TALA DE ÁRBOLES

Saqueo forestal en Pueblo Nuevo, pese a plan de ordenamiento ecológico

Habitantes de Pueblo Nuevo denuncian la tala de su bosque y acusan a autoridades de permitirla pese a restricciones ambientales. Llevan décadas defendiendo sus tierras comunales

Créditos: LSR Hidalgo
Escrito en HIDALGO el

Mineral del Monte- En la última semana de enero al menos una veintena de árboles fueron talados en el bosque de Pueblo Nuevo, a pesar de que el aprovechamiento de recursos maderables es una actividad incompatible en ese territorio, clasificado en la Unidad Geo Ambiental 0954, del Plan de Ordenamiento Territorial Ecológico del Estado de Hidalgo, un instrumento de planificación a corto, mediano y largo plazo.

La tala de árboles es documentada por la Sociedad Real Zumate, un grupo constituido en 2007 por vecinos de Pueblo Nuevo para defender las tierras comunales que heredaron de sus bisabuelos, desde entonces, hay un juicio ordinario para que se reconozca un título de propiedad de 900 hectáreas forestales que data de 1924.

El vocero de la organización, Pascual López, afirma que el área forestal ha pasado por distintos tipos de saqueo; hace una década era la extracción de heno, ahora es la tala de árboles, la apertura de caminos y la venta de terrenos forestales.

“Nos hablan del calentamiento global, pero no nos dan una respuesta de cómo participemos, para colaborar y poder tener un equilibrio en nuestro planeta. Vemos la secretaría de ecología que es Semarnat, no nos ha presentado hasta ahorita ningún proyecto, ningún plan de trabajo para poder concientizar a la ciudadanía que ya no se corten los árboles, que nos hagamos responsables de ellos para poder seguir teniendo una vida saludable”, menciona el defensor mientras recorre un sendero.

El derribo de árboles y la apertura de caminos en las tierras comunales se exacerbó desde hace dos años. La fecha coincide con la construcción de la autopista Real del Monte-entronque Huasca, que fue inaugurada el pasado 23 de marzo por la presidenta Claudia Sheinbaum. 

La construcción de esa vía —que está ubicada a 5 minutos de Pueblo Nuevo— requirió la tala de 25 mil árboles y la pérdida permanente de 39 hectáreas de bosque, de acuerdo con cifras ofrecidas en agosto de 2024 por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

El Programa de Ordenamiento Territorial es letra muerta en Pueblo Nuevo

Pueblo Nuevo colinda al norte con el Parque Nacional de Mineral del Chico, al este con la peña del Zumate, que pertenece a Omitlán y al sur con el parque estatal Bosque del Hiloche. Es una pequeña localidad de 941 habitantes rodeada de peñas y altos oyameles.

El bosque de Pueblo Nuevo fue clasificado en la Unidad Geo Ambiental (UGA) 0954, tiene una extensión de 1,824.8 hectáreas forestales, presenta una fragilidad ecológica alta, su grado de conservación también es alto y genera una captura de carbono de 1,047.03 toneladas anuales.

El aprovechamiento forestal maderable como la tala de árboles y los asentamientos humanos son algunos de los usos incompatibles para el polígono, también es incompatible para agricultura de riego, agricultura de temporal, energía fotovoltaica, ganadería, industrial, infraestructura, minería no metálica, turismo de naturaleza y convencional.

Crédito: Susana Jiménez

Todo lo anterior está asentado en la actualización del Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial, publicado el 25 de febrero de 2022 en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo.

Crédito: Susana Jiménez

Sin embargo, el vocero de la organización afirma que la Semarnat ha expedido permisos de aprovechamiento maderable, para lo cual, han abierto caminos de hasta cuatro metros de ancho en el paraje La Piedra Larga.

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“La Semarnat dio permiso por diez años, aquí ha venido la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) al área cuando se tiraron estos árboles, que todo es legal, aún sabiendo que el predio está en litigio, ellos siguen autorizando”, menciona Pascual López parado junto al tocón de un árbol derribado años atrás.

Crédito: Susana Jiménez

A unos cuatro metros hay una tala reciente, un oyamel partido en cuatro pedazos que juntos alcanzan 30 metros o más. Uno de los hombres busca una mancha de pintura en el tocón pero no la encuentra; sentencia que es tala clandestina.

Crédito: Susana Jiménez

El tocón es la parte que une al tronco con las raíces, ese no lo cortan, explica el señor Pascual, además, dice, las manchas de pintura indican autorización del gobierno, el oyamel no tiene.

Crédito: Susana Jiménez

“Este árbol yo creo que tardó más de cien años para llegar a la dimensión que tiene y pues ya hoy en día… este árbol que nos daba el agua, ya fue su final”, dice.

Crédito: Susana Jiménez

El grupo avanza por un sendero hasta interceptar un camino de terracería. Uno de los hombres asegura que los vecinos de la comunidad, Brigido Reyes y Andrés Gómez, han conseguido permisos de forma poco clara para abrir caminos por los que trasladan los árboles talados.

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A lo largo del camino recién trazado hay troncos, unos largos y otros más pequeños, gruesos y delgados. El recorrido sigue hasta que el grupo detecta un conjunto de árboles talados, cuentan siete tocones. Uno de los hombres indica que hace un mes aproximadamente que los cortaron, a diferencia del primer oyamel, estos tienen una marca negra; sin embargo, no está claro que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgara permisos para su derribo, debido a que el aprovechamiento maderable es una actividad incompatible en esta área, como lo señala el Plan de Ordenamiento Territorial Ecológico del Estado de Hidalgo.

Crédito: Susana Jiménez

La Semarnat fue consultada mediante un correo electrónico con fecha 16 de febrero, pero hasta la publicación de esta nota no respondió a la petición de entrevista.

Crédito: Susana Jiménez

El recorrido continúa por la terracería, a los costados siguen apareciendo troncos, son alrededor de diez, probablemente rodaron hacia abajo desde lo alto del monte o alguien los dejó ahí para recogerlos después. El grupo llega hasta otra área de tala. 

Crédito: Susana Jiménez

Una de las mujeres encuentra un nido de pájaro, lo agarra con la mano derecha. “Le están quitando sus hogares a la fauna silvestre de aquí del bosque, lo encontré aquí donde tumbaron ese árbol”, dice señalando uno de los troncos.

Crédito: Susana Jiménez
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“Ahora sí se pasaron”, dice otro de los hombres del grupo. Cuenta seis árboles recostados en la tierra. En lo alto del monte hay más tocones, pero es complicado seguir subiendo por el terreno escarpado.

Crédito: Susana Jiménez

“Estamos aquí en Hidalgo, un Hidalgo sin ley a donde todos hacen lo que quieren, el reparto de ganancias ya los acostumbró. Julio Menchaca dijo que primero los pobres, pero sí nos damos cuenta que primero los pobres son los que está perjudicando. Se olvidó de todos los compromisos que hizo en campaña”, dice el señor Pascual frente a troncos apilados.

Crédito: Susana Jiménez

El pasado 3 de febrero, el gobierno de Hidalgo anunció estrategias para evitar la tala clandestina en 13 municipios; sin embargo, Mineral del Monte no fue incluido en esa lista.

Crédito: Susana Jiménez

El grupo se desplaza de regreso al pueblo, se detiene al escuchar el repicar de un pájaro carpintero en la copa de un alto oyamel. En verano, acota uno de los hombres, hay una amplia variedad de hongos comestibles. 

Crédito: Susana Jiménez

Una de las mujeres señala que el grupo ha defendido el bosque por más de dos décadas, algunos de los saqueadores, explica, también son vecinos de Pueblo Nuevo.

Crédito: Susana Jiménez

“El tiempo que hacíamos juntas acá arriba, al bajar nos ponían clavos para pinchar las llantas de los coches que veníamos… mandaban a la cárcel a nuestros cuidadores que dejábamos para cuidar el bosque, los mismos de Pueblo Nuevo, eran Patricia Vinedo, Gabino Fuentes, Sabino García, son muchos años protegiendo el bosque, ya han fallecido varias personas de las que estaban igual en la lucha”, menciona mientras el grupo regresa a la zona urbana de la localidad.

Crédito: Susana Jiménez


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