Si la Ciudad de México mantiene el ritmo actual de reducción de la pobreza, erradicarla entre los jóvenes tardaría 251 años, es decir, hasta el año 2276, y es el sector demográfico que más tiempo tomaría, advierte un análisis de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza con base en datos del INEGI.
Actualmente, una de cada cinco personas que habita la capital del país vive en situación de pobreza. Entre 2016 y 2024, la reducción fue de 35%, en este sentido la organización advirtió que, si el avance continúa a la misma velocidad, se requerirían 62 años para erradicarla completamente, esto es alcanzar menos del 2% de incidencia.
En lo que se refiere a niños, niñas y jóvenes: el informe proyecta que erradicar la pobreza infantil (0 a 17 años) tomaría 75 años (hasta el año 2100), mientras que, para los jóvenes de 18 a 29 años, el cálculo asciende a 251 años.
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En comparación, a nivel nacional el panorama es apenas menos crítico: erradicar la pobreza total en México tomaría 57 años, y para la población joven 62 años.
Contexto: México adoptó en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. El ODS 1: Fin de la pobreza, plantea reducirla a la mitad antes del año 2030. Sin embargo, el análisis señala que, para la CDMX, esa meta se alcanzaría hasta 2036, seis años después de lo previsto.
Pobreza, salud y educación: los desafíos en la capital
El reporte Erradicar la Pobreza. Rutas para un México libre de pobreza en un planeta vivible, también alerta sobre un deterioro en los indicadores sociales de la CDMX. Entre 2016 y 2024, la carencia por acceso a servicios de salud aumentó de 20% a 22%, lo que representa 247 mil personas más sin cobertura médica.
En el caso de la educación, el rezago entre jóvenes de 16 a 21 años pasó de 20% a 26%, con un incremento de 32 mil jóvenes que no concluyeron sus estudios básicos. Estas cifras, advierte el informe, son señales de una fractura estructural en las oportunidades que deberían garantizar el bienestar y la movilidad social.
“Los avances existen, pero son lentos. La pobreza no solo se trata de ingresos, sino de derechos: salud, educación, vivienda y acceso a trabajo digno”, señala el documento.
Rutas para acelerar el cambio
Para revertir el rezago, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza propone 10 rutas de acción que involucran al gobierno federal, estatales, municipales, empresas y sociedad civil.
Estas rutas se estructuran en tres pilares:
Construir alternativas económicas sustentables para poblaciones en pobreza (mujeres, jóvenes, comunidades indígenas).
Fortalecer las instituciones públicas para garantizar derechos sociales: cuidados, salud, educación técnica y trabajo digno.
Impulsar una economía sostenible e incluyente, con un enfoque de justicia social y ambiental.
“El reto es gigantesco, pero no imposible. México necesita acelerar el paso si quiere cumplir el compromiso de la Agenda 2030 y ofrecer a las nuevas generaciones un país sin pobreza”, concluye el informe.