La Secretaría de Economía informó que se mantiene el cupo de azúcar mexicana que se envía a Estados Unidos, equivalente a 199,252 toneladas para el ciclo 1 de octubre de 2025 – 30 de septiembre de 2026.
“El mantenimiento del cupo evita reducciones temporales en las exportaciones y preserva la estabilidad en las relaciones comerciales con Estados Unidos”, explicó la dependencia en el aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Según el documento, las necesidades del mercado estadounidense de azúcar disminuyeron, generando un resultado negativo de -103,169.590 TMVC en la estimación. Tras aplicar el factor de ajuste previsto (Z = 0.7), el valor final fue de -72,218.713 TMVC.
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No obstante, el Punto 13 del Acuerdo de exportación de azúcar, publicado originalmente en 2017 y vigente con modificaciones de 2020 y 2022, establece que, si el resultado de alguno de los ajustes ordinarios es menor al monto previamente determinado, debe conservarse el valor anterior.
Contexto: El ajuste ordinario correspondiente a septiembre de 2025 se realizó con base en el World Agricultural Supply and Demand Estimates (WASDE), informe mensual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que mide la oferta y demanda mundial de productos agrícolas.
Sin nuevas asignaciones
Conforme al Punto 15 del Acuerdo, las asignaciones del cupo se realizan en tres periodos (julio, septiembre y diciembre/marzo) y se calculan multiplicando la demanda estadounidense por un factor de 0.55, sin exceder la oferta estimada por el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca).
Debido al resultado negativo del ajuste, la Secretaría de Economía determinó que no existen montos adicionales disponibles para asignar en septiembre, por lo que los exportadores deberán esperar los siguientes ajustes programados.
El aviso fue firmado por la Dirección General de Industrias Ligeras, encabezada por Gertrudis Mercado Cruz, y por la Dirección General de Facilitación Comercial y de Comercio Exterior, a cargo de Félix Wilfrido Márquez Sánchez, garantizando así la continuidad del esquema regulatorio de la azúcar mexicana.