Alejandra comenzó con un dolor que pensó era por gastritis y colitis. Inició un tratamiento que no dio resultados y, tras realizarse un estudio por posibles piedras en la vesícula, tuvo su diagnóstico de cáncer de riñón.
“En el momento en que me están haciendo el ultrasonido, la persona que me estaba atendiendo me dijo que tenía una masa en el lado del riñón derecho… No esperaba que me dijeran que tenía cáncer”, cuenta.
En todo su camino ha estado acompañada de sus tres hijos y su esposo; sin embargo, no todo ha resultado fácil. Ha vivido desde hospitales sin citas, pronósticos fatales y dudas constantes sobre su diagnóstico.
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“No me hacía la idea de lo que estaba viviendo”
Con un diagnóstico como cáncer, Alejandra relata que empezó a pedir diversas opiniones a especialistas, ya que “no me hacía la idea de lo que estaba viviendo”.
Pasó por los consultorios de diferentes médicos y urólogos; entre ellos, uno le comentó que “sí se podía rescatar mi riñón”, por lo cual, en ese momento, se quedó con esa versión.
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Asimismo, comenzó a preguntar a cada uno de los especialistas por qué daba este tipo de cáncer; sin embargo, las respuestas como fumar o tomar alcohol no le hacían sentido.
El cáncer de riñón representa entre el 1% y el 3% de los tumores a nivel mundial, de acuerdo con Maite Balón, médica oncóloga.
A pesar de esta baja incidencia, la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer (AMLCC) recalca que es el cáncer número 11 por causa de muerte en México, por lo cual es importante verificar señales como sangrado al orinar, dolores intensos en la parte abdominal y pérdida de peso.
Cáncer de riñón en México
Contexto: El cáncer de riñón en México afecta con más frecuencia a personas mayores de 50 años, de acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa).
En etapas avanzadas, el cáncer de riñón puede comprometer órganos distantes como el cerebro, los huesos y los ganglios linfáticos.
Entre los principales factores de riesgo están: hipertensión arterial, obesidad, enfermedad renal crónica, tabaquismo y la exposición a sustancias como el arsénico.
“El cáncer de riñón puede manifestarse de forma tardía y, en muchos casos (entre el 50 y 60%), se detecta de manera incidental a través de estudios de imagen realizados por otros motivos médicos”, señala la dependencia.
El trato médico en situaciones de cáncer
Alejandra comenta que era complicado planificar la operación debido a que no contaba con seguro social.
Con la intención de no tener un impacto económico elevado, Alejandra llegó al Hospital General “Dr. Eduardo Liceaga”, ubicado en la colonia Doctores de la Ciudad de México.
“A mí me recomendaron mucho ahí y me decían que no me podía checar un urólogo porque estaba todo llenísimo hasta julio de este año”, relata.
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Así llegó al Hospital Escandón, donde le brindó atención una oncóloga-uróloga que respondió a todas sus preguntas.
“Ella fue la que me dijo que no podía esperarme más de seis meses porque esta enfermedad, como no te avisa en qué momento ya está, no sabemos cuánto tiempo mi cáncer de riñón ya estaba ahí”, explica.
Ante esto, buscó opciones para realizar la operación, entre ellas el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), en el cual la atendió una doctora que le comentó “que ya no había nada que hacer, que ya estaba casi casi desahuciada, que no tenía caso que me quitaran el riñón, porque ella, sin checar mi estudio, me dijo que ya tenía metástasis”.
La metástasis es el proceso por el cual las células cancerosas se desplazan por el torrente sanguíneo y llegan a otros órganos. En muchos de los casos, se debe realizar un tratamiento para controlar su progresión, comenta la oncóloga Balón.
Operación y recuperación
Alejandra se realizó la operación con la doctora del Hospital Escandón; con una intervención poco invasiva, le retiraron el riñón que tenía el tumor.
“Aún me cuestiono por qué yo y sí me da miedo que regrese, entonces sigo haciendo los estudios que me van pidiendo”, comenta.
Al día de hoy, tiene seguimiento con una tanatóloga porque, finalmente, perdió una parte de ella y comenta que hoy se encuentra mejor respecto a lo que ha vivido.
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Respecto a otras personas que estén pasando por lo mismo, Alejandra recomienda que “siempre buscar otra recomendación y no quedarte con la primera. Porque hay doctores que a lo mejor pasaron un mal día y se quieren desquitar con un paciente”.
esr