Desde la época de los antiguos mayas, las zonas más profundas y remotas de las selvas sur de México apenas y han sufrido cambios, pero desde la construcción del ferrocarril, conocido como el Tren Maya, proyecto de la Cuarta transformación encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, esto está cambiando.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya ayudará a conectar a las comunidades indígenas y rurales, que durante generaciones se han visto dejadas en el olvido, privadas de los importantes beneficios económicos de la modernidad.
Sin embargo, de acuerdo con lo informado por el medio Reuters, según una multitud de científicos y activistas ambientales, el Tren Maya pone en riesgo la supervivencia de la selva virgen, además de los antiguos sistemas de cuevas debajo del suelo de la jungla.
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Ismael Lara, un guía que lleva a los turistas a una cueva que alberga a millones de murciélagos cerca de la Reserva de la Biosfera de Calakmul dijo que el ferrocarril “está partiendo la selva por la mitad”, y teme que el tren quebrante los frágiles ecosistemas y las rutas de la vida silvestre.
De acuerdo con las investigaciones que ha realizado Reuters respecto a la evolución del proyecto insignia del presidente, el cual está previsto para ser terminado a finales de 2023, las vías férreas por las que circulará el Tren Maya, que en total ascienden a mil 470 km, conectarán la península de Yucatán con el principal destino turístico de México, Cancún, y los antiguos templos mayas de Chichén Itzá y Palenque, a través de trenes diésel y eléctricos
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La construcción del Tren Maya se ha visto envuelta en controversias y discusiones debido a las críticas que enfrentan los países en desarrollo, quienes tienen la difícil tarea de ingeniárselas para equilibrar el progreso económico con la responsabilidad ambiental.
De acuerdo con la agencia de turismo de México encargada del proyecto, FONATUR, con el Tren Maya, más de un millón de personas saldrán de la pobreza, ya que se podrían crear hasta 715 mil nuevos empleos para 2030.
Hay que recordar que, en julio del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el costo de la construcción del ferrocarril se estimaba hasta en 20 mil millones de dólares, pero ahora con miles de millones de dólares por encima del presupuesto y retrasado, los científicos y activistas acusan una supuesta falta del gobierno en la evaluación de los riesgos ambientales, con el único fin de terminar el tren antes de que termine el gobierno de AMLO.
Y al contar como un proyecto de seguridad nacional, el estado podrá eludir las salvaguardias ambientales, advierte los expertos de las Naciones Unidas. Por lo que, le pidieron al gobierno a principios de este mes, que proteja el medio ambiente de acuerdo con los estándares globales.
En respuesta, la FONATUR declaró a Reuters que, “no se requieren años, se requiere experiencia, conocimiento y capacidad de integración”, al mismo tiempo que se negó a comentar sobre la declaración de la ONU.
LOS RIESGOS QUE REPRESENTA EL TREN MAYA
De acuerdo con Reuters, por la franja de hasta 14 metros de ancho por la que pasará el Tren Maya, se cortaran algunos de los ecosistemas más singulares del mundo, afectando a especies como los jaguares y los murciélagos, que quedaran en una situación vulnerable.
También, pasará por encima de un sistema de miles de cuevas subterráneas excavadas en el lecho de roca caliza blanda de la región, la cual ha sido moldeada por el agua durante millones de años.
Emiliano Monroy-Rios, un geoquímico mexicano de la Universidad Northwestern, quien ha estudiado extensamente las cuevas y cenotes de la zona, que sí la construcción no se realiza de la manera adecuada, se corre el riesgo de atravesar el suelo frágil, incluso en cuevas aún por explorar debajo, dice que ha estudiado extensamente las cuevas y cenotes de la zona.
También, informó sobre la posibilidad de que el diésel se filtre a la principal fuente de agua dulce de la península, la red de pozos y ríos subterráneos.
De acuerdo con los científicos entrevistados por Reuters, si se dañan los pozos y ríos subterráneos, se estaría limitando el descubrimiento de importantes hallazgos geológicos, ya que se estima que menos del 20% del sistema subterráneo ha sido mapeado.
Según los estudios de impacto ambiental del gobierno para la Sección 5, el tramo más controvertido, los impactos ambientales son "insignificantes", y han sido mitigados de forma adecuada.
En el estudio se informa que el área será observada a través de un programa de prevención, además de que el riesgo de colapso fue calculado en el planteamiento de la ingeniería de las vías.
Pese a estos informes, los científicos se han mostrado en desacuerdo, y a través de cartas abiertas han manifestado que las evaluaciones del proyecto están plagadas de problemas, entre los que destacan la inclusión de datos desactualizados, la omisión de cuevas descubiertas recientemente y la falta de aportes de expertos locales en hidrología.
Por su parte, la FONATUR sólo se ha limitado a comentar que el proyecto contemplaba la asignación de recursos para la atención de seguimiento en el futuro, en los que se incluían los programas para la protección del medio ambiente.
“El proyecto del Tren Maya por supuesto es seguro, monitoreado y regulado por las autoridades ambientales como ha sucedido hasta ahora”, dijo la agencia a Reuters.
(Con información de Reuters)
VGB