San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, es un gran surtidor de maíz, habas, chiles, frijoles, calabazas zanahorias y espinacas para el resto de la Ciudad de México.
En el territorio de ese pueblo, que aún conserva chinampas centenarias donde se siembran diversos productos agrícolas y antaño había más agua en sus canales, estos elementos son parte de su identidad y por eso están dispuestos a defenderlos, tal como hicieron ante las recientes obras de drenaje que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) intentó realizar, pero que ellos impidieron, porque no los consultaron.
“San Gregorio es de los primeros pueblos que se fundaron, tiene recursos naturales, pozos extensos, identidad chinampera, misma que se consideró para ser patrimonio de la humanidad de Xochimilco. Es zona de paso de varios poblados, es una importancia histórica económica, cultural, ecológica y de recursos naturales”, dijo a La Silla Rota Hortencia, una de las habitantes que participó en el plantón instalado del 1 al 9 de diciembre.
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Durante el plantón, instalado en las avenidas México, Chapultepec y Nuevo León, los habitantes de San Gregorio, conocidos como chicuarotes –porque de ahí es originario el chile con ese nombre– mostraron su orgullo de haber nacido en este pueblo originario y recordaron con nostalgia cuando había tanta agua que hasta podían pescar.
Una de ellas, “Ada” –nombre modificado a petición de la entrevistada– y quien fue una de las cocineras que apoyó el movimiento, reconoció que de eso ya hace muchos años, pero que desde entonces la situación ha empeorado porque tienen menos agua.
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“Ada” comentó que en su casa, ubicada en la parte de arriba de San Gregorio, sufre para tener agua potable. Como a todo el pueblo, le llega por tandeo y en ocasiones le sale sucia. Lo mismo dicen otras mujeres que como ellas, fueron a preparar comida para quienes hicieron guardias nocturnas durante el plantón.
Otro tema que alarma a los habitantes de ahí es la contaminación de aguas negras, provenientes de otros pueblos que se vierte sobre los canales que rodean a las chinampas, y que aumentarían con las obras, aseguró Lourdes, una productora que también pidió cambiar su nombre.
“San Gregorio no tiene capacidad de recibir tantas aguas negras”, advirtió.
Hubo otras manifestaciones
Aunque los habitantes instalaron un plantón el 1 de diciembre para protestar por las obras de drenaje en San Gregorio y Caltongo que el Sacmex intentaba realizar, lo cierto es que ya se habían dado otras manifestaciones, por otras obras, algunas relacionadas con el descuido para tapar fugas, agregó Lourdes.
La productora también quiso aclarar que no es que se opongan a las obras sin razón, sino que las recientemente suspendidas por el gobierno a causa del plantón, sólo fueron consultadas entre personas cercanas al gobierno de la alcaldía, encabezada por José Carlos Acosta, y no entre el resto del pueblo.
“No estamos en contra de las obras, sino que no se nos consulte a todos”, expresó Lourdes.
Hortencia, otra de las habitantes que participó en las asambleas mientras duró el plantón, coincidió en que sólo estaban en contra de las obras, pero lo ocurrido el 2 de diciembre, cuando policías encapsularon a personas de la tercera edad, provocó otro escenario, que incluyó el plantón en las avenidas principales, luego del enfrentamiento entre policías y pobladores, que se indignaron por el trato a sus adultos mayores.
“Surgió esto después de la represión. No teníamos intención de afectar nada, sólo detener la obra, fue gracias a la insensibilidad y al abuso de las autoridades que el pueblo se molestó, vinieron varias personas, se solidarizó San Pedro Actopan y cerraron la carretera federal. Es un abuso, que haya la cancelación y se saque la tubería, no es sólo que se cancela”.
Después llegó la explicación del gobierno de la Ciudad de México. Aunque aseguró que la obra sí se les había consultado a los habitantes, ofreció hacer una nueva consulta y no avanzar en tanto esta se llevara a cabo.
También la administración encabezada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, tácitamente reconoció que hubo abusos policíacos, al separar a dos funcionarios, el director general de Concertación Política de la zona sur, Emigdio Tonatiuh Ávila Obispo y el director general de la Unidad de Policía Metropolitana Fuerza de Tarea, Luis Adrián Huerta Laguna.
Además, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México determinó, el 14 de diciembre, que el día 2 de diciembre los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) no siguieron el protocolo de contención para movilizaciones en San Gregorio Atlapulco.
Se van contra Acosta
Pero los agravios en el pueblo iban más allá de las obras. Representantes del pueblo acusaron a la administración del alcalde, el morenista José Carlos Acosta, con cuatro años al frente de la alcaldía, de tener sus operadores políticos que a su vez son los únicos beneficiados con las obras que llegan a San Gregorio.
En su pliego petitorio pidieron la devolución de la biblioteca al pueblo, una construcción arriba de un peñasco aledaño al deportivo, y la cual, aseguraron algunos pobladores, en lugar de ser sitio de lectura, es usada para fiestas, como si fuera una disco acapulqueña.
En la reunión que representantes del pueblo sostuvieron con el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres, el 9 de diciembre, incluso solicitaron la renuncia de Acosta. El funcionario capitalino les recordó que eso no estaba entre sus facultades.
Ese mismo día, Batres les ofreció a los representantes de San Gregorio cancelar las obras a cambio de levantar el plantón. La asamblea del pueblo aceptó y las barricadas fueron retiradas en las primeras horas del 10 de diciembre.
Pero la organización Coordinación de Pueblos y Barrios Originarios de Xochimilco ya trabaja en la recopilación de firmas para solicitar la revocación de mandato del alcalde ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM).
No fuimos consultados
Lourdes contó que hizo guardias nocturnas en una de las barricadas instaladas en las mencionadas avenidas mientras duró el plantón. Por ello, cuando dio la entrevista con La Silla Rota lo hizo por teléfono y con la voz mormada, pues se enfermó de gripa, que en un momento temió fuera covid-19.
Explicó que apenas tiene unos años que se integró al trabajo de producción de hortalizas.
“Es como me he dado cuenta de la situación de contaminación, por eso me fui involucrando en este tema de ver por qué tantas aguas negras en los canales. En principio son del mismo pueblo, está totalmente colapsado el drenaje, no hay una buena infraestructura de la red de drenaje, hay una parte en las viviendas de los canales que colindan con Canal Nacional".
“Son las que no están conectadas a la red de drenaje que va a San Luis Tlaxialtemanco, sino que está truncado y todas ellas vierten sus aguas negras al canal, pero no porque quieran, sino por una mala acción que hizo Sacmex que los vecinos refieren fue hace algunos años, porque les taponearon su drenaje y ya no conectaron a la red que va a San Luis Tlaxialtemanco”, dijo.
Ya no hay capacidad de recibir aguas negras
Respecto a la obra de saneamiento del canal de Caltongo –cuyo embarcadero es uno de los más famosos de Xochimilco–, y la cual formaba parte de las obras del Sacmex ahora canceladas, Lourdes explicó que se oponen porque San Gregorio ya no tiene la capacidad de recibir tantas aguas negras.
“Están conectadas al cárcamo de San Gregorio, está colocado frente al centro de Salud, se desborda y en tiempo de sequía no es necesario que llueva para que salgan las aguas negras por todas las coladeras”, añadió.
Incluso la escuela Independencia, frente al cárcamo, se ha inundado de aguas negras, entonces el plan era que del canal de Caltongo se iba a conectar hacia el cárcamo que está frente a la primaria y de ahí, rebombear a la planta tratadora de San Luis.
“Nosotros nos preguntamos, si no tienen capacidad ese cárcamo, no entiendo bien y es lo que queremos que nos expliquen, por qué pretenden poner más agua en el cárcamo si ya con la de Nativitas y Santa Cruz se desborda. Si le agregamos más, el problema va a ser mayor. Por eso nos oponemos, claro que queremos las obras y que funcionen, pero no las que lejos de que nos beneficien, nos perjudiquen”.
También se esparció el rumor de que las obras fueran para robar el agua a San Gregorio Atlapulco, porque la tubería que se veía era estrecha y con una raya azul pintada, lo que algunos dijeron era material para agua potable y no drenaje.
“Las inconsistencias de la obra hacen pensar es de agua potable y la máquina que fue a abrir una válvula no tenía que ver con el drenaje sino con agua potable. La segunda es que no importa si es de drenaje, aquí está colapsado y pasar una nueva línea de drenaje puede beneficiar a uno pero perjudicar el pueblo”, mencionó Hortencia.
“Tenemos una descarga de agua negra de seis pueblos que pasan por nuestro territorio, otro más es un abuso y por eso no se consulta. Tenemos problemas de agua potable, desabasto, tandeo, sabiendo que tenemos pozos”.
De acuerdo con el documento Pozos de agua potable existentes en la delegación Xochimilco, elaborado por el Sacmex, actualmente en San Gregorio Atlapulco hay seis pozos.
Preocupa la zona chinampera
Lourdes también se refirió al colector de drenaje de San Pedro Actopan, Milpa Alta, que la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum anunció en abril pasado, precisamente en San Gregorio. El proyecto tenía un presupuesto de 80 millones de pesos, pero los chicuarotes también pidieron su suspensión, pues consideraban que iba a llevar más aguas negras a su pueblo.
“Tenemos miedo que una vez que aumente el volumen de agua de San Pedro Actopan y de los pueblos de la montaña y baje con la fuerza tan grande que va a tener, porque son 150 metros de diferencia entre San Gregorio y Milpa Alta, con una pequeña falla que tenga el conector es probable que esto colapse y se haga una inundación”.
“No es que San Gregorio se niegue a las obras, ni estamos mal para decir no queremos las obras nada más porque no. Lo que queremos es que se sepa que la conexión está colapsada precisamente por el agua que llega de varios puntos, Nativitas, Santa Cruz, San Pedro y San Bartolo y se van a sumar cuatro pueblos más, entonces San Gregorio queda en un punto peligroso, pues con tantas aguas negras en tantos lados estaremos viviendo inundados en ellas y sobre todo la superficie chinampera nos preocupa mucho”, alertó.
Afirmó que actualmente no hay otra forma de regar las verduras que con aguas negras y que, con esa supervivencia de las chinampas y modo de sobrevivir de los campesinos, muchos se han enfermado.
“Incluso cuando riegan las hortalizas se deben cubrir porque hay lugares donde es insoportable la pestilencia. Son lodos con excremento”, describió Lourdes.
La superficie chinampera de San Gregorio Atlapulco además enfrenta la urbanización de personas que construyen encima de las chinampas y con tierra tapan los canales. En caso de seguir esta situación, en 20 años ya no habrá chinampas ni canales, han alertado ecologistas y activistas.