El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este martes una nueva misión internacional enfocada en la eliminación directa de pandillas en Haití. La resolución establece la transición de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) hacia una Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF). El documento recibió 12 votos a favor, mientras que China, Rusia y Pakistán se abstuvieron.
La iniciativa fue promovida por Panamá y Estados Unidos. Su implementación es inmediata. El presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Laurent Saint-Cyr, agradeció el respaldo internacional y afirmó que esta decisión representa un avance en la lucha contra los grupos armados que operan en el país.
La GSF buscará neutralizar a líderes pandilleros como Jimmy Chérizier, conocido como “La Barbacoa”, quien encabeza la alianza G-9 y Familia y mantiene control territorial sobre importantes zonas de la capital. Chérizier también dirige la coalición Viv Ansanm, una estructura criminal con amplio poder operativo.
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Composición, despliegue y alcance de la nueva fuerza
La GSF contará con hasta 5,500 integrantes policiales o militares, además de 50 civiles. Su mandato tendrá una duración inicial de doce meses. A diferencia de la MSS, esta nueva fuerza incorpora personal militar y no se presenta como una operación de mantenimiento de paz, aunque se coordinará con la Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas en Haití (UNSOH).
Los efectivos kenianos que encabezaban la MSS continuarán colaborando. A ellos se sumarán contingentes de otros países de Centroamérica y el Caribe. La resolución indica que la GSF deberá proteger infraestructuras estratégicas como puertos y el aeropuerto de Puerto Príncipe, que permanecen bajo control de las pandillas.
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El texto permite que la GSF actúe de forma independiente para enfrentar a los grupos armados, aunque también establece que debe coordinarse con la Policía Nacional de Haití (PNH). Este doble enfoque genera tensiones sobre el grado de autonomía real de la misión.
La Barbacoa: objetivo prioritario de la misión internacional
Jimmy Chérizier figura entre los objetivos principales de la GSF. Nacido en Puerto Príncipe y exmiembro de la policía nacional, Chérizier lidera el G-9 y Familia, una federación de nueve pandillas creada en 2020. Posteriormente, consolidó una coalición más amplia llamada Viv Ansanm, con capacidad de acción en distintas zonas de la capital.
Tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, su influencia aumentó. Ha utilizado redes sociales para difundir sus mensajes y promover una campaña contra el gobierno. En años recientes encabezó bloqueos al suministro de combustible y protagonizó enfrentamientos con cuerpos de seguridad.
Estados Unidos le impuso sanciones y lo acusó formalmente de financiar actividades ilegales desde el extranjero. Ofrece una recompensa de cinco millones de dólares por información que permita su captura. También se le vincula con la masacre de La Saline en 2017, donde murieron al menos 71 personas.
Antecedente inmediato: el cierre de la MSS
Contexto: La MSS terminó operaciones el 2 de octubre de 2025, luego de quince meses de despliegue. Se había aprobado en 2023 con el objetivo de apoyar a la policía haitiana, pero no logró avanzar en su propósito. De los 2.500 efectivos proyectados, solo llegaron a desplegarse unos 970, la mayoría provenientes de Kenia.
Durante ese periodo, la MSS no recuperó ninguna zona controlada por pandillas. De las doce bases planificadas, solo funcionaron tres. Saint-Cyr reconoció que los recursos disponibles y el esfuerzo de la MSS no fueron suficientes para contener el avance de los grupos armados.
La expansión de las bandas continuó durante el tiempo en que operó la MSS. Grupos como Viv Ansanm ampliaron su control territorial en departamentos como Artibonite y el Centro, lo que consolidó su presencia en áreas clave del país.
Situación actual y dificultades para la nueva misión
A finales de septiembre de 2025, el 90% de Puerto Príncipe está bajo control de grupos armados. En el primer semestre del año, se registraron 4,026 homicidios, lo que marcó un aumento del 24% respecto al mismo periodo del año anterior. Más de 1.3 millones de personas quedaron desplazadas internamente.
La resolución que da origen a la GSF establece que esta debe actuar conforme al derecho internacional y los derechos humanos “según proceda”. Organizaciones defensoras de derechos expresaron preocupación por esta fórmula, ya que consideran que no garantiza protección suficiente a la población civil.
La nueva fuerza también enfrenta obstáculos financieros. Su presupuesto depende de aportaciones voluntarias de los países participantes. Este esquema ya presentó problemas durante la MSS, que solo obtuvo 115 millones de los 600 millones previstos para su primer año de operaciones.
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Diferencias clave entre la MSS y la GSF
La MSS tuvo como misión principal apoyar a la policía nacional en la recuperación del orden. En cambio, la GSF se orienta directamente a desmantelar estructuras criminales. También se diferencian en su composición: mientras la MSS estuvo integrada mayoritariamente por policías, la GSF incluye personal militar.
La GSF tiene autorización para actuar de manera autónoma, aunque en otros puntos de la resolución se indica que debe subordinarse a la PNH. Además, se constituyó sin el sello de misión de paz de la ONU, lo cual representa un cambio en el enfoque institucional.
El número de efectivos previstos también se amplió. Mientras la MSS proyectó 2.500, la GSF podrá desplegar hasta 5.500. La protección de infraestructuras como puertos y aeropuertos figura entre sus tareas prioritarias, dado que actualmente están bajo el control de grupos armados.
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