LICENCIA PERMANENTE

Licencia permanente, un mal comienzo

La reintroducción de la licencia permanente en la Ciudad de México parece no sólo un acto irresponsable y populista, sino también un desatino. | Roberto Remes

Escrito en OPINIÓN el

Solicité a la Inteligencia Artificial que me dijera cuáles eran los tres mejores sistemas de expedición de licencias de manejo en el mundo y los tres peores. Si bien no hay un juicio absoluto sobre lo que significa “mejor” o “peor,” podemos asumir algo muy simple: los buenos sistemas deben formar conductores que sepan cómo reaccionar en distintas circunstancias, respeten las reglas y contribuyan a una reducción de la siniestralidad.

La Ciudad de México no apareció en ninguno de los dos extremos. Los mejores ejemplos que encontró Chat GPT fueron Finlandia, Alemania y Japón. En estos tres países destaca el tiempo de preparación práctica y teórica requerido. En Finlandia, los nuevos conductores enfrentan sanciones más severas si violan las reglas. En Alemania, existen restricciones específicas para conductores novatos, y en Japón, deben portar una calcomanía que informa que son conductores principiantes durante su primer año.

En el otro extremo, India, Egipto y Burundi otorgan licencias de manejo con una facilidad alarmante. En India, el examen incluye solo avances y giros simples; en Egipto, avanzar y retroceder basta para aprobar; mientras que en Burundi, el examen de manejo ni siquiera es obligatorio.

Hice algunas preguntas más al robot. ¿En qué países existe la licencia permanente? La respuesta fue que en México, Argentina y Paraguay. Sin embargo, en los últimos años, muchos lugares han revertido hacia licencias con renovación periódica. ChatGPT concluye: “En general, las licencias permanentes son cada vez menos comunes, ya que muchos países y regiones están adoptando sistemas de renovación periódica para mantener actualizado el control sobre la idoneidad de los conductores y los datos personales”.

Entre los nueve países mencionados, los que tienen las menores tasas de mortalidad por accidentes de tránsito son también los que cuentan con los sistemas de licencias más estrictos: en Finlandia y Alemania hay 4 muertes por cada 100 mil habitantes, y en Japón, 5. En el lado opuesto, India tiene 23 y Burundi, 35; mientras que Egipto reduce esta cifra a 10. En México y Argentina, la tasa se encuentra en 13 muertes, y en Paraguay, sube a 24.

Por supuesto, la emisión de licencias no es el único factor. La seguridad vial es un tema complejo que exige un enfoque multifactorial. La infraestructura y la tecnología son aspectos igualmente cruciales. Los autos modernos frenan mejor, ayudan a corregir errores y, tras los incidentes, permiten analizar datos específicos para realizar mejoras tecnológicas.

La infraestructura también juega un papel clave: ayuda a que la conducción sea más intuitiva, reduce velocidades, mejora la visibilidad y favorece una respuesta óptima de frenado. Una buena infraestructura salva vidas; una mala, las cobra.

Incluso dentro del ámbito de las conductas, la licencia de manejo no es necesariamente determinante. En México, hay una inercia de no cooperación. Si alguien cede el paso a un peatón, el conductor de atrás podría intentar rebasarlo. La semaforización es otro factor relevante: los ciclos largos pueden beneficiar a la avenida con más tráfico, pero a menudo llevan a que peatones, ciclistas y automovilistas rompan las reglas por desesperación.

La reintroducción de la licencia permanente en la Ciudad de México parece no sólo un acto irresponsable y populista, sino también un desatino. Clara Brugada, recién llegada al poder con una alta popularidad, ha optado por un primer acto de movilidad que no beneficia a usuarios de bicicleta, transporte público, ni peatones. Su primera medida en movilidad se centra en los automovilistas, lo cual es, en definitiva, preocupante.

Es poco probable que esta decisión le reporte beneficios políticos; por el contrario, ya está generando críticas de parte de quienes, como yo, ven la movilidad desde una perspectiva integral. Si la siniestralidad continúa en aumento, como sucedió durante la administración pasada cuando se suspendieron las fotomultas, los problemas de seguridad vial se convertirán en un búmeran político. En movilidad, Brugada ha comenzado con el pie izquierdo.

Roberto Remes

@ReyPeatonMX