CUERNAVACA, MORELOS.- Ya sea un dolor de cabeza, acidez después de una comida o un resfriado común, millones de personas en México atienden estos malestares sin acudir al médico, así que recurren a medicamentos de autocuidado que se están en farmacias, supermercados y tiendas en línea y detrás de cada tableta, spray o sobre hay años de investigación científica y una inversión millonaria, de acuerdo con expertos.
Sergio Gómez, líder de la División de Consumo de Bayer dijo que, la compañía alemana destina millones de pesos a innovación y desarrollo. Dio como referencia que una parte importante de los 1,100 millones de pesos asignados a la planta en Lerma, en Toluca, están orientados a este fin.
En el marco del Seminario: Sanando el futuro, que se realiza en esta ciudad, que se realiza en esta ciudad, el especialista en temas de salud destacó que para que un producto de autocuidado llegue a un anaquel puede tardar entre dos y cinco años, pues debió pasar estudios clínicos, pruebas, análisis de experiencia de uso y procesos regulatorios.
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“Un medicamento de autocuidado pasa por el mismo rigor científico que un fármaco de prescripción, pero estos están diseñado para síntomas leves que las personas pueden manejar por sí mismas. En los últimos dos años hemos tenido lanzamientos de 8 productos como Flamax 360, para el manejo del dolor”, dijo.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que hasta en un 80% de los casos, las personas adquieren medicamentos por medio de recomendación de familiares, de conocidos o sin receta en farmacias.
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El reto para los consumidores
Karen Arenas, lideró área de Alianzas Estratégicas e Innovación en Latinoamérica de Bayer dijo que aunque los productos de libre acceso están diseñados para usarse de manera segura, el verdadero desafío está en el consumidor: leer las indicaciones, respetar dosis y acudir al médico si los síntomas persisten.
“El autocuidado consciente- como lavarse los dientes, atender la alimentación o tratar un malestar leve- puede ser positivo, siempre que no se confunda con sustituir una atención médica necesaria”, dijo.
Destacó que en un país donde muchas personas aún enfrentan barreras para acceder al sistema de salud, el equilibrio entre autocuidado responsable y prevención de la automedicación peligrosa se vuelve clave para la vida diaria, y “en Bayer impulsamos el autocuidado, en nuestro compromiso”.
De la idea al anaquel
Karen Arenas, microbióloga de profesión, destacó que la innovación detrás de cada producto de autocuidado es un proceso largo y complejo. El desarrollo de un medicamento de venta libre puede tardar de dos a cinco años antes de estar disponible en farmacias o supermercados.
Cada medicamento conlleva tecnología que va liberando sustancias activas, y cada medicamento lleva un proceso que invita a los usuarios a adquirirlos. El poco acceso a servicios de salud hacen inviable que cada que una persona tiene un padecimiento “menor” busque una consulta, por ello la industria trabaja en medicamentos de costo accesible.
Para Bayer, el autocuidado no es un privilegio y tampoco un reemplazo de la medicina. Es una vía complementaria que requiere respaldo, educación, productos seguros y un entorno que acompañe.
¿Por qué importa?
Porque entender que hay detrás de una simple pastilla y saber que tiene detrás años de desarrollo, da confianza, pero también obliga a usar los medicamentos con responsabilidad.
Para el sistema de salud, el autocuidado bien informado ayuda a liberar presión de consultas médicas por malestares menores.
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