El vapeador que hoy tiene lo consiguió “de contrabando”, cuenta Montserrat, de 18 años de edad, quien tuvo su primer acercamiento con vapeadores en la preparatoria.
En entrevista con La Silla Rota, Juan José Cirión Lee, presidente de México y el Mundo Vapeando, explica que “todas las prohibiciones lo que hacen es acrecentar el contrabando y el mercado negro”, y añade que hay una alta probabilidad de que este sea controlado por el crimen organizado.
Además, el mercado negro provoca que menores de edad puedan acceder a este tipo de productos y, de ser controlado por grupos delictivos, abre la puerta a que accedan a otras sustancias ilícitas.
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Este 30 de mayo es el Día Mundial del Vapeo, con la intención de dar un contrapeso a los enfoques estigmatizantes o prohibicionistas y llevar la plática a la reducción de riesgos relacionados con el tabaquismo.
Prohíben vapeadores en México
Contexto: A cinco meses de que el Senado aprobó cambios a los artículos 4 y 5 de la Constitución que prohíben y castigan toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos similares.
El dictamen buscaba garantizar el derecho a la protección de la salud, sancionando toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos y sistemas de vapeo.
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Antes de este acontecimiento, en 2021, el ex subsecretario de Salud a nivel federal, Hugo López-Gatell, mencionó que se buscaba esta prohibición “porque los vapeadores y los productos de tabaco calentado y sus derivados no son una alternativa de reducción de daños; no hay evidencia científica independiente y sin conflicto de interés que haya probado que esto es así”.
La Silla Rota reportó que en los primeros meses de 2025 se han realizado cierres a establecimientos, destrucción de vapeadores y la decisión de las tiendas de conveniencia, como Oxxo, para dejar de vender estos artículos.
Sin embargo, algunos vendedores con puestos regulados siguen operando debido a diversos amparos, señala Cirión.
¿Por qué utilizas un vapeador?
Es importante puntualizar que, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, se estima que el 2.6% de los adolescentes, cerca de 500,000, utilizó cigarro electrónico; por género, se divide en 2.1% en mujeres (cerca de 200,000) y 3.0% en hombres (cerca de 300,000).
Hay jóvenes como Fernando, de 25 años, que son usuarios esporádicos. En su caso, cada vez que sale de fiesta, utiliza un vapeador y lo adquiere en los baños de los antros por 80 pesos, o lo máximo que ha pagado son 350 pesos.
Otro caso es el de Mariana, quien, desde los 16 años, compra y utiliza vapeadores. Comenta que los precios entre Sonora, de donde es originaria, y Ciudad de México cambian mucho. En la capital ha encontrado vapeadores de hasta 100 pesos; sin embargo, uno que le dure un mes cuesta 300 pesos.
Ninguno de ellos fumaba cigarrillos, ha fumado y no tienen plan de hacerlo, porque para ellos lo que les resulta atractivo es el sabor, lo hacen por el contexto de fiesta o, simplemente, se ha convertido en algo que sus amigos hacen comúnmente.
Además, ninguno de ellos sabe si lo que consumen está regulado, el contenido y lo que implica que esté prohibido.
Mariana y Montserrat comparten una misma experiencia, ya que ambas han sentido que les falta el aire al subir las escaleras o hacer una actividad física.
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“Sí, me falta el aire de repente para subir las escaleras. Antes era nadadora, entonces ahora que nado de repente como que sí se siente en el agua”, comparte Montserrat.
Cambiar el cigarro por un vapeador
Valorar a los vaporizadores como buenos o malos resulta en una imprecisión, menciona Cirión, ya que este tipo de productos se deben catalogar como una “herramienta de reducción de daños”, puntualiza.
Para ejemplificar esto, Cirión señala la razón por la que los motociclistas utilizan casco: es para reducir los daños en caso de un accidente. En ese sentido, el vaporizador, en comparación con el cigarro, es “20 veces menos dañino”.
Julio, de 38 años, fumaba cigarros constantemente, pero ahora ha decidido reducir su ingesta y para esto utiliza un vapeador.
En su rutina diaria, fumaba cada vez que bajaba del transporte, salía de casa o se daba la oportunidad, y para poder dejar de hacerlo “hablaban mucho de una opción que es la opción híbrida”.
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“Al comprar vapeadores, reduzco ese consumo de tabaco y la ansiedad la saco con la nicotina que ya contiene”, añade.
Recalca que comenzó a informarse sobre las implicaciones de los vapeadores y se dio cuenta de que varios de su entorno los utilizaban, y “no los usabas precisamente por la campaña negra que le hacen a los vapeadores, de que se te llenan de agua los pulmones, hace daño, hace más daño que el tabaco, muchas cosas”.
La información verificada sobre el uso de los vapeadores es esencial para comprender las implicaciones y, con ello, se podrá dar una visión mucho más amplia a consumidores y no consumidores, puntualiza Cirión Lee.
La prohibición deja de lado un ingreso
De ser un producto regulado, las cuentas públicas podrían reflejar un ingreso por los vaporizadores. Si bien no hay una cifra exacta, el presidente de México y el Mundo Vapeando señala que el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) más caro es el del cigarro, con un 160%.
Al cierre de 2024, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) registró una recaudación por IEPS de 628,364 millones de pesos, un crecimiento real de 34.8%.
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Retomar el debate con los legisladores podría abrir una posibilidad de que los vapeadores regresen al mercado con ciertas leyes secundarias que permitan un ingreso para el gobierno, concluye Cirión.
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