Dos de cada tres inquilinos en México les gustaría adquirir una vivienda, pero terminan prolongando la renta antes que comprar su propia casa, pues para muchos acceder a un crédito ya sea bancario o del Infonavit se ha vuelto casi imposible.
“Cerca de un 60-70% de la demanda de vivienda se queda en el mercado de renta, al final la necesidad de vivienda está, muchas de las personas que no están logrando acceder a la vivienda recurren a rentar”, destacó Daniel Narváez, CEO de We Book Realty.
Montserrat Hernández tiene 35 años, después de rentar por muchos años, planeó adquirir un departamento en la Ciudad de México, comenzó su búsqueda y eligió varias opciones de acuerdo a sus ingresos, sin embargo, después de más de seis meses de búsqueda decidió continuar con la renta, pues los bancos no le prestaban lo suficiente o no le alcanzaba para el enganche, mientras que en el Infonavit no le alcanzaban sus puntos.
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“Tenía un ahorro para el enganche, pero no cubría las opciones disponibles y el banco sólo me prestaba cerca de un millón, las opciones más baratas que vi eran de un millón doscientos mil pesos, así que tengo que seguir rentando. Tampoco pude sacar algo por Infonavit porque no tengo los puntos; muchos de mis trabajos han sido por honorarios y eso deterioró mi ahorro y lo que pueden prestarme”, lamentó Monserrat.
Narváez destacó que la brecha entre ingresos y precios es uno de los principales factores por la que no se compra vivienda, otro factor es el financiamiento limitado y la oferta limitada; “esto hace que muchos mexicanos pospongan la compra de vivienda o que se vean obligados a rentar, no les alcanza ni para comprar en zonas alejadas”, destacó.
Juan David Vargas Pulido, general Manager de Propiedades.com, comentó que en general el precio de la vivienda está aumentando por encima de la capacidad de pago de las familias, lo que termina ralentizando el mercado, y dejando sin opciones a muchas personas.
El especialista del sector también explicó que la baja oferta de vivienda nueva disponible, sobre todo en algunos segmentos, lo que hace que sea la vivienda usada la que cubra la demanda y eso genera también especulación en el mercado.
Daniel Narváez comentó que la población joven predomina en el mercado de rentas debido a su incapacidad de costear una vivienda o acceder a crédito hipotecario, y a sus preferencias por la mayor flexibilidad respecto a una propiedad.
El problema de la escasez y los precios altos
El CEO de We Book Realty comentó que hay un problema en el tema de oferta de vivienda, pues hay un problema de escasez de vivienda económica, sobre todo en zonas céntricas donde toda la gente quiere vivir
En el caso de la Ciudad de México las alcaldías céntricas como la Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo o incluso Benito Juárez tienen viviendas con precios promedio de 6 millones en adelante.
“¿Quién puede acceder a un crédito para poder comprar una vivienda de seis o siete millones? Es un mercado mucho muy reducido, por eso uno de los principales retos es generar vivienda asequible, que sea digna, porque a veces cuando las viviendas son de menor costo no los conciben de la mejor manera”, destacó Narváez.
Inestabilidad promueve cambio de preferencias
Daniel Narváez destacó que, si bien los jóvenes y los adultos son los que concentran la mayor parte de la demanda de la vivienda, las mismas dificultades hacen que ya no les interese comprar una vivienda.
“Las nuevas generaciones, sobre todo donde ya no quieren casarse, ya no quieren tener hijos, ya no quieren tener estos estos compromisos, eso se traduce en el tema de adquisición de vivienda. Si tú accedes a un crédito por muy bien que lo logres, por lo menos vas a estar atado a ese crédito entre 15 y 20 años, pero si no tienes estabilidad laboral o si piensas mudarte en algún momento, pues no lo haces”, destacó.
¿Por qué es importante la vivienda?
En México, el acceso a la vivienda sigue siendo un reto. La Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) estima que más de 9 millones de hogares padecen algún tipo de rezago habitacional, ya sea por falta de servicios básicos, hacinamiento o deterioro de la construcción. Además, la expansión irregular de los asentamientos urbanos genera problemas de movilidad, inseguridad y contaminación.