México está negociando 50 barreras no arancelarias con Estados Unidos para mejorar su relación comercial. Entre los sectores involucrados destaca el farmacéutico, telecomunicaciones, aseguradoras, sector energético y la minería.
Sobre este tema, Larry Rubin, presidente de American Society of Mexico (AmSoc), aseguró que la relación comercial entre México y Estados Unidos entró a una nueva etapa, tras el compromiso de eliminar las barreras no arancelarias, y destacó que es “un gran logro”.
Las barreras no arancelarias, son medidas cuyas reglas o requisitos son distintos a los impuestos aduaneros, pero que un país utiliza y pueden dificultar o encarecer la entrada de productos y servicios extranjeros en su mercado.
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“Son mecanismos que no cobran un arancel directo a la importación, pero funcionan como obstáculos indirectos al comercio”, precisó Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base.
Contexto: Esta negociación se da luego de la reunión entre Marco Rubio, secretario de Estados Unidos, y la presidenta Claudia Sheinbaum. Cabe mencionar que el vecino del norte ha puesto la lupa en varias políticas, leyes y regulaciones para que el proceder de México no restrinja o perjudique sus inversiones o afecte sus industrias, por ello ha pedido la negociación sobre estas reglas no arancelarias en varios sectores.
Retrasos en aduanas
De acuerdo con un reporte de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos entre las barreras no arancelarias se encuentra las aduanas y facilitación comercial, pues Estados Unidos acusa que México presenta problemas para notificar cambios de procedimiento, o nuevos requisitos, tiempos cortos para recibir enmiendas o incluso problemas logísticos.
El documento también detalla elementos de la ley aduanera que asegura entorpece el trabajo de las empresas de mensajería.
Suministros médicos y farmacéuticos
Para en caso de los dispositivos médicos, suministros y farmacéuticos, nuestro vecino del norte destaca que hay barreras de acceso al mercado, como retrasos de 18 a 24 meses en la resolución de registros sanitarios y permisos de importación.
Destacó que la COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) mantiene un rezago importante, pues las empresas que buscan registrar en México productos ya aprobados por la FDA de EE.UU. enfrentan demoras de más de un año.
Otro producto afectado es el glisofato, pues señala que la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT) ha rechazado permisos de importación para productos químicos que contienen glifosato sin consulta pública, evidencia científica ni notificación a la OMC.
“Estados Unidos sigue presionando a México para que otorgue permisos de importación, ya que el producto sigue autorizado en el país”, destaca el documento.
En el caso de los plaguicidas y productos químicos agrícolas, las empresas estadounidenses reportan fuertes retrasos en la obtención de registros y autorizaciones de mercado para plaguicidas y químicos agrícolas.
Medidas sanitarias y fitosanitarias
Sobre el reglamento de la Ley de Infraestructura de la Calidad publicado en agosto de 2024, nuestro principal socio comercial manifestó seria inconformidad porque solo se otorgaron 10 días hábiles para comentarios públicos y refiere que hay dudas sobre afectaciones a las normas internacionales
Además, en estas medidas también se encuentra la preocupación sobre las papas frescas, pues, aunque desde mayo de 2022, Estados Unidos ya puede enviar papas a todo México fuera de la franja fronteriza; Washington sigue monitoreando que el acceso sea transparente, predecible y basado en ciencia
Por otro lado, en los productos de biotecnología agrícola se denuncian retrasos y decisiones no basadas en ciencia.
Barreras en servicios
En estas barreras el organismo estadounidense identifica que en el caso de servicios de pagos electrónicos sigue de cerca la evolución del marco regulatorio mexicano para proveedores de servicios.
“Actualmente, algunas disposiciones limitan la capacidad de proveedores estadounidenses de ofrecer todo su portafolio de servicios de valor agregado (como protección contra fraudes) de forma transfronteriza”, destaca.
En este sentido Estados Unidos pide a México asegurar un mercado competitivo y alineado al T-MEC.
En los servicios de seguros varias compañías estadounidenses reportan que el SAT cambió su interpretación de la ley, exigiendo a aseguradoras pagar retroactivamente el IVA en reclamaciones por daños desde 2015.
En los servicios de telecomunicaciones, acusa que los nuevos competidores siguen enfrentando al proveedor dominante, que mantiene casi 70% de participación de mercado y fue designado como “agente económico preponderante” por el IFT.
Además de que el costo del espectro en México es uno de los más altos de América Latina, por lo que piden que se reduzcan los costos de espectro y se enfrente el poder de mercado del operador dominante.
Barreras a la inversión energética y minera
A Estados Unidos le preocupa la política energética del fortalecimiento de la CFE (Comisión Federal de Electricidad) y PEMEX (Petróleos Mexicanos).
Además, indica que la Secretaría de Energía anunció que usuarios de la red de gas de México deben comprar el insumo únicamente a las empresas públicas, por lo que varias empresas estadunidenses tuvieron que salir del mercado mexicano.
En el caso del sector minero manifiestan su inconformidad con la Reforma a la Ley Minera pues se excluye a empresas privadas de concesiones y contratos en materia de Litio.
Sectores restringidos
Finalmente, Estados Unidos ve limitantes para la inversión extranjera en ciertos sectores con el de infraestructura de transporte, el cual establece un límite de 49% de participación extranjera, específicamente en empresas de paquetería y mensajería exprés, tierras agrícolas, ganaderas y forestales, así como los servicios de administración portuaria.