El papel fundamental de los penales, reclusorios o cárceles en los que las sociedades confinan a las personas que han cometido algún tipo de delito, como robo, secuestro, extorsión, fraude, agresiones físicas, violencia familiar, narcomenudeo, entre otros; es el de funcionar como centros de reinserción social, aunque muchas veces esa parte queda olvidada en los penales del país.
Al respecto, la activista, Saskia Niño de Rivera, cofundadora y vocera de la organización Reinserta, ha compartido su experiencia al visitar un penal de máxima seguridad en la Ciudad de México para mostrar cómo se hace la parte de la reinserción social en las cárceles del país, sin necesidad de tratar a las personas privadas de su libertad de manera inhumana.
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La activista inicia su visita con la reflexión de que no es necesario llevar a los extremos la impartición de justicia, vista como venganza, para que podamos reconstruir el tejido social dañado por la comisión de un delito. Donde por un lado, las víctimas pierden algo, y los delincuentes su libertad y sus derechos.
Esto último, como reflexión de que la labor de las cárceles no es la de torturar o dañar a los reclusos, sino la de proveerles las herramientas para reconstruir sus vidas y que eventualmente, cuando salgan, puedan dedicarse a otra cosa que no sea aquello que los llevó a perder su libertad.
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La activista destaca que el deporte funge un papel fundamental en la reconstrucción de la vida de las personas privadas de su libertad, quienes lo ven como una salida a las drogas y vicios y a partir del cual pueden ser de ejemplo para sus familias, sirviendo para alejarlas del crimen y que eventualmente ellos también caigan en prisión.
Otra parte importante de la reinserción social, es la industria penitenciaria, con la cual, las personas privadas de la libertad pueden contribuir al ingreso de sus familias evitando que aquellos que dependían de ellos caigan en la necesidad y posiblemente se vean orillados a delinquir. Además esta parte ayuda a que paguen la reparación del daño a sus víctimas, pues los dota de un trabajo remunerado mientras están en prisión.
“Cuando hablamos de reinserción social, es importantísimo que hablemos del vínculo familiar y que puedan seguir apoyando a sus familias, si no, no podemos seguir hablando de reinserción social”.
También destaca la educación como fuente para evitar la criminalidad, por lo que es importante que las cárceles las personas puedan completar su educación para que una vez salgan tengan herramientas que les permitan tener oportunidades de integrarse a la sociedad y que no vuelvan a caer en la criminalidad.
“La justicia no es venganza, cuando tú te vengas de alguien estás fomentando el enojo, el odio, nos estamos poniendo a la par (de quien delinque),…, es importante fomentar la dignidad humana para que se restablezca el tejido social”.
VGB