De cara a la elección presidencial del 4 de febrero en El Salvador, en la que Nayib Bukele busca la reelección, el diario El Faro reveló una trama de conspiración y pactos por debajo de la mesa entre un pandillero salvadoreño radicado en el exilio y su gobierno, en la cual, se menciona la intervención del Cártel Jalisco Nueva Generación en territorio mexicano y las autoridades de Estados Unidos.
El foco de esta trama gira sobre el nombre de Élmer Canales Rivera, alias Crook, líder nacional de la Mara Salvatrucha-13, quien tras ser arrestado y sentenciado en El Salvador a 40 años de prisión, fue liberado en secreto bajo órdenes de Nayib Bukele en noviembre de 2021, luego de que este negociara acuerdos secretos con los líderes de las tres principales pandillas del país.
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Su liberación se realizó en secreto debido a que el gobierno de Estados Unidos había emitido una solicitud de extradición en su contra, por lo que, tras pactar con él y su pandilla, Nayib Bukele habría ordenado su liberación ilegal y posterior traslado a Guatemala a finales del 2021, a partir de cuándo le habrían perdido la pista.
No obstante, con las críticas por su liberación y con la presión encima por saber que Estados Unidos continuaba al acecho del pandillero de la Mara Salvatrucha, Nayib Bukele se vio en la necesidad de negar que había pactado con Crook para su liberación, y para ello, necesitaba volver a capturar al líder criminal que había liberado hace dos años de manera ilegal.
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Dos frentes se abrieron para la captura de uno de los líderes de las pandillas en el Salvador, cuyo paradero se presumía en Centroamérica o México; por un lado, el gobierno de Estados Unidos, por el otro, el gobierno de El Salvador. Y siendo el más urgido por su captura, Nayib Bukele, quien buscaba callar las críticas en su contra por sospechas de pactar con las pandillas, no le quedó otra que recurrir a canales de búsqueda poco convencionales.
Para ello, el gobierno de Bukele recurrió al bajo mundo, primero líderes pandilleros, luego coyotes y traficantes de personas, pero ante la negativa de estos para aceptar el trabajo de recapturar a Crook y entregarlo vivo al gobierno de El Salvador, no les quedó de otra que buscar canales más grandes como el Cártel Jalisco Nueva Generación en México.
Es ahí donde entra el protagonista de esta historia de conspiración y pactos por debajo de la mesa entre el gobierno de Nayib Bukele y un pandillero salvadoreño radicado en el exilio, expuesta por el diario El Faro, el cual señaló que la negociación se llevó a cabo entre el jefe de la División Élite Contra el Crimen Organizado (DECO) de El Salvador, Raúl Eduardo Reyes Escuintla, y Rafael Eduardo J., alias “Rafa” o “Chafa”, líder de la pandilla salvadoreña Barrio 18 Sureños.
Rafa, quien es identificado como uno de los líderes de la pandilla Barrio 18 Sureños, se encontraba viviendo en el exilio en un país centroamericano, prófugo de la justicia desde el 2016, cuando fue acusado de extorsión, pero cuando las autoridades salvadoreñas lo contactaron mediante un coyote que tenía su contacto, no desaprovecho la oportunidad y se sentó a negociar con ellos para ayudarles con la captura de Crook.
Rafael fue buscado porque, pese a encontrarse en el exilio, poseía conexiones con otras organizaciones criminales tanto en EL Salvador como en otros países centroamericanos e incluso en México, donde presuntamente, pactaría como intermediario entre el gobierno de Bukele y el CJNG, para que la organización criminal mexicana, una de las más peligrosas del mundo capturan a Crook y se los entregarán en una locación secreta.
El incentivo para Rafael fue su hermana, quien, pese a no estar involucrada con las pandillas, fue arrestada por las autoridades salvadoreñas bajo el Estado de Excepción en 2019 sin que se le hiciera un juicio o se le encontraran pruebas por algún delito, únicamente por su afiliación parental con el líder la pandilla Barrio 18 Sureños. Además de eso, Rafael pidió dinero, el cual el gobierno salvadoreño accedió a pagar, según las llamadas y mensajes revelados por el medio El Faro.
El CJNG cobraría más de un millón de dólares por capturar a Crook y entregarlo al gobierno de Bukele, además de dinero para viáticos y traslado, solo faltaba coordinar los tiempos y que la hermana de Rafael fuera liberada. Su liberación, la cual habría sido autorizada por Bukele, ocurrió de manera ilegal (sin juicio o sentencia de por medio) y luego de trasladarla fuera de El Salvador, solo quedó pendiente la captura de Crook.
Sin embargo, la trama tuvo un giro inesperado y desagradable para el gobierno de Bukele, pues Rafa los engañó y en lugar de negociar con el CJNG se comunicó con el gobierno de Estados Unidos, quien también estaba al acecho de Crook, y logró un pacto con ellos para que él y su hermana pasaran a quedar bajo su protección, Crook fue capturado a finales de 2023 en Chiapas, México, dejando al gobierno de Bukele con la cara en blanco.
No solo eso, sino que, Rafael, quien desde que el gobierno de Bukele lo contactó para que se encargara de la captura de Crook grabó las conversaciones y mensajes, decidió entregar las pruebas de los negocios turbios de Bukele con las pandillas salvadoreñas al diario El Faro, quien expusó los audios e imágenes de los mensajes que prueban la veracidad de esta historia de conspiración y tratos bajo la mesa entre el gobierno de El Salvador y un pandillero que al final los engaño y los dejo sin el botín electoral que suponía la captura de Crook.
VGB