Cuando un sujeto intentaba robarse un Beat negro estacionado en la avenida Emiliano Zapata, en la colonia Universidad de Toluca, los dueños de auto se percataron de que había un extraño dentro de este y lo encararon para evitar el atraco.
“Pélate pero deja el coche”, le decían al sujeto que se mantenía dudoso dentro de la unidad.
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A gritos pedían ayuda a los transeúntes y automovilistas que pasaban por el lugar aunque pocos se detuvieron a evitar que el sujeto huyera con el vehículo.
El delincuente, tras varios minutos, decidió dejar el vehículo y echarse a correr, por lo que logró darse a la fuga, pero en el interior de la unidad dejó un taladro y un desarmador con lo que se presume forzó la cerradura del auto; además de un celular.
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“El coche estaba aquí porque enfrente de la casa, que está sobre Juárez, pusieron los parquímetros virtuales. En la entrada de mi casa hay un cajón”, señalaron los afectados al tiempo en recriminaron que esto no sólo significa que deben pagar por estacionarse frente a su casa sino que se corre el riesgo de que alguien bloquee su entrada.
La policía municipal llegó al punto para auxiliar a la víctima; sin embargo, el sujeto ya había huido con dirección a Matamoros.
Crece la inconformidad
Vecinos de la calle Juárez señalaron que son más de 300 habitantes y locatarios afectados con la instalación de los parquímetros virtuales en Toluca pues las ventas han bajado y pese a que se prevé aumentar la recaudación por el pago del uso del espacio público en un 120 por ciento, es decir, alrededor de 1.2 millones de pesos al mes, esto no se traduce en seguridad para quienes viven en las inmediaciones de la zona.
Insistieron en que no ha habido una mesa de trabajo con el alcalde Raymundo Martínez Carbajal para buscar una solución a la problemática, por lo que colocaron lonas en sus casas y negocios para mostrar su descontento.
Denunciaron, además, que los servicios básicos son deficientes.
“Más allá del agua, que también importa, tampoco sirven las luminarias y si algo pasa, los policías o no vienen o de plano nunca llegan a tiempo. Es una situación deplorable, en 50 años que llevo aquí, nunca había visto tan abandonada la colonia”.
Además señalaron que los parquímetros virtuales les han reducido la clientela.
“Eso sí, cobran por usar la calle pero no brindan seguridad… es una burla”, añadieron los afectados.
Es de destacar que con los parquímetros físicos se contaba con 672 máquinas mientras que los cajones virtuales son mil 105 cajones distribuidos en 24 calles.
VGB