La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó este jueves que su gobierno está "haciendo todo lo posible" para que no entren en vigor los aranceles propuestos por el Gobierno de Estados Unidos, que se fijaron para el inicio del mes de agosto. La mandataria se mostró confiada en que se podrá alcanzar un acuerdo para evitar estas medidas restrictivas.
Sheinbaum explicó que un equipo de funcionarios mexicanos se encuentra en Washington D.C., trabajando directamente con las Secretarías de Comercio y del Tesoro de Estados Unidos.
Estas reuniones tienen el propósito de atender las preocupaciones del gobierno estadounidense y han presentado "una serie de propuestas que tienen que ver con el Plan México y con disminuir el déficit comercial", todo esto sin afectar la economía mexicana.
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La presidenta no descartó la posibilidad de buscar una comunicación directa con el presidente Donald Trump si las negociaciones técnicas no avanzan. Afirmó que, si es necesario, buscaría una reunión o llamada con Trump "la próxima semana".
Señaló que el presidente Trump tiene una reunión de viernes a martes, pero que los equipos de trabajo continúan sus labores. Y enfatizó que su gobierno busca esquemas que permitan que, "aun cuando se siga exportando, pues haya más comercio entre México y Estados Unidos y esto disminuya, digamos, la diferencia a favor de México".
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Los aranceles de Trump
Contexto: hace un par de semanas, Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 30% a todos los productos mexicanos que ingresen a Estados Unidos a partir del 1 de agosto de 2025.
Las razones esgrimidas por Trump para estas medidas incluyen la supuesta "incapacidad del gobierno mexicano" para frenar el tráfico de fentanilo y combatir a los cárteles de la droga, así como los "déficits comerciales insostenibles" que, según él, amenazan la economía y seguridad de Estados Unidos.
Trump también advirtió que los aranceles podrían modificarse al alza o a la baja dependiendo de la relación, y que se añadiría la cantidad que México decidiera si tomaba represalias. Ofreció la posibilidad de evitar aranceles si las empresas deciden fabricar productos en Estados Unidos.
Esta política arancelaria no es exclusiva para México. Trump también ha anunciado medidas similares para la Unión Europea, con un arancel del 30%, y para otros países como Brasil, con un 50%, y Canadá, con un 35%.
Impacto en productos específicos
Varios sectores clave de la economía mexicana se verían afectados por estas medidas:
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Jitomate:
Desde el 14 de julio, Estados Unidos puso en vigor un arancel del 17.09% al jitomate mexicano. El Departamento de Comercio de EU argumentó "prácticas comerciales desleales".
Sheinbaum destacó que México no está de acuerdo con esta medida y que el jitomate mexicano "no puede ser sustituido" en el mercado estadounidense, ya que dos de cada tres tomates consumidos en EU provienen de México.
La presidenta anunció que se implementarán acciones con asociaciones y productores para ofrecer alternativas. Los productores advierten de una posible caída del 25% en exportaciones y riesgo de más de 100,000 empleos.
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Cobre:
Trump anunció un arancel del 50% al cobre a partir del 1 de agosto de 2025, justificándolo como clave para la seguridad nacional e industrias estratégicas. México es el tercer exportador de cobre a Estados Unidos, y estados como Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí y Chihuahua serían los principales afectados.
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Productos Farmacéuticos:
Existe una advertencia de aranceles de hasta el 200% para productos farmacéuticos si sus fabricantes extranjeros no instalan operaciones en Estados Unidos.
México exporta aproximadamente 2 mil millones de dólares anuales en medicamentos a Estados Unidos. Expertos señalan que esta medida podría incrementar los precios para el consumidor final en ambos países y afectar la cadena de valor, desde laboratorios hasta farmacias.
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Acero:
Trump también anunció un incremento en los aranceles al acero del 25% al 50%. México es el tercer exportador de acero a Estados Unidos, con Nuevo León, Veracruz y Coahuila como los principales estados productores afectados.
Estrategia de México y la soberanía nacional
Sheinbaum ha subrayado que la economía mexicana se ha centrado en la exportación desde la firma del TLCAN y el T-MEC, lo que se ha visto potenciado por el nearshoring, donde empresas estadounidenses se han relocalizado en México para facilitar el acceso al mercado norteamericano.
Sin embargo, esta situación ha generado un "déficit comercial" que preocupa a la administración de Trump.
En respuesta a la imposición de aranceles, el gobierno de Sheinbaum evalúa la aplicación de sanciones comerciales a las importaciones de pollo y pierna de cerdo provenientes de Estados Unidos.
El país tiene investigaciones activas por dumping contra las importaciones de pollo estadounidense. Además, Sheinbaum indicó que se buscarán otras opciones para los productores de jitomate, como el procesamiento en México y el fortalecimiento del mercado interno.
La presidenta enfatizó que, si bien se busca la mejor negociación posible, la soberanía de México "no se negocia nunca". También ha remarcado que Estados Unidos "debe hacer lo suyo" en materia de seguridad, como disminuir el tráfico de armas hacia México, ya que la estrategia de seguridad mexicana está dando resultados en la reducción del tráfico de fentanilo.
Sheinbaum argumentó que los aranceles no solo afectarían a los productores mexicanos, sino también a los bolsillos de los consumidores estadounidenses, dado que el jitomate mexicano, por ejemplo, es de alta calidad y no tiene un sustituto inmediato en el mercado de EU.
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¿Por qué es relevante el tema?
La información sobre los aranceles propuestos por el expresidente Donald Trump y la respuesta del gobierno de Claudia Sheinbaum es altamente relevante por sus implicaciones económicas, diplomáticas y geopolíticas.
En primer lugar, los aranceles afectarían de forma directa a sectores estratégicos para la economía mexicana como el jitomate, el cobre, el acero y los productos farmacéuticos, poniendo en riesgo miles de empleos y amenazando el crecimiento económico sostenido a través del modelo exportador y el nearshoring.
La imposición de estas medidas también podría alterar las cadenas de valor binacionales y elevar los precios para los consumidores estadounidenses.
Además, el anuncio refleja un posible endurecimiento de la política comercial de Estados Unidos en un contexto electoral, y anticipa el tipo de tensiones que podrían escalar si Trump regresa a la presidencia en noviembre.
Por ello, la estrategia diplomática del gobierno mexicano, que incluye negociaciones técnicas en Washington y la posibilidad de un diálogo directo entre mandatarios, resulta crucial para preservar la estabilidad económica y proteger la soberanía nacional.
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Este conflicto también revela un cambio de tono en la relación bilateral: México ya no se limita a reaccionar, sino que advierte posibles represalias comerciales.
Finalmente, la situación pone a prueba la capacidad de Sheinbaum para manejar presiones externas sin debilitar el mercado interno ni ceder a condiciones desventajosas, consolidando así su liderazgo en un momento clave de inicio de sexenio.
VGB