El Salvador se ha convertido en un caso de estudio a nivel mundial, sobre todo en los últimos meses que dejó de ser la "capital del crimen" y ya no encabeza las listas como el país más inseguro del mundo; un análisis de Latinometrics explica cómo el país fue transformando sus índices de crimen a cifras no vistas en décadas.
No obstante, aunque el Presidente Nayib Bukele considera que El Salvador se convirtió en el país más seguro de América Latina, esto no es del todo cierto, pues es el segundo mejor evaluado en el hemisferio occidental. En 2022 registró 7,8 homicidios por cada 100,000 habitantes, situándose en tasas mucho más bajas a las de 2015, algo que muchos achancan al "Método Bukele" con el que se ha decretado una lucha contra las pandillas, organizaciones criminales que dominaban a la población salvadoreña.
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Esta estrategia de seguridad ha incluido como estandarte la nueva prisión para miles de pandilleros. Este Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), considero como el centro penitenciario más grande del continente americano, tiene capacidad para 40,000 reclusos y es ahora uno de los más virales en el mundo, pues tiene estrictas reglas que, muchos consideran, atentan con los derechos humanos de los presidiarios, debido proceso legal y hayan sido detenidas únicamente por sospechas de estar involucradas en pandillas, lo que podría implicar la existencia de casos de personas inocentes entre los reclusos.
Sin embargo, esta estrategia se refleja en el aumento significativo en la población carcelaria del país. En apenas unos pocos años, la cifra se ha triplicado, llevando la tasa de encarcelamiento de El Salvador a 1,600 por cada 100,000 habitantes, es decir, el 1.6 por ciento de la población, esta tasa es extraordinariamente alta y supera con creces a cualquier otro país del mundo, siendo el doble de la segunda tasa más elevada, que corresponde a Cuba.
¿Funciona la mano dura contra el crimen?
La "metamorfosis" de seguridad de El Salvador se enfoca en la última década, pero empezó a la baja antes del enfoque de mano dura de Bukele; su tasa de homicidios se ha logrado colocar como un lugar más seguro, incluso, que Estados Unidos, y como el segundo lugar en el hemisferio occidental mejor evaluado, solo detrás de Canadá.
Viendo esas métricas, Latinometrics muestra por qué la popularidad de Nayib Bukele crece cada día más, sobre todo ahora que se encamina a una reelección, siendo considerado por algunas fuentes como el líder más popular del mundo en 2022-2024.
Desde su régimen de excepción, un indicador que ha mostrado que la seguridad disminuye en El Salvador es el número de personas que abandonan el país, pues este ha reducido hasta en 37 por ciento, según detenciones en la frontera de Estados Unidos en 2023.
A pesar de su data favorable, tanto la comunidad internacional como los ciudadanos salvadoreños mantienen la incertidumbre sobre la capacidad de mantener un equilibrio entre la seguridad pública y el respeto por los derechos individuales, por lo que la evolución de El Salvador en los próximos años seguirá siendo un tema de discusión a corto plazo.