Este año se cumplieron 13 años del doble asesinato que tuvo como escenario el Metro Balderas Línea 3. El 18 de septiembre 2009, Luis Felipe Hernández Castillo asesinó a balazos a un Policía Bancario e Industrial (PBI) y a un albañil, en la estación Balderas, de la Línea 3.
El doble asesinato quedó registrado en las cámaras de seguridad del Sistema de Transporte Colectivo (STC), luego de que Hernández Castillo ingresó a dicha estación para pintarrajear una de las paredes de la estación.
Ante ello, Víctor Manuel Miranda Martínez, de la PBI, intentó evitar que el sujeto vandalizara las instalaciones, sin embargo, éste sacó una pistola, por lo que el uniformado y el albañil Esteban Cervantes Barrera intentaron desarmar al agresor, pero ambos terminaron sin vida.
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Ellos dos perdieron la vida en el Metro Balderas Línea 3, pero otras cinco personas quedaron heridas con el revólver 38 especial que traía consigo el agresor, quien tenía en ese entonces 38 años de edad y cuyo arresto se logró en el interior de un vagón.
Tras su arresto, Hernández Castillo señaló que esto lo realizó en nombre de Dios.
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Hernández Castillo había advertido a los usuarios que viajaban en el convoy que la agresión no era contra ellos sino contra el gobierno "por órdenes de Dios".
El agresor obligó a los usuarios del transporte público a que comenzaran a rezar, mientras él lanzaba consignas de que "este era un gobierno de rateros", que "el Estado mexicano tenía muerta de hambre a la gente" y que "les había quitado sus derechos".
Fue instituida la Medalla al Mérito Ciudadano Esteban Cervantes Barrera, y el elemento policiaco y el albañil fueron los primeros en recibir esta presea para quienes llevan a cabo actos heroicos al interior del Metro capitalino.
¿CÓMO FUE LA ABRESIÓN EN EL METRO BALDERAS LÍNEA 3?
El policía Víctor Manuel Miranda se acercó, desarmado y sin chaleco antibalas para detener al sospechoso, quien portaba un revólver calibre 38 especial, pero falló y cayó al piso.
Esteban Cervantes Barrera, de 58 años, y de oficio albañil decidió enfrentar al agresor en el Metro Balderas, con quien forcejeó en un intento por desarmarlo. Sin embargo, resbaló en varias ocasiones mientras le disparaban hasta que finalmente una bala le dio en el pecho, lo que le provocó la muerte.
Hernández Castillo resultó lesionado de un rozón de bala en el hombro derecho y entró al vagón para reabastecer su revólver, del cual ya habían salido al menos seis disparos.
Los policías lograron someterlo, el agresor fue golpeado por varios pasajeros y posteriormente trasladado al hospital Rubén Leñero en calidad de detenido.
El hombre fue dado de alta del hospital y por la noche trasladado a la Agencia 50 del Ministerio Público, donde el entonces procurador, Miguel Ángel Mancera, encabezó el interrogatorio.
¿POR QUÉ LOS ASESINÓ EN METRO BALDERAS?
El hombre manifestó en el interrogatorio que no estaba arrepentido de lo que hizo en el Metro Balderas Línea 3, pues cuando se le acercó el policía lo consideró un acto de agresión y reveló que ya había realizado otras pintas en la ciudad.
Su discurso, caracterizado por su incoherencia, hace constantes referencias a la Biblia, explicó el procurador; "es una persona confusa", dijo.
El entonces procurador también señaló que el homicida tenía varios discursos, pues a veces se refiere a los gobiernos, en otras al deterioro del planeta, habla de los peligros de la hambruna y cuestiones que pueden afectar a toda la humanidad.
Hernández Castillo fue diagnosticado por la Secretaría de Salud con la enfermedad conocida como trastorno de ideas delirantes, un padecimiento mental que se caracteriza por hacer que la persona sea incapaz de comprender y que tenga ideas anormales.
Las consecuencias del asesinó llegaron a su familia, pues tras dicha balacera dos de sus allegados fallecieron días después de la tragedia.
Uno de ellos fue Ambelio Reyes Hernández, de 42 años de edad, primo del pistolero, quien se suicidó al aventarse a las vías de un tren en la comunidad La Fortuna, municipio de Unión de San Antonio, Jalisco, donde vivía.
Mientras que uno de sus tíos, quien estaba en el hospital en Lagos de Moreno, Jalisco, le dio un infarto al enterarse de la noticia por la televisión, de acuerdo con José Manuel Hernández, hermano del homicida.
SENTENCIA
Luis Felipe Hernández Castillo fue sentenciado a 151 años y ocho meses de prisión por los hechos en Metro Balderas Línea 3 y recibió una sanción económica como reparación de daño a las familias de las dos personas que asesinó.
El jalisciense fue notificado de la sentencia a través de la rejilla de prácticas por los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio.
Además, tenía que pagar tres mil 288 pesos como reparación del daño a las dos personas lesionadas y 40 mil pesos por el mismo concepto a los deudos de las personas fallecidas durante la balacera.
De acuerdo con el Código Penal vigente del Distrito Federal, Hernández Castillo sólo podría llegar a purgar una pena de hasta 70 años en prisión.