El director de la Facultad de Derecho, Raúl Contreras Bustamante, considera que el mayor problema de la UNAM es el presupuesto insuficiente con que cuenta para cubrir temas como el del aumento de la matrícula. “Siempre se le exige a la universidad que abra sus puertas para tratar de cobijar a más alumnos. Este es un reto se ha cumplido bien. Por ejemplo, en esta Facultad de Derecho estamos atendiendo a 40% más alumnos de los que se atendían en 2016 cuando yo entré. Esa es una realidad”, presume en entrevista con La Silla Rota.
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“El problema es que lo hacemos con el mismo presupuesto que es muy importante, (pero) es insuficiente y la verdad es que para poder atender esta demanda y esta expectativa que tiene la sociedad en la UNAM necesitamos de más recursos”.
COBERTURA COMPLETA: SUCESIÓN EN LA UNAM
Otro tema que debe atender quien sea el siguiente rector o rectora, es la defensa de la autonomía, una de las razones por las cuales busca el cargo, luego de que el Consejo Técnico de la Facultad le exigió que lo contendiera.
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“El mandato que yo recibí de mi Consejo Técnico en mi Colegio de Directores es que la persona que ocupe la rectoría tiene que ser un defensor convencido de la autonomía, el principal atributo que tiene la universidad y que le ha permitido desarrollarse y estar hoy considerada de las mejores del mundo, compitiendo con universidades privadas y que cobran colegiaturas elevadísimas y que sin embargo lo hemos hecho y hemos estado demostrando que podemos dar educación masiva sin demérito de la excelencia”.
Entre las propuestas de Contreras está la de llevar a la UNAM a los primeros 50 lugares del ranking de las primeras universidades del mundo.
Entrevistado en su oficina de la Facultad de Derecho, donde tiene retratos de Justo Sierra y Mario de la Cueva, y figuras de Benito Juárez y Venustiano Carranza, recuerda haber cumplido 51 años de que ingresó a la UNAM como estudiante y en donde ha sido líder juvenil.
Además, cuenta con grados académicos de licenciatura, maestría y doctorado y ha ocupado cargos en la administración universitaria y pública, lo que considera le da un plus para dirigir a la UNAM.
“La universidad desde luego que tiene distintas facetas. Uno puede tener una vida 100 por ciento universitaria y es bastante loable, pero en el caso de la carrera que elegí que es la de abogado, quien no tiene una experiencia en la práctica, queda solamente en un aspecto teórico y la persona que ocupe la rectoría no solamente tiene que ser buen académico, que lo tiene que ser, tiene que tener las actitudes para administrar una comunidad de 373 mil alumnos, 42 mil profesores, más de 20 mil trabajadores".
“Que administre un presupuesto importantísimo de 52 mil millones de pesos y que tiene que establecer una relación muy armónica con los tres poderes de gobierno y con todos los órganos, federal y de la ciudad. Así que la actividad que implica ser rector exige y debe ser un requisito quien aspire a ocupar la rectoría tiene que haber sido el líder de una comunidad académica y de tener un respaldo y un reconocimiento en ello”.
Su motivación
¿Cuál es su principal motivación para buscar ser rector de la UNAM
Tengo la experiencia como universitario. Desde hace más de 51 años entré a la preparatoria 6 Antonio Caso y me gusta comprobarlo -dice, mientras recita su número de cuenta.
“Estudié el bachillerato, la licenciatura y el doctorado en esta facultad. Fui líder estudiantil en preparatoria, en la licenciatura fui el presidente, tengo 34 años de dar clases de manera ininterrumpida y de esos 34 años, 20 he sido consejero técnico de la facultad. Mi actividad profesional ha abarcado diversas responsabilidades, algunas muy importantes en el gobierno federal y en el de la ciudad. Es un plus”.
“En el gobierno federal no solamente en el Poder Ejecutivo sino también en el Congreso de la Unión y como Oficial mayor de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado y con toda la experiencia y los conocimientos que he acumulado, porque siempre tuve responsabilidades, no dejé de venir a dar clases y no dejé de estudiar”.
“Tenemos dos doctorados en Derecho, soy investigador del Sistema Nacional nivel tres. Toda esa experiencia la puedo poner al servicio de mi Alma Mater para que la universidad tenga un rector que reúna las capacidades de ser un buen académico, un buen profesional y tener una buena experiencia”.
¿Piensa que ya se debe romper este hilo de tres médicos consecutivos, que hace falta más un abogado sobre todo en estos tiempos?
El rector Enrique Graue hizo una declaración hace unos días que me gustó. La rectoría no es un tema ni de profesiones ni de géneros. Tengo un gran respeto por la labor que han hecho los tres últimos rectores, de alguna manera cada que hay un proceso para renovar, la Junta de Gobierno elige a la persona que en ese momento es la más adecuada y no creo que eso tenga que ver con que esa persona tenga un origen determinado.
Siempre hay presiones del poder
¿Cuáles son las principales riesgos para la autonomía?
Yo soy un estudioso de la historia de la universidad desde que se creó en 1551. Hay un libro que me gusta mucho citar de Humberto Musacchio que relata que la universidad siempre estuvo sometida a las presiones del gobierno virreinal. Lo mismo sucedió durante la etapa independiente y en el siglo pasado. La conquista de la autonomía no fue un obsequio, ni algo que se haya dado de manera generosa, se conquistó.
“Siempre ha tenido que defenderse, entonces no interpreto que sea este momento característico, sino que la autonomía siempre ha estado sometida a esta relación dialéctica con los grupos de poder y siempre estará como asignatura pendiente, saberla ejercer, defender y preservar”.
¿Hay algún planteamiento suyo de cómo resolver este tema de los recursos, qué propuestas tiene al respecto?
En mi programa hay un eje que en materia administrativa hablo de muchas cosas. Por ejemplo la defensa de la autonomía no nada más es ejercerla, sino también cuidarla y es que la universidad tiene que ser muy transparente y rendir cuentas muy eficientes al pueblo en México de cómo se gastaron los recursos. Habrá que hacer una labor de austeridad, de evaluar cómo se están haciendo las cosas, de hacer programas operativos anuales para tratar de distribuir el presupuesto de mejor manera.
“Se aplica a veces de manera muy inercial y una vez que se encuentren estas potencialidades, hacer una gestión ante las autoridades hacendarias, entre el Congreso de la Unión para mostrar cuáles son las metas que se pretende cubrir y cuáles son los recursos que se requieren. Y si se hace un buen planteamiento las autoridades tendrán que hacerlo porque también es parte del interés de las autoridades que la universidad pueda atender cada vez mejor a los alumnos y seguir teniendo este reconocimiento no solamente nacional, sino internacional”.
Asegura que él la hacía cuando fue Director General de Programación, Organización y Presupuesto en la Secretaría de Salud tres años con Jesús Kumate, se dedicaba cada año a ir a la Secretaría de Hacienda a conseguir recursos.
¿Y los conseguía?
Lo hacía bien, eso puede usted preguntarles ahí a los médicos que hay muchos que están por aquí, que me conocen desde aquella época y tenía fama de ser un buen gestor, era bueno, conseguía buenas plazas para investigación.
Otro tema que preocupa y que ha emergido entre los aspirantes es el de los docentes de asignatura, ¿qué hacer para mejorar sus condiciones?
A ver, yo fui director de Recursos Humanos en la Secretaría de Salud, mi impresión es que hay que hacer un análisis comparativo de cuánto se paga por un profesor de asignatura no solamente aquí sino comparativamente con otras universidades públicas y privadas. Primero hay que saber si lo que pagamos a los profesores de asignatura por una clase es mucho y también revisar las políticas públicas. Si efectivamente usted tiene la posibilidad de contratar un profesor por materia y le encarga que ese mismo día de tres materias y se está ocho horas frente a grupo, quizás estemos hablando de que hay un despropósito y un desnivel de lo que ganaría un profesor de carrera.
“Pero si utilizamos esa plaza para contratar no al mismo maestro, sino a cuatro más al mismo tiempo, a lo mejor no tendríamos ese señalamiento de que pagamos insuficiente y mal, hay que revisarlo. En los casos de los profesores que lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo hay que hacer una gestoría para tratar de revisar y regularizar su situación porque finalmente tampoco ellos son responsables y las escuelas le den cargas horarias demasiado fuertes”.
Sin legislación para proteger a víctimas de violencia de género
Otro tema que incluso causó algunos cierres de escuelas en años recientes es el tema de la violencia de género, ¿qué propone ahí, porque hay gente que dice que se ha trabajado, sin embargo, quizá en lo que se coincide es que faltan las sanciones?
Para evitar estos casos que haya conciencia y dos para sancionar en mi programa de trabajo lo pongo. La formación de ser abogado, de dirigir más de siete años esta facultad y de ser el presidente de la Comisión de Legislación Universitaria propongo y es una de las cosas que distingue mi programa de los demás, es actualizarla.
“En este tema la universidad no tiene legislación para proteger a las víctimas y deberíamos tenerla. Los directores de las Facultades y Escuelas tampoco tenemos facultades, normativas para establecer medidas que protejan de manera rápida y eficaz a las alumnas, porque así está la legislación y efectivamente, los contratos colectivos son proteccionistas de los trabajadores y académicos, entonces hace falta una revisión”.
Menciona que en la Facultad de Derecho sí aplican las medidas cautelares porque saben Derecho, invocan la convencionalidad y ejemplifica con un caso, el del ex presidente del Tribunal Universitario, [Eduardo López Betancourt, a quien no menciona], por un presunto caso de acoso.
“Tuvimos un caso muy señalado en donde un profesor muy afamado, fue vinculado a proceso en 48 horas. El Consejo Técnico lo destituyó como consejero, era presidente del Tribunal y sigue el juicio, pero la alumna puede venir a tomar clases y ya es profesora. Con toda la libertad porque se le dio una medida de protección para que ni siquiera pudiera tener posibles vulneraciones”.
“Por experiencia, con mucho cuidado, respetando la presunción de inocencia y bien legislado pudiéramos revisar esas medidas para que no nos quedemos nada más con la cultura de la denuncia y se pueden tardar como este caso, que lleva más de tres años y no termina y que cuando termine a lo mejor la alumna ya ni siquiera lo es, porque ya terminó su carrera y no recibió la justicia que se esperaba. Hay mucho que trabajar”, admite.
¿Este profesor se defendió como un gato boca arriba?
Se sigue defendiendo y le seguimos respetando su presunción de inocencia, pero ya no da clases, está suspendido, pero no se le rescindió la relación porque él sigue gozando de la presunción de inocencia en tanto no termine el proceso. Está vinculado en un juicio penal entiendo que, por dos delitos, pero se han interpuesto muchos recursos y no ha habido una sentencia
¿Pero eso es algo que más que nada hace la facultad?
Bueno, aplicamos la convencionalidad a la protección de la víctima, añade.
La entrevista fue hecha antes de que el 21 de septiembre Raúl Contreras cesara al secretario de la Facultad de Derecho, Ricardo Rojas Arévalo. Lo anterior ocurrió luego de que Rojas insultara a la directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses, Zoraida García, el pasado 20 de septiembre, durante un conversatorio.
"El presidente tiene derecho a criticar a la UNAM"
¿Qué nos puede decir de esto de esta relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador donde se lanza y ataca a la UNAM y dice que se ha derechizado, cómo lo ve, con su experiencia de varios gobiernos?
Bueno, primero que nada el presidente es egresado de esta casa de estudios, ¿por qué no tendría el derecho de opinar o de criticarla? Es parte de ella, de su comunidad. Muchas de las cosas que dice son tomadas en cuenta y a lo mejor nos sirven para tomar nota y procurar las cosas.
“En lo de la derechización, siempre he dicho que cuando podemos demostrar que el 80 por ciento de los alumnos provienen de familias de muy escasos recursos y esta es la gran oportunidad de vencer esas condiciones adversas de origen, es imposible que pudiéramos decir que tenemos una facultad derechizada con una comunidad con estas dificultades y estos orígenes".
“Seguimos dándole mucho énfasis al derecho público. Integramos al nuevo plan de estudios la materia de Derecho indígena como obligatoria, seguimos dando Derecho agrario, obviamente el Derecho constitucional no se puede quitar, es mi materia, imagínese que dijera que yo aceptara que ya no damos constitucional. La visión que tenemos sobre la formación de los jóvenes, siempre he dicho que aquí no formamos licenciados en derecho ni abogados, formamos juristas al servicio de las mejores causas de México".
“Aquí hay estudiantes que salen a ser jueces, fiscales, embajadores, litigantes. Si no tenemos vocación de formar jóvenes para que se pongan al servicio de quienes pueden pagarle sus honorarios, sino que muchos de ellos trabajan en el servicio público. Acabamos de firmar un convenio con la Suprema Corte de Justicia para que nos den 100 becas, 100 estudiantes de cada generación están becados por la Corte, ahí se quedan y lo que aprenden es para ir a la función pública y no nada más para prepararlos para los grandes negocios corporativos”.
Método de elección es el adecuado
Preguntarle este tema de la democratización, ¿cree que hace falta transparentar esto y hasta dónde se podrían abrir estos procesos para elegir al rector, es necesario que participe toda la comunidad o no?
A ver, volviendo a la historia de la universidad, la Ley Orgánica de 1933 establecía que el rector de los directores se elegía de manera directa. Fue la peor época de la historia de la Universidad, los rectores duraban un promedio de año y medio y la razón por la que duraba tan poco era la politización que se tenía, la intromisión de partidos políticos, de distintos factores de poder, de la extrema derecha, de muchos aspectos.
“La Ley Orgánica de 1945 cambió esto y creó este sistema de elección indirecta a través de la Junta de Gobierno, ¿por qué digo elección indirecta? Porque a los miembros de la Junta de Gobierno los elegimos en el Consejo Universitario, con voto directo y quienes estamos en el Consejo tenemos una representación democrática. Es una elección indirecta que le ha dado a la universidad de 1945 para acá estabilidad".
“Estoy leyendo un libro de una entrevista que le hizo aquel periodista Gastón García Cantú al ingeniero Javier Barros Sierra y este tema de si se debería de elegir al rector, lo comenta Barros Sierra y estamos hablando de finales de los años sesenta. Él dice, a ver no olvidemos que era una demanda primero de la extrema derecha cuando estaba apoderada en la universidad y luego se convirtió en una bandera de la izquierda. Lo que yo puedo resumir, decía Barros Sierra, es que siempre los que la proponen son aquellos que creen que es que ese procedimiento les va a favorecer.
“No creo que este sistema de Junta de Gobierno haya sido un problema en la universidad, al contrario, ha sido una solución a un problema. La verdadera democratización de la universidad que se tiene que seguir impulsando es que el ingreso a la universidad siga siendo igualitario, que no haya influencias, que no haya recomendaciones, que no haya privilegios hacia personas que provienen de grupos privilegiados, sino que puede entrar quien demuestre que tiene la capacidad de los méritos".
“Lo segundo, estar revisando permanentemente la legislación y las políticas públicas para que ninguna persona de la comunidad sea discriminada y pueda estudiar en condiciones de igualdad plena y me refiero no solamente al tema de mujeres. Yo sostengo que las mujeres han sido el grupo más discriminado en la historia de la humanidad y que gracias a que pudieron entrar a las universidades, conquistaron sus derechos".
“Hay que recordar que hasta antes del siglo 20 las mujeres nunca en la historia de la humanidad tuvieron derechos políticos y eso es gracias a la educación, pero lo que tenemos ahora no es poca cosa. Hoy la sociedad camina con las dos piernas siempre caminamos nomás con la de los varones y es gracias a la educación, pero hoy tenemos que estar preocupados de que no haya discriminaciones a la comunidad LGBTTTI, hacia las personas de origen indígena, de origen afrodescendiente y hacia los discapacitados".
“Por ejemplo, si usted recorre las instalaciones de Ciudad Universitaria que se construyeron allá a mediados del siglo pasado no tenían especificaciones para los discapacitados, entonces no tenemos baños para discapacitados, rampas, elevadores, espacios en los auditorios para que puedan entrar personas con discapacidad".
“Esa es la democratización que alguien que quiera entrar a un evento, no puede entrar porque no tiene las condiciones a lo mejor físicas que le permitan acceder al conocimiento que se está generando ahí. Esa es la democratización auténtica de la universidad, el que seamos una universidad absolutamente igualitaria".
Cuéntenos, ¿cómo le pide a su Consejo que busque la rectoría y cuáles han sido sus actividades a partir de que usted ya se registra?
Fue algo muy sintomático. Yo creo que ninguno de los de mis otros compañeros lo hizo o lo pudo hacer y digo lo pudo hacer porque nada más somos dos directores de facultades y ahí mi amiga Laura Acosta que es directora de la ENES de León, los demás participantes o son funcionarios de la universidad o salieron de sus cubículos de investigación, no creo que haya un participante que es docente.
“Yo consulté al Consejo Técnico de la Facultad, les dije a ver, estoy electo hasta el 29 de marzo de 2024, salió la convocatoria, qué opinan. Lo mismo hice con los colegios de profesores y entonces tuvimos sesiones de tres horas, fue muy satisfactorio porque primero como hace mucho tiempo que no ha habido un rector abogado se sienten muy contentos, motivados de que pudiera haber un rector abogado y el mandato fue no solo lo autorizamos, sino se lo exigimos, entonces lo que les dije me ayudan”, concluye.