El presunto plagio de tesis de licenciatura por parte de Yasmín Esquivel, hoy ministra de la Suprema Corte de Justicia, es un hecho aislado ante el Tribunal Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que entre sus archivos no registra denuncias de este tipo de faltas.
Eso se deduce de la respuesta a una solicitud de información hecha por La Silla Rota a la UNAM, sobre cuántas denuncias de plagios de tesis se registraron ante el Tribunal entre el 2000 y hasta el 23 de diciembre de 2022. La respuesta es contundente y clara: cero denuncias de plagio.
“Respecto de lo requerido, de conformidad con la competencia de este colegiado, se informa que después de una búsqueda exhaustiva con criterio amplio en los archivos y registros de este Tribunal, no se localizó documento alguno relacionado con lo referido por la persona solicitante, esto es, se localizaron CERO ‘casos de denuncias de plagio’ recibidas en el Tribunal Universitario”, se lee en el documento (las mayúsculas y cursivas son las originales en el documento).
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La solicitud hecha al Tribunal Universitario de la UNAM se basó en los artículos 95 a 97 del Estatuto General de la UNAM, sobre las presuntas faltas a la disciplina tanto de personal y académico.
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Entre las faltas no aparece el tema de plagio de material, aunque sí el de prestar o recibir ayuda fraudulenta o falsificación de documentos, como se ve en las fracciones II y III del artículo 97.
II. El alumno que haya prestado o recibido ayuda fraudulenta en las pruebas de aprovechamiento, será suspendido hasta por un año, sin perjuicio de la nulidad del examen sustentado.
III. El alumno que falsifique certificados, boletas de exámenes y documentos análogos, o use o aproveche los propios documentos cuando la falsificación sea imputable a terceros, será expulsado de la Universidad.
En la respuesta del área de Transparencia de la UNAM, se explica que el Tribunal sí tiene competencia para ver temas disciplinarios.
“En el mismo sentido se informa que de conformidad con lo establecido por los artículos 99 del Estatuto General de la UNAM y 4° del Reglamento del Tribunal Universitario y de la Comisión de Honor, el Tribunal Universitario tiene competencia para conocer y resolver de las remisiones que le sean planteadas, en materia de disciplina universitaria, respecto de los alumnos y del personal académico.
“Ahora bien, de conformidad con el citado artículo 4° de su Reglamento, el Tribunal Universitario ‘conocerá y resolverá sobre faltas a la Legislación Universitaria del personal académico y de los alumnos en los términos del título VI del Estatuto General’.
“Es decir, su competencia se constriñe al conocimiento de las presuntas faltas a la disciplina que se encuentran especificadas en los artículos 95 a 97 del Título VI del Estatuto General, mismos que son los únicos que pueden fundamentar la tramitación de un procedimiento ante dicho tribunal, así como para emitir sus resoluciones”.
EL PLAGIO, UN TEMA ESPINOSO
La Silla Rota buscó al área de Comunicación Social de la UNAM para tener una versión sobre el tema del funcionamiento del Tribunal Universitario y de la falta de herramientas jurídicas para sancionar el plagio. Pero no hubo respuesta.
Sin embargo, la guía rápida ¿Qué pasa si cometes plagio?, elaborada por la Facultad de Derecho de la UNAM establece que son los artículos 95 a 97 del Estatuto en los que se prevé que el castigo sea de un año.
“Con las disposiciones contenidas en los artículos 95 y 97 se cubre lo referente al plagio o ayuda fraudulenta en la realización de pruebas, exámenes, trabajo, tareas, proyectos, etc. Finalmente, las sanciones que deriven de tales conductas son independientes de las responsabilidades que deriven de la legislación común, esto es, que si tal forma de conducirse constituye una falta o un delito del orden común se podrá presentar el asunto ante la autoridad competente, para que resuelva al respecto”.
ES UN INCUMPLIMIENTO GRAVE
Otra publicación, Plagio y ética, editado en 2018 por la UNAM, va más lejos. Coincide en lo complejo que es sancionar el plagio en la universidad, pero también apunta al Tribunal Universitario como la instancia encargada de hacerlo.
“Si se sigue el criterio de interpretación ‘Personal Académico. Procedimiento disciplinario ante posible plagio’, realizado por la Oficina de la Abogada General en 2013, el plagio da lugar al procedimiento ante el Tribunal Universitario, ya sea por la revisión de una decisión del Consejo técnico respectivo o por una remisión de las autoridades capaces de hacerlo.
“De cualquier manera, el plagio se equipara a un incumplimiento de las obligaciones universitarias, incluso incumplimiento grave. Es conveniente decir que el criterio de interpretación de la Oficina de la Abogada General incluye solamente a personal académico y, por tanto, deja un vacío normativo respecto del plagio cometido por alumnos”.
Pero la obra cita la Nota Informativa de la Abogada General del 21 de junio de 2007, qué hacer en caso de que un egresado presente obras ajenas como tesis para su examen profesional, la cual señala que “además de seguir con el procedimiento establecido en la legislación universitaria, se acordará la nulidad del examen sustentado y la revocación del título profesional”.
La publicación añade que el tema sí está contemplado en el Código de Ética del Consejo Universitario de 2015 y dice lo siguiente: Los miembros de la comunidad universitaria deberán “…ser honestos sobre el origen y las fuentes de la información que empleen, generen o difundan”.
EMBROLLO
Una bomba mediática estalló el 21 de diciembre, cuando el escritor y cazador de plagios Guillermo Sheridan publicó en el portal Latinus que la tesis que Esquivel Mossa presentó en 1987 en la entonces Escuela Nacional de Estudios Superiores Aragón, hoy FES Aragón, era plagio de una presentada en 1986 por Edgar Ulises Báez Gutiérrez.
La revelación descarriló los sueños de Esquivel Mossa de presidir la SCJN, algo que era visto con buenos ojos por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues se sabe de la cercanía entre ambos, además de que ella es esposa de José María Riobóo, constructor favorito del ahora presidente, cuando fue jefe de Gobierno entre el 2000 y el 2006.
La revelación de Sheridan se volvió un escándalo que le costó la destitución a Martha Rodríguez, sinodal de Esquivel en la tesis, y a quien autoridades universitarias consideran responsable de haber compartido la tesis de Báez con la ahora ministra.
Ulises Báez, quien a inicios de enero había criticado el plagio y había asegurado que la tesis era suya, a fines de enero reculó y dijo que en realidad él había tomado partes del material de Esquivel, pero no sonaba lógico que él hubiera presentado su tesis un año antes.
Por ello, aún queda en el aire si la ministra realmente tiene derecho a ostentar el título o no, y la UNAM no lo ha resuelto, luego de que la Secretaría de Educación le endosó la responsabilidad.
DISPOSICIONES ACUOSAS
Esta falta de disposiciones para sancionar el plagio ha metido en un embrollo a la UNAM, que luego de que el tema se dio a conocer, informó que el Comité de Integridad Científica y Académica de la FES Aragón analizaría el caso, pero desde los primeros días informó que había encontrado un alto nivel de coincidencia entre ambos trabajos, el de Edgar Ulises Báez y el de Esquivel Mossa.
Por eso el 11 de enero de este año cuando dicho comité determinó que sí hubo plagio de parte de Esquivel Mossa, no hubo sorpresa.
Ese mismo día el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers aclaró que no se podía invalidar el título de Esquivel Mossa -lo que le permitía a la ministra continuar en su cargo, pues en caso de no tenerlo, entonces por ley no podría ocupar el cargo.
“De la interpretación solicitada a la Oficina de la Abogacía se desprende que la legislación universitaria carece de mecanismos para invalidar un título expedido por la Universidad Nacional, aun cuando el plagio de una tesis esté documentado”, explicó Graue y anunció que el contenido de la resolución de la FES se enviaría a la SEP para los fines a que haya lugar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador atizó el fuego y retó a la UNAM a fijar una postura.
“Como Poncio Pilatos, el rector se lavó las manos. Pero claro que está metido, ¿no?”, cuestionó el 12 de enero en su conferencia mañanera.
“Ellos debían resolver en definitiva, su tribunal tenía que hacer una recomendación sobre si es válido o no el título, quieren que seamos nosotros los que decidamos, pero no hay ningún problema, lo vamos a analizar”, dijo, y remató: “la gran pregunta es, ¿no pudo la UNAM resolver?”.
Por su parte la SEP, a través de la Dirección General de Profesiones, también se lavó las manos el 16 de enero y afirmó que no tenía facultades para retirar su título a la ministra y que le correspondía a la UNAM.
EL PLAGIO NO ES COSA MENOR: GRAUE
El 20 de enero el rector respondió e informó que el Comité de Ética de la UNAM abriría un proceso para determinar las acciones y opciones a seguir en el caso del plagio de tesis. Además, ofreció actuar, pero no de manera apresurada, ante la dimensión del acto.
“El plagio de una tesis no es cosa menor. Es una conducta reprobable, una usurpación de ideas y talentos, un acto que pone en entredicho la ética y la moral de quien lo comete”.
La UNAM abrió un periodo de pruebas para que la ministra Esquivel Mossa se defendiera.
La ministra tramitó un amparo el 16 de febrero con el que obtuvo una suspensión provisional para amordazar a la UNAM para que no diera a conocer los avances del Comité de Ética sobre su trabajo. Fue algo en lo que las autoridades universitarias mostraron su desacuerdo con la decisión “que busca silenciarla”.
La UNAM interpuso una queja al respecto, que fue aceptada, pero el 23 de febrero el Vigésimo tribunal colegiado en materia administrativa confirmó la suspensión provisional, el cual, aunque permitirá a la Máxima Casa de estudios dar detalles de interés público, le impide al Comité de Ética emitir un dictamen o resolutivo hasta que la juez encargada del caso revise la legalidad del acto.
Pero un día después, este 24 de febrero estalló un nuevo escándalo. El diario El País publicó que la tesis de doctorado presentada por Esquivel Mossa ante la Universidad Anáhuac, también es parcialmente un plagio.
Tal como ocurrió en la acusación de la tesis de licenciatura, la ministra, a través de su abogado, lo negó.
Sobre el caso de presunto plagio en tesis doctoral de la ministra Yasmín Esquivel, la Universidad Anáhuac informó que el reglamento vigente establece que a partir de los tres años siguientes de la emisión del acta del examen, no es posible llevar a cabo una acción que la cuestione.