Desde hace dos semanas el mundo ha estado atento al desarrollo del conflicto entre las dos puntas hegemónicas, Estados Unidos y China, por el escándalo del presunto espionaje de Pekín con globos espía, en territorio estadounidense, método que habría utilizado el régimen de Xi Jinping para monitorear y recopilar información en los cinco continentes. El gobierno de Joe Biden ha prendido las alertas por la presunta violación a la soberanía del espacio aéreo norteamericano y las relaciones bilaterales se tensaron a tal nivel que se ha llegado a hablar del preámbulo de una hipotética tercera guerra mundial, que tomaría a los estadounidenses en desventaja en municiones y capacidad militar, toda vez que no ha dejado de ayudar a Ucrania en su defensa de su territorio ante la invasión de Rusia.
China y Estados Unidos están enfrascados así en una competencia que derivó en la Chip War y robo de información ante la escasez de componentes electrónicos para el desarrollo de chips, clave para la industria automotriz y muchas más; y ahora la crisis de los globos espía estira demasiado las siempre difíciles relaciones diplomáticas entre las dos potencias económicas, lo que lleva a muchos analistas a temer que se puedan romper los diálogos y entonces sí ver una escalada en amenazas que derivarían en posible enfrentamiento militar de proporciones bíblicas: una siempre latente tercera guerra mundial.
Estados Unidos ya acusó a China de haber estado trabajando desde hace años en un "programa" de globos espía que ya han sobrevolado varias regiones, incluida Latinoamérica, y señaló que hasta la fecha tienen conocimiento de que cinco aparatos de este tipo han sobrevolado su territorio. Así lo explicó John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, en una comparecencia ante los medios en el centro de prensa extranjera.
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"Este es un programa en el que los chinos han estado trabajando durante varios años. Ellos (los chinos) han intentado mejorarlo, lo han hecho crecer y lo han incrementado, todo con el objetivo de obtener información de inteligencia", afirmó.
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CHINA VOLTEA LA TORTILLA
Pero mientras Estados Unidos se encargó de derribar un globo aerostático chino que se encontraba sobrevolando una parte de la costa noroeste del país, la potencia asiática emprende la construcción de la nueva estación satelital en la Antártida.
De acuerdo con especialistas esta nueva estación servirá al Servicio Nacional de Aplicaciones Oceánicas por Satélite (NSOAS) de China quienes ya cuentan con otros ocho satélites en órbita para la observación oceánica y que sirven para el análisis y explotación de recursos, estudios de la ecología costera y vigilancia de fenómenos naturales.
Después de esto, China urgió este miércoles a Estados Unidos a que mantenga una percepción "objetiva y racional" y una política más "activa y pragmática" respecto al país asiático, en un momento de fuerte tensión entre ambas potencias derivada de la crisis de los globos espía.
"En sus relaciones con Estados Unidos, China mantendrá una política basada en el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación pero defenderá también su soberanía, seguridad e intereses de desarrollo", aseguró hoy la portavoz de Exteriores Mao Ning en una rueda de prensa.
OTRA VUELTA A LA TORTILLA
Ahora, Pekín pidió este martes a Washington que lleve a cabo una investigación a fondo y que dé explicaciones sobre los “vuelos ilegales de globos” que Estados Unidos supuestamente realiza sobre otros países, entre ellos China.
“Estados Unidos debería llevar a cabo una investigación a fondo y dar explicaciones sobre los vuelos ilegales de globos que realiza sobre otros países, incluyendo China“, aseveró en conferencia de prensa el vocero de Exteriores, Wang Wenbin.
Wang volvió a reiterar que “al menos diez globos estadounidenses sobrevolaron China y otros países” desde mayo de 2022.
“Ayer ofrecimos esta información y, por lo que veo, Estados Unidos no lo ha negado completamente. Simplemente, deberían dar explicaciones”, señaló.
Entretanto, Estados Unidos asegura haber recuperado el mecanismo electrónico y los sensores clave del presunto globo espía chino que derribó el pasado 4 de febrero.
El globo gigante, que Pekín negó que fuera un dispositivo del gobierno utilizado para la vigilancia, fue derribado por un avión de combate estadounidense frente a las costas de Carolina del Sur después de que sobrevolara el país durante una semana.
El gobierno estadounidense acusó a China de desarrollar un programa militar de espionaje a través de globos enviados a 40 países de los cinco continentes, por lo que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, canceló un viaje previsto a Pekín.
Por su parte, el gobierno chino aseguró que el primer objeto derribado era un globo meteorológico que se desvió de su trayectoria y denunció que al menos diez globos estadounidenses sobrevolaron China en el último año.
Mientras, uno de los aliados estadounidenses en Asia, Taiwán, afirmó que cada año su país sufre incursiones de globos chinos en su espacio aéreo, pero que son meteorológicos y no representan “una amenaza para la seguridad”.