A un mes de haber iniciado su gobierno, el primer ministro británico, Keir Starmer, enfrenta su primera turbulencia. Este sábado, manifestantes de ultraderecha protagonizaron enfrentamientos con la policía en diferentes ciudades del Reino Unido, entre ellas Liverpool y Mánchester.
Las protestas que han dejado como saldo decenas de personas detenidas, están marcadas por campañas de desinformación antiinmigrantes y antiislámicas sobre la muerte de tres niñas apuñaladas el pasado lunes 29 de julio.
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En las ciudades de Liverpool y Mánchester, se registraron actos violentos durante las protestas. Los policías fueron agredidos con sillas, bengalas y ladrillos, reportan medios de comunicación británicos.
En redes sociales se difunden imágenes y videos de estos hechos violentos que tienen en vilo a la comunidad musulmana británica. Hoy fue el cuarto día de disturbios en Reino Unido tras la muerte de tres niñas apuñaladas en Southport, en la costa cerca de Liverpool.
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La propagación de rumores e información falsa sobre la religión e identidad del supuesto atacante provocó que la protesta se tornará más violenta. El atacante fue identificado como Axel Rudakubana, de 17 años, nacido en Reino Unido. Es acusado de varios cargos de asesinato e intento de asesinato.
Consignas antiislam en las protestas
Medios británicos informaron que en ciudades como Hull, al noreste de Inglaterra y Belfast, en Irlanda del Norte, las protestas estuvieron plagadas de consignas y actos antiinmigrantes y antiislam. En Hull los manifestantes rompieron las ventanas de un hotel en el que se alojan inmigrantes y en Belfast, chocó un grupo antiislámico y uno antirracismo.
-Los antiislámicos coreaban canticos como: “Ustedes ya no son ingleses”
-Los antirracismo cantaban “fuera de nuestras calles escoria nazi”.
En Londres, 111 personas fueron detenidas frente a la residencia de Starmer en Downing Street.
Reacción del primer ministro británico
Ante la ola de violencia, Keri Starmer, el primer ministro de Reino Unido, ordenó a la policía tomar las “todas las acciones necesarias” para reestablecer el orden. Y acusó a los “matones” de “secuestrar” el dolor de la nación para “sembrar el odio”.
Aseveró que los que incurran en actos de violencia “se enfrentarán a todo el peso de la ley”.
La primera manifestación violenta en el país ocurrió el pasado martes, cuando una muchedumbre arrojó ladrillos contra una mezquita en Southport. La policía señaló como los culpables a la disuelta Liga de Defensa Inglesa (EDL), una organización antiislámica fundada hace 15 años.
Medios de comunicación británicos indicaron que los ministros del país tenían previsto reunirse este sábado para debatir la posibilidad de que se produzcan nuevos disturbios generalizados.
Por su parte los políticos laboristas (el partido del primer ministro) acusaron al líder del partido antiinmigración Reform UK, Nigel Farage, de avivar los problemas.
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VGB