Cada año, entre julio y agosto, gran parte del territorio mexicano experimenta un fenómeno climático conocido como la canícula, un periodo caracterizado por un aumento significativo de las temperaturas, disminución temporal de lluvias y cielos mayormente despejados. Aunque muchas personas lo confunden con una simple ola de calor, la canícula es un evento climatológico recurrente que puede tener serias implicaciones para la salud, la agricultura y el suministro de agua.
En ese sentido, es importante mencionar que la canícula es un lapso que suele durar entre 20 y 40 días durante el cual se registra una disminución temporal de las lluvias en plena temporada húmeda, especialmente en regiones del centro, oriente, sur y sureste del país. Este fenómeno se debe a un debilitamiento momentáneo de los sistemas que generan lluvias, como la zona de convergencia intertropical y las ondas tropicales.
Las temperaturas durante este periodo pueden superar los 40°C en estados como Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Chiapas y parte de Oaxaca, afectando también zonas del centro del país, como Morelos, Puebla y el Valle de México.
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Un fenómeno que podría agravarse
Contexto: De acuerdo con estimaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la canícula de este año comenzó a manifestarse desde los primeros días de julio, y se prevé que se extienda hasta la primera quincena de agosto. No obstante, su duración exacta y severidad dependen de factores como el comportamiento de los sistemas meteorológicos y el calentamiento global, que intensifica sus efectos.
Especialistas en cambio climático advierten que, debido al aumento sostenido de las temperaturas globales, fenómenos como la canícula podrían intensificarse o prolongarse en los próximos años. Por ello, insisten en la importancia de fortalecer la educación climática, la infraestructura hídrica y los sistemas de alerta temprana en comunidades vulnerables.
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La canícula no es un fenómeno nuevo en México, pero sí uno que requiere preparación y conciencia social. Sus efectos, aunque previsibles, pueden ser graves si no se toman las precauciones adecuadas, sobre todo en un contexto de cambio climático donde los extremos meteorológicos se han vuelto más frecuentes.
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¿Por qué es importante la canícula para el equilibrio climatológico?
La canícula es un fenómeno climático importante para el equilibrio climatológico porque representa un periodo de alta presión atmosférica, aumento de temperatura y disminución de lluvias en ciertas regiones, especialmente en México y Centroamérica. Aunque suele percibirse como una etapa adversa por el calor extremo y sus efectos en la salud y la agricultura, también cumple un papel crucial en el comportamiento estacional del clima.
Asimismo, al limitar la lluvia y aumentar la radiación solar, facilita la disipación gradual del calor acumulado, modulando la memoria térmica estival, por lo que, si bien reduce temporalmente la recarga de acuíferos, deja espacio para un segundo periodo lluvioso en septiembre, restaurando el balance hídrico.
¿cuándo terminará la época de más calor en México?
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que la Canícula 2025 comenzará oficialmente este jueves 3 de julio y se extenderá por aproximadamente 40 días, concluyendo alrededor del 11 de agosto. Durante este periodo, se espera una disminución significativa en las precipitaciones en varias zonas del país, acompañada por un aumento en las temperaturas, que en algunos lugares podrían superar los 35 grados Celsius.
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Según el SMN, las temperaturas durante este periodo pueden ser especialmente intensas debido a la persistencia de cielos despejados, la baja humedad ambiental y la radiación solar directa.
El aumento en las temperaturas también puede tener consecuencias en la disponibilidad de agua y en la productividad agrícola, por lo que las autoridades instan a la población y al sector productivo a hacer un uso responsable del recurso hídrico y prepararse para posibles afectaciones.
Aunque la canícula es un fenómeno estacional, los efectos del cambio climático han contribuido a que su impacto sea más severo en los últimos años. Expertos advierten que los patrones climáticos se han vuelto más extremos y que eventos como la canícula podrían intensificarse o extenderse en duración si no se toman medidas estructurales de adaptación y mitigación.
AJA