Debido a un patrón de presión y desgaste contra quienes son críticos de la reforma judicial y del nuevo Poder judicial, la magistrada María Emilia Molina presentó esta semana su renuncia.
“Digo esto con claridad: este manejo de las adscripciones y de las solicitudes médicas refleja un patrón de presión, disciplinamiento y desgaste, que nada tiene que ver con la buena administración de justicia. Mi trabajo siempre ha sido jurídico, institucional y honrado. El trato recibido no refleja lo mismo”, informó en su cuenta de X, @EMILIAMDLAP.
TAMBIÉN LEE: Envían a Guerrero a María Emilia Molina, magistrada crítica de reforma y elección judicial
Te podría interesar
Lo vive en carne propia
La también presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, vivió en carne propia esa situación que la llevó en la renuncia y así lo compartió.
Aunque se había mantenido alejada de redes sociales, medios de comunicación, grupos de WhatsApp y de cualquier actividad pública, explicó que se debió a una emergencia familiar urgente e indicaciones médicas estrictas para proteger su salud mental, profundamente afectada por el contexto personal e institucional que vive.
Te podría interesar
“En medio de esa situación, el Órgano de Administración Judicial resolvió un cambio de adscripción que entró en vigor el 18 de noviembre. A pesar de mis limitaciones médicas y personales, me presenté, recibí el tribunal y comencé mi trabajo regular, haciendo un esfuerzo emocional y mental enorme para cumplir, como siempre, con mi función jurisdiccional”, escribió en su post.
“Y lo hice aun cuando, desde el miércoles pasado, el propio OAJ había tomado una determinación respecto de mi situación… pero no me la comunicó sino hasta hoy, obligándome a trabajar sin certeza sobre mi propio status”.
Ante la emergencia familiar acreditada y los dictámenes médicos presentados, solicitó una licencia sin goce de sueldo, por el tiempo necesario para que el tribunal no quedara descubierto.
Una petición razonable, responsable y plenamente justificada, consideró.
Para ello, presentó la documentación médica y las evidencias que justificaban plenamente la petición. Pero le fue negada.
“Frente a ello —y ante la urgencia real, inmediata e impostergable de lo que debo atender fuera del ámbito jurisdiccional— me vi obligada a presentar mi renuncia esta semana. No fue una decisión voluntaria: fue la única humanamente posible”, explicó.
No ha recibido el mismo trato
Criticó que mientras su trabajo siempre ha sido jurídico, institucional y honrado, el trato recibido no refleja lo mismo.
“Y quiero que quede dicho sin ninguna ambigüedad: mi silencio en redes no fue por miedo. No me callaron. Y no me callarán.
Mi voz y mis convicciones, no dependen de un cargo ni de una adscripción. Dependen de mis principios, de mi trayectoria y de la verdad”.
La magistrada aclaró que no está en contra de las adscripciones y todos los tribunales y circuitos del país son dignos.
Recordó que su primera adscripción como juzgadora fue en las Islas Marías, a donde tantos la llamaban “castigo”.
“Para mí, fue la etapa más feliz y formativa de mi vida como juzgadora. Ahí aprendí que la vocación se honra desde cualquier territorio… siempre que exista libertad para ejercerla.
Anunció que desde otra trinchera, sin toga pero con la misma convicción, seguirá luchando por lo que siempre ha defendido: la justicia, la igualdad, la democracia y la República.
“Eso no depende de un nombramiento. Depende de quién soy”.
Crítica de la reforma judicial
María Emilia Molina como presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, expresó su preocupación e indignación por los hechos ocurridos el 12 de noviembre, en el que jueces y magistrados en retiro que exigían su indemnización por haber sido cesados, fueron empujados por policías para replegarlos de Insurgentes Sur, frente a la estación Doctor Gálvez del Metrobús, para retirar su bloqueo a la fuerza.
“Las juezas mexicanas no podemos guardar silencio frente a actos que comprometen la dignidad de quienes entregaron su vida al servicio público y que hoy -además de haber sido separados sin causa- reciben un trato violento cuando exigen lo que constitucionalmente les corresponde”, expresó la asociación que preside Molina.
La magistrada ya había predicho que los nuevos juzgadores carecerían de experiencia y de conocimiento de cómo resolver los casos, , lo que impartiría en la impartición de justicia.
TAMBIÉN LEE: Nuevo Poder Judicial pone en jaque a personas vulnerables
TAMBIÉN LEE: Nuevos jueces y magistrados van a curso exprés antes de entrar en funciones
Contexto
Apenas el 12 de noviembre fue sorpresivamente readscrita por el Órgano de Administración Judicial.
Mediante un oficio con esa fecha, el órgano le informó que dejaría de ser magistrada del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, para sustituir a partir del 18 de noviembre al magistrado Jerónimo José Martínez Martínez, en el Tercer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo, con residencia en Chilpancingo, Guerrero.
Además, se le pidió a la magistrada “que deberá respetar los derechos laborales del personal adscrito en el órgano jurisdiccional donde se le readscribe”.
El documento fue firmado por el maestro Filiberto Ibáñez Juárez, secretario Ejecutivo de la Comisión de Adscripción del Órgano de Administración Judicial.
TAMBIÉN LEE: La reforma judicial trae más problemas que beneficios, y de eso no se habla en los foros, advierte magistrada
VGB
