El plan delineado por la presidenta Claudia Sheinbaum para fortalecer la economía nacional en el contexto de política proteccionista de Estados Unidos es muy ambicioso, pero tiene metas difíciles de alcanzar, coincidieron el coordinador de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), Diego Díaz y la directora de México cómo vamos, Sofía Ramírez Aguilar.
En entrevista con La Silla Rota, Díaz explicó que uno de los principales desafíos para el Plan México es en materia fiscal porque se plantea mayor crecimiento y producción en México, acelerar las obras públicas hidráulicas, ferroviarias, de puertos y aeropuertos, escuelas y hospitales.
Sin embargo, el gobierno posiblemente obtenga menos ingresos de los que estimaba originalmente por el contexto de incertidumbre a nivel global provocada por los aranceles y por las políticas de Donald Trump, dijo el investigador del IMCO. A ello se agrega el déficit que recibió de la administración anterior, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
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“Es un momento de ajuste de la consolidación fiscal en el que la presidenta no se puede endeudar demasiado para dar cumplimiento a estas metas porque se comprometió precisamente a reducir el déficit, a estabilizar el crecimiento de la deuda pública y es algo a lo que los mercados están muy atentos, particularmente las agencias calificadoras”, explicó.
Otro reto es en materia jurídica, con la desaparición de los organismos reguladores y también la reforma al Poder Judicial de la Federación.
Por su parte Sofía Ramírez Aguilar dijo que ante el pronóstico de que no habrá crecimiento económico, no se puede hablar de más recursos para infraestructura o programas sociales.
“La respuesta corta es: hasta ahorita, en enero y febrero se ha recortado el gasto público de manera muy importante, o sea, un doble dígito, por arriba del 17%, sobre todo recortes en salud, educación y en el mes de febrero también en transferencias, o sea, programas sociales, sí, a adultos mayores. Eso habla de que están recortando con motosierra y luego que invirtieron, que gastaron un poquito más, como 7% más, fue en inversión en infraestructura física distinta a la energética”, agregó la directora de México cómo vamos.
Sobre otra de las metas que es el aumento del consumo interno, Ramírez Aguilar lo consideró como una meta complicada.
“Todo eso está muy bien, pero si no tienes crecimiento económico, pues el 54% de la población que trabaja en la informalidad laboral no verá incrementados sus ingresos laborales y por lo tanto no habrá mayor dinamismo en el consumo. No veo que el consumo vaya a ser la fuente de crecimiento”.
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó 18 ejes del Plan México para generar más empleo y bien remunerado, menor pobreza, más inversión y producción y con autosuficiencia y soberanía.
En el evento Plan México, fortaleciendo la economía y el bienestar, realizado en el Museo de Antropología, Sheinbaum recordó que el programa tiene como objetivos fortalecer el mercado interno y el salario; aumentar la soberanía alimentaria y energética; incrementar la producción nacional disminuyendo las importaciones con países con los que no se tiene tratado comercial; y fortalecer los Programas para el Bienestar.
La presidenta presentó dos gráficas que dan cuenta de la integración económica entre México y Estados Unidos que inició en 1994 y se ratificó en 2019 con la firma del Tratado de Comercio México, Canadá, Estados Unidos (TMEC).
Una de ellas muestra que 83 por ciento de las exportaciones de México en 2024 fueron a Estados Unidos, mientras a Canadá se dirigió el 3.1 por ciento de los 667 mil 100 millones de dólares vendidos al exterior en ese año.
En cuanto a importaciones, 40 por ciento proceden de EU y 20 por ciento de China.
Sheinbaum presentó 18 programas y acciones del plan, entre los cuales destaca acelerar las obras públicas para 2025, la construcción de vivienda, el fortalecimiento del mercado interno de bienes de consumo que generan empleos, garantizar y ampliar los programas del Bienestar y mantener el aumento al salario mínimo hasta llegar a 2.5 canastas básicas en 2030.
Farmacéuticas saludan plan
La Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF) celebró que el plan priorice la compra de medicamentos producidos en México en lugar de importarlos; aunque luce complicado que empresas extranjeras construyan nuevas plantas para participar en la megalicitación de 2026.
La mandataria dijo que buscará aumentar la producción nacional de la industria farmacéutica a través de la simplificación administrativa de Cofepris y que la compra pública de medicamentos beneficie a empresas con planta en territorio nacional.
“Lo vemos muy positivo. Es muy importante, porque la diferencia entre fabricar en México e importar es que si se importa todo el dinero se va fuera del país, si se compra en México se crean empleos, se fortalece la cadena de suministros, se genera desarrollo, se paga seguro social, en fin, hay mil ventajas. Entonces lo celebramos, es algo que veníamos pidiendo desde hace tiempo y estamos pendientes de que se expidan los decretos”, señaló Juan de Villafranca, presidente ejecutivo en AMELAF, en entrevista con La Silla Rota.
Sobre el poco tiempo que tendrán las empresas para cumplir este requisito, De Villafranca confiesa que es muy difícil que se construyan nuevas plantas en menos de 20 meses, pero que los laboratorios mexicanos tienen la capacidad de producir todo el medicamento e insumos que el país necesita.
“Muchos laboratorios mexicanos cuentan ya con una capacidad de producción importante. Las plantas mexicanas pueden crecer y aumentar su capacidad, si en una planta pueden trabajar dos turnos, pueden hacer tres”, afirmó el empresario.
“Esto va a sembrar los cimientos para que en México se fabrique más, se generen empleos e impuestos. Realmente estamos muy contentos, creemos que es una buena medida. Además genera menor dependencia del exterior y la salida de divisas”.
El reto jurídico
El Plan México también apuesta por atraer mayor inversión, pero se puede topar con la realidad de la incertidumbre jurídica, señaló Díaz.
“Ya sea en mercados o en sectores muy particulares como el sector energético con todos los cambios tanto a Pemex como a la CFE, como la desaparición de la Comisión Reguladora de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la creación de un nuevo órgano regulador que es la Comisión Nacional de Energía.
“De entrada, el solo cambio de la ley más los eventuales a los reglamentos generan incertidumbre en los cientos de participantes del mercado y eso puede hacer que estén un poco más reticentes a invertir, a llevar a cabo sus actividades normales”.
A ello suma los cambios en el Poder Judicial Federal y que entre sus novedades está la elección de los juzgadores programada para el 1 de junio, lo que también genera poca certeza sobre cómo van a actuar los nuevos jueces electos a través de este nuevo mecanismo, si van a ser imparciales o si van a estar hasta cierto punto sujetos a lo que diga el gobierno.
La inversión en infraestructura venía a la baja
En materia de aumento al gasto para infraestructura también puede representar uno de los problemas, ya que no hay condiciones en materia de ingresos para conseguir la meta de mayor inversión.
Esta administración tiene un panorama bastante complicado porque heredó unas finanzas públicas bastante desbalanceadas, particularmente en 2024 hubo un déficit, una brecha entre ingresos y gasto muy marcada, la más grande desde la que se tiene registro por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
“La presidenta se comprometió a hacer un ajuste fiscal, de tal forma que el gobierno no se endeude tanto como lo hizo el año anterior y tampoco tenga un desbalance tan marcado entre ingresos y gastos”, señaló Díaz.
De hecho, en estos últimos criterios que se presentaron ante el gobierno tiene su estimación de déficit en 3.9% del PIB, a pesar de los ajustes al crecimiento económico y esto hace que el gobierno, si tiene menos ingresos derivados de un menor crecimiento económico, necesariamente va a tener que ajustar el gasto, precisó.
Se requiere inversión privada
Un menor gasto se reflejaría tanto en programas sociales, pero también en inversión pública que ya de entrada tiene un ajuste importante. En 2024, ya con datos oficiales, el sector público federal gastó alrededor de 1.04 billones de pesos en infraestructura o inversión física.
En el Presupuesto de Egresos que se presentó para este año, el monto destinado a este rubro fue de 859 mil millones de pesos.
Entonces ya de entrada se tenía un ajuste a la baja y además, este menor crecimiento, estos posibles menores ingresos y un menor gasto, podrían afectar todavía en mayor medida el gasto en inversión que es un componente esencial del Plan México, porque si no hay inversión pública, pues probablemente tampoco haya inversión privada.
“Al final de cuentas, si no hay carreteras, si no hay energía accesible, barata, si no hay tampoco acceso a agua potable, pues no se van a instalar en México las industrias que se esperaría o las empresas. Y entonces puede ser que pues no se cumplan las metas bastante ambiciosas que te comentaba del plan”.
Economía estancada
De acuerdo con el reporte más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el consumo privado, que se refiere al gasto de los hogares en bienes y servicios, bajó significativamente en diciembre de 2024.
El Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP) reportó una disminución del 1.1% en diciembre de 2024 en comparación con el mes previo y, en tasa anual, la disminución fue de 0.8%.
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Esto fue provocado porque los hogares mexicanos redujeron su gasto en bienes importados en un 4.2%, mientras que la caída anual fue aún más pronunciada, con un descenso del 5.1%. En el lado del consumo nacional, existió una baja de 0.8% a tasa mensual en el gasto de bienes y, en los bienes hubo un crecimiento de 0.4% mensual. (Con información de Elizabeth Santiago y Erik López)