La convocatoria que acordó Morena en su Consejo Nacional para elegir a él o la candidata presidencial rumbo al 2024 está diseñado para brincarse el contexto electoral legal ya que podrá evadir la fiscalización y la ley en materia de precampañas por tratarse de un acuerdo interno del partido. A esta conclusión llegaron Federico Berrueto, experto en temas de encuestas y campañas políticas; así como Gustavo López Montiel, politólogo y profesor de la escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
Berrueto, miembro de la encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica, explicó que las cinco encuestas que realizará Morena, de las cuales una será elaborada por el órgano interno del partido y las otras cuatro por particulares a propuesta de las corcholatas de Morena, PT y partido Verde, no garantizan democracia porque una encuesta no sustituye a las urnas.
"No se puede decir que hay un proceso democrático porque hay encuestas, Y aunque estas sean rigurosas y perfectas nunca reemplazarán a las urnas", dijo.
López Montiel agregó "el proceso electoral en sí no ha comenzado de manera legal, inicia en septiembre. Esta no es una precampaña formal, sino que elegirán al defensor de la Cuarta Transformación y eso está al margen de lo que la ley establece como precampaña en términos legales, aunque en lo real sí es una precampaña".
El tema es relevante porque La Silla Rota reportó desde la cobertura de las elecciones intermedias de 2021 que Morena desarrolló este formato con la figura de Defensor de la 4T para esquivar la legislación electoral, así como en materia de fiscalización ya que dicha figura no se encuentra regulada en la ley.
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Y agregó que también permite evadir la fiscalización, aunque el resto de los partidos políticos buscarán la manera de que el Tribunal Electoral vincule dichos gastos como de campaña.
La encuesta
Berrueto consideró que, numéricamente hablando, el trasfondo del acuerdo de Morena no es si son muchas o pocas encuestas, sino la calidad de estas. Señaló que si bien no hay todavía nombres de las casas encuestadoras que propondrán las corcholatas, es una buena señal que sean varias "y no una sola que opere en la opacidad".
Por su parte López Montiel resaltó "depende de quién las hace y cómo las hace, así como los criterios con los que se configuren los cuestionarios a partir de los integrantes del Comité en el que participarán los representantes de los aspirantes".
Enlistó que se debe definir aspectos técnicos como la población a investigar, configuración de la muestra, si será aleatoria o representativa. "Pero también en lo político habrá que ver el tipo de pregunta: no es lo mismo preguntar quién debe ser el candidato o candidata de Morena que preguntar quién se ha desempeñado mejor en su cargo público, quién tiene más simpatías o quién quiere la gente más o menos".
El escenario legal
Berrueto explicó que la Constitución prevé 60 días en caso de precampaña en un escenario de elección presidencial; pero, contextualizó, esta no es una precampaña presidencial y que conforme a los plazos que dio a conocer Morena "en realidad se trata de un madruguete para los demás aspirantes y obligará a que los integrantes de la oposición también violen la ley y tengan a su candidato definido ya en septiembre".
Según el calendario que dio a conocer ayer el dirigente del partido, Mario Delgado, los aspirantes al 2024 deberán renunciar a su cargo esta semana e inscribirse en el proceso con el partido.
Se trata de la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, el ex canciller Marcelo Ebrard quien renunció el lunes por la mañana, el secretario de Gobernación Adán Augusto López, el senador Ricardo Monreal; el diputado petista Gerardo Fernández Noroña y el senador Verde Manuel Velasco.
A partir de la próxima todos comenzarán un período de poco más de dos meses para recorrer el país (del 19 de junio al 27 de agosto) y promocionar su imagen; durante este periodo de tiempo se condicionó que no podrán recibir apoyos de gabinete federal, gobernadores, servidores públicos de primer y segundo nivel; coordinadores parlamentarios, así como dirigentes nacionales y locales del partido.
Sin embargo, fuera de esta norma, la realidad es que en los últimos tres meses dichos funcionarios ya han mostrado por vías paralelas sus preferencias hacia uno u otro aspirante.
En ese tiempo los representantes que designen las corcholatas elaborarán el cuestionario a aplicar y las cinco casas encuestadoras lo aplicarán entre el 28 de agosto y 3 de septiembre; es decir en el lapso de tiempo en el que inicia el último periodo de sesiones del Congreso y en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecerá su quinto informe de gobierno.
Los resultados de la encuesta serán procesados durante tres días y dados a conocer el 6 de septiembre, fecha en que el Congreso recibirá el proyecto de presupuesto de ingresos y egresos para el 2024.
En este contexto, Berrueto explicó que las fechas que marca la Constitución serán modificadas en la práctica. "Quiere decir que quien sea seleccionado con base en el resultado de la encuesta del 6 de septiembre iniciará su pre campaña desde septiembre. Recordemos que la ley establece 90 días de campaña presidencial y en este caso estaríamos hablando ya de meses a partir de octubre 2023 hasta mayo de 2024, diez meses de campaña lo que es irresponsable en términos de legalidad".
El dinero
El partido dejó en claro que durante la campaña que realicen las corcholatas, con apego a la austeridad durante dos meses y una semana, utilizarán recursos propios más otro tanto que le otorgará Morena para gasolina y viáticos, según declaró Ricardo Monreal.
También se acordó que no podrán recibir ningún apoyo externo de particulares, empresarios, gobiernos extranjeros y organizaciones.
Berrueto refirió "la austeridad es una aspiración de hace mucho tiempo, pero recordemos que el 80% del gasto electoral es gasto ilegal. Así que por encima de la austeridad y los recursos del partido, la realidad es que habrá un financiamiento que no es exclusivo de Morena sino de todos los partidos y procesos electorales. Entonces la austeridad será más aspiración que realidad".
López Montiel añadió que también será difícil controlar si los gastos de los seis aspirantes son o no, austeros.
"La elección de ese defensor de la 4T en realidad es como una especie de precampaña que la ley permite, pero que en realidad no es una precampaña porque ya no hay competencia. Es una pre precampaña para elegir un candidato o candidata y este proceso no está regulado por la ley ni tampoco por los estatutos ni los acuerdos que firmaron los aspirantes".
"Estamos hablando de un procedimiento laxo y flexible que no tendrá castigos para quien use más o menos dinero en materia de gastos. Un evento por sí mismo cuesta millones de pesos y una visita a un estado también cuesta mucho dinero y quienes podrán posicionarse más, son quienes tienen dinero".
Los medios de comunicación
El académico del Tecnológico de Monterrey afirmó que al no haber un listado claro de los medios de comunicación a los cuales las corcholatas no podrán realizar ninguna declaración de prensa, se abre la puerta a recomendaciones "que no serán factibles de cumplir".
Ejemplificó que en esto, la convocatoria tampoco establece ningún tipo de sanciones. "Por ejemplo dice que no podrán participar en un medio de comunicación, pero no dicen cuáles; solo se sobreentiende los que el presidente ha dicho están contra él. No hay una lista oficial, pero tampoco hay manera de sancionar si un candidato participa en un medio de comunicación particular porque no hay manera de controlar quién pregunta y quién no pregunta, por ejemplo, en una entrevista banquetera. Las corcholatas no podrían controlar quién va a publicar qué y cómo".
¿Y cumplirán con respetar los resultados?
Durante el acto en cuestión las seis corcholatas firmaron un acuerdo para respetar los resultados de la encuesta y respaldar en unidad al ganador de la encuesta.
Desde la perspectiva de Berrueto todas las corcholatas acatarán porque en ese momento, fuera de Morena, no hay opciones para hacer carrera política.
"Los aspirantes se disciplinan fundamentalmente por miedo y temor porque no hay a dónde irse, un candidato que perdiera y considere que su caso fue injusto, a dónde se va a ir? No hay posibilidades, salvo que pensaran que Movimiento Ciudadano es una alternativa y eso, si el partido quiere. Pero en realidad solo engordarán el caldo a los dueños de MC. Podría asegurar que no habrá rebeldía entre los cuatro aspirantes punteros que verdaderamente tienen un peso político. Aceptarán el resultado y buscarán la manera de acomodarse porque nadie quiere estar fuera del próximo sexenio, entonces para qué rebelarse si algo les puede tocar cuando concluya el proceso. Además, el presidente ya repartió los cargos de consolación para líder del Congreso o secretarías de gabinete".
En el análisis de López Montiel el presidente Andrés Manuel López Obrador realizó ya una gestión de su sucesión.
"Lo que él buscó fue generar una estructura electoral que por sí misma gane, independientemente de quién sea el candidato. Lo dijo: más del 30% de la población recibe un apoyo social y eso es una estructura importante que al final le genera los votos como para poder hacer que un candidato gane sea conocido o desconocido, como pasó en el Estado de México con Delfina Gómez que no ganó por su imagen, sino por la estructura que el presidente construyó".
Finalmente, Berrueto consideró que a partir de esta convocatoria quien más pierde es Sheinbaum porque ya no contará con el aparador del gobierno capitalino para promover su imagen, mientras que el que más gana es López porque es el menos conocido de todos y podrá promover su imagen con libertad.
Para Montiel el aspirante con más desventaja es Ebrard porque si pierde el proceso dentro de Morena, "difícilmente podría participar ya en otro proceso por otro partido porque eso sí la ley lo limita. Tiene pocas posibilidades de éxito, no tiene más opciones: ya fue el canciller, jefe de Gobierno, precandidato en 2012, los cargos que podrían ofrecerle serían mínimos en comparación con lo que busca".