Es falso que 1,700 juzgadores federales sean corruptos; es mentira que representen el interés de las élites; es irrisorio que le hayan dado la espalda al pueblo de México, y más aún, es una farsa que liberen delincuentes probados.
Así se defendió la Asociación Nacional de magistrados de circuito y juzgadores de distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed) al posicionarse frente a la pretensión de una reforma judicial.
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En las escalinatas de la sede del Poder Judicial en San Lázaro, en la Ciudad de México, exactamente frente a la Cámara de Diputados, la directora nacional de la Jufed, Juana Fuentes Velázquez, advirtió que con la pretensión de la reforma se pone en riesgo el Estado de Derecho y se avizora un retroceso, quizá irreversible, en la plenitud de los derechos humanos.
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Acusaciones carentes de fundamento
“Nuestra dignidad como juzgadoras y juzgadores federales, como secretarios y secretaria, como actuarios y actuaria, como oficiales, no será minada con acusaciones carentes de fundamento. Durante casi seis años hemos sido víctimas de calumnias.
“Es absolutamente falso que 1,700 juzgadores federales seamos corruptos. No lo somos nosotros ni quienes colaboran con nosotros. Exigimos por ello, que en lo casos en que se tengan pruebas de corrupción, se formule la denuncia correspondiente con arreglo a derecho”, exclamó Fuentes Velázquez.
Ante la presencia de decenas de juzgadoras y juzgadores que corearon un ¡no a la reforma!, la directora general de Jufed también rechazo que desde el Poder Judicial se represente el interés de las élites o que sistemáticamente se resuelva contra las personas que padecen mayores desigualdades o se encuentren en situación de vulnerabilidad.
“Es falso que liberemos delincuentes. Liberamos personas cuya culpabilidad no se ha comprobado, amparamos, hoy y siempre al que es perseguido sin pruebas”, exclamó.
Los integrantes de la judicatura gritaron que es un orgullo pertenecer al Poder Judicial de la Federación desde donde su fuerza proviene de la razón y la palabra, con arreglo a la Constitución que protestaron guardar.
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Poder Judicial, sin ideologías y sin pleitesía al Ejecutivo o Legislativo
“No defendemos ideologías ni propias ni ajenas. No rendimos pleitesía al Ejecutivo ni al Legislativo: somos su contrapeso. Y para lograr eso, muchas y muchos demócratas dieron lo mejor de sí, incluyendo su propia vida”, expresó la jueza Juana Fuentes.
Al referirse a la reforma judicial que está en curso mencionó que ésta pretende truncar lo que está en el corazón mismo de la función de las personas juzgadoras: “pues sujetar su elección a los designios de la política implica someterlos desde antes de ejercer su cargo”.
Llamó a no confundir la función judicial con la que corresponde a otras esferas de gobierno.
Fuentes Velázquez defendió el modelo de judicatura federal, el cual -dijo- es moderno y profesional, aunque también perfectible.
“Hay transparencia total en la judicatura: presupuesto, sueldos, sesiones, criterios, sentencias, acuerdos: todo absolutamente todo, es de pública consulta”, manifestó.
No a una reforma judicial apresurada
Juzgadoras y juzgadores pidieron ser escuchados. La vía sensata para la reforma, indicaron, es el paso firme pero sosegado, ajeno al apresuramiento.
“Una reforma apresurada, fincada en un solo punto de vista es inaceptable para nosotros, pone en riesgo la democracia y puede poner de rodillas a la república.
“Estamos de pie, orgullosas y orgullosos de nuestra trayectoria, de cumplir con el mandato constitucional de proteger a las personas contra el poder arbitrario; conscientes también de la gran deuda de justicia y de la necesidad de mejorar las condiciones en que las personas que padecen mayor desigualdad pueden acceder a ella”, afirmó.
Por su parte, Patricia Aguayo Bernal, secretaria del Décimo Tribunal Colegiado en Materia del Trabajo, denunció que desde el Ejecutivo se ha metido un discurso de odio contra los magistrados.
"La crítica al Poder Judicial ha obedecido al discurso de odio que todas las mañanas lanza el Ejecutivo, un discurso de odio al calificarlos como flojos, corruptos, sin tener el menor conocimiento de las actividades diarias que se desempeñan".
"La pretendida reforma que todas las resoluciones se encuentren fundadas en un plazo razonable lo cual hoy es una obligación marcada en la Constitución".
Es nuestro deber y obligación recordar que la patria es primero. Estamos rechazando una reforma que pone de rodillas al Poder Judicial".
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VGB