La Silla Rota obtuvo el video completo del asesinato de Ximena García y José Muñoz, secretaria particular y asesor de la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
En el mismo se puede confirmar un elemento nuevo: el tirador usó silenciador.
A pesar de que el doble homicidio ocurrió en la concurrida calzada de Tlalpan, por la mañana y con el ruido de los coches, el sicario eligió usar una pistola con silenciador.
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De acuerdo con la mecánica de hechos elaborada por investigadores de la Fiscalía capitalina, asentada en la carpeta de investigación 00191, el sujeto esperó 2 minutos 39 segundos en la avenida antes de abrir fuego contra las víctimas, primero contra Ximena y luego contra José.
Retraso en la alerta
Aunque el arma fue detonada con silenciador, un trabajador de limpia percibió el sonido y se escondió detrás de su carrito metálico.
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El uso del silenciador, según agentes del equipo interdisciplinario que indagan el caso, cobra relevancia porque el sicario buscaba entorpecer el tiempo de reacción de la Policía preventiva y del 911.
Como la cámara del C2 Sur que estaba apostada frente al lugar de los hechos no funcionó, lo que ha derivado en una investigación, el primer reporte vino de un testigo, lo que ocurrió hasta tres minutos después del ataque.
Tiempo suficiente para que el sicario corriera hasta donde un cómplice lo esperaba a bordo de una motocicleta encendida.
El verdugo esperó dos minutos
Según el video, elemento sustancial de la indagatoria, minutos antes de la agresión el tirador fingió ser un trabajador de la construcción y esperar por un taxi sobre Tlalpan; incluso dos veces simuló que hacía la parada a automóviles para que sus objetivos no lo detectaran a tiempo.
José salió caminando del bajo puente, a la altura de la estación Xola del Metro y avanzó hacia el vehículo en que Ximena lo esperaba.
El asesor del gobierno capitalino llevaba un maletín que contenía documentos y una tableta electrónica.
Videos de días previos, en análisis
Por otro lado, las autoridades analizan las imágenes del 14 de mayo pasado, en el mismo lugar de los hechos, donde fue captado un individuo vestido como el tirador.
Aunque éste se ve más delgado que el tirador, se piensa que podría ser el mismo y que el asesinato estaba planeado para esa fecha, pero que José no llegó.
Por medio del sistema de reconocimiento facial, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Ciudadana ya cuentan con un probable nombre del tirador, sin embargo, hasta el momento no hay detenciones.
El rastreo se concentró en Tonanitla y la región de Zumpango, ambos municipios del Estado de México, pues en esa zona se captó por última vez una imagen de la camioneta Nissan blanca en la que huyeron los responsables.
Otra usada como “muro”, una Nissan Kicks azul, fue abandonada minutos después del crimen en San Juanico, Iztacalco, pero los operativos allí tampoco han dado frutos.
Los investigadores no han recuperado ni el arma ni el silenciador, pero por el análisis del rayado que dejó al detonar muestran que no fue usada en otro delito.
Fue comprada exprofeso para ultimar a Ximena Guzmán y José Muñoz.
Aunque el móvil no ha sido perfilado, el asesinato de los funcionarios luce como un mensaje de desafío, por parte de la delincuencia organizada, a la jefa de Gobierno, Clara Brugada y a Morena.
