Una disculpa pública, una sanción, pero una sanción ejemplar. Contra uno, contra dos, contra todos los profesores de la UNAM que cometan violencia de género, para todos aquellos agresores a quienes no les importa si se trata de alumnas, académicas o directoras de Escuela Nacional. Esa es la causa que ahora pesa sobre los hombros Zoraida García, directora de la Escuela Nacional de Ciencias Forenses de la máxima casa de estudios.
Zoraida García, estudió en la UNAM la licenciatura en Derecho, inició en 1990. En uno de los primeros semestres, su profesor de contratos inició una clase diciendo lo siguiente: “a ver, a las alumnas no les voy a hacer caso, porque ustedes vienen a estudiar mientras se casan”, así lo recuerda la mujer que hoy es portavoz, a partir de su propio caso, de cientos de universitarias que quieren un cambio dentro de una de las instituciones de educación superior más grandes de América Latina.
En entrevista con La Silla Rota, Zoraida García asegura que ser portadora de esta causa -sin quererlo- la hace doblemente vulnerable ante algún ataque de aquellos que la ofendieron: uno se refirió a su persona con palabras altisonantes y los otros dos rieron a carcajadas. Para la doctora en Derecho por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, ninguno ha recibido una sanción ejemplar.
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Ella, por su parte, ni siquiera ha escuchado las disculpas públicas que le han ofrecido. Su ocupación es otra.
"Si esto me pasa a mí y suceden este tipo de reacciones, ¿qué les pasará a otras académicas, a las alumnas, a las trabajadoras de confianza y de base? ¿Quién hará algo, cada que haya un evento de estos? ¿Los separarán de su cargo? Yo creo que no se requiere ser directora de una escuela para ser respetada".
"Hoy tengo miedo"
Zoraida García escribió una carta dirigida a la Junta de Gobierno de la UNAM, donde expresa su opinión favorable por algunas candidaturas presentadas para la elección del próximo rector de la máxima casa de estudios. "¿Cuál es el enojo contra mí? Ese enojo es porque no estoy apoyando al doctor (Raúl) Contreras en el proceso para el cambio de rectoría", afirma contundente.
En un evento académico que se dio en la Facultad de Derecho, el 20 de septiembre, encabezado por el entonces secretario general Ricardo Rojas Arévalo, éste se refirió a Zoraida García como "pinche vieja culera", cuando Carlos Cuenca, otro de los presentes, le comentó sobre un evento donde ella se presentaría.
En la mesa también estaba Gabriel Regino, profesor de la Facultad de Derecho y defensor de algunos personajes reconocidos en la agenda política nacional, como el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, acusado de encubrir a culpables de feminicidio; y mencionado en el juicio en contra de Genaro García Luna, en Nueva York.
"Hoy en día tengo miedo de ser víctima, yo o mi familia, de alguna represalia de parte de mis agresores. ¿Qué sigue? Cuidarme mucho, físicamente y académicamente, pero no voy a bajar la guardia porque lo que a mí me sucedió es muy significativo".
"Son abogados penalistas", asegura tajante Zoraida García. "Me van a seguir, me van a investigar, van a hurgar en mi vida personal, van a ver qué error cometo, qué publicó, van a tratar de grabarme, tomar fotos. En este momento quedé expuesta sin siquiera quererlo. Mi pecado fue expresar una opinión".
Para Zoraida García la violencia no solo la ejerció Rojas, sino quienes estaban sentados con él en la mesa de ponentes y se rieron de su agresión. La sanción de cesarlo como secretario general de la Facultad de Derecho no es aún ejemplar, las disculpas públicas no son suficientes.
"Para él es una sanción suficiente. Pero, ¿qué va a pasar con él, seguirá siento profesor de tiempo completo en la facultad? Supongo que sí, porque lo cesaron del cargo de secretario general. Yo me pregunto si él va a seguir trabajando para la universidad, y si va a seguir ¿estará como profesor frente a grupo, qué cargo le darán, cómo vamos a asegurar que no continuará esa actitud que tuvo contra mí?".