PACHUCA. - Una denuncia vecinal alertó a las autoridades sobre el maltrato que sufría Clío, una perrita de raza pastor belga malinois con severa desnutrición, descalcificación en los huesos, afectaciones en el riñón y con apenas 12 kilos de peso. Su estado de salud es grave y el tiempo que demorará su recuperación física y conductual, es incierto.
Los agentes de la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos en contra de los Animales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), encontraron a Clío echada entre sus desechos, sin comida, ni agua, estaba sola en el patio trasero de una vivienda ubicada en el fraccionamiento Hacienda Las Margaritas de Mineral de la Reforma.
Su rescate fue posible debido a un cateo que se ejecutó la tarde del 4 de mayo como parte de la carpeta de investigación 12-2023-06831 que se inició por maltrato animal, un delito que contempla penas de 6 meses a 2 años de prisión, con posibilidad a una salida alterna, lo que implica que los responsables pueden alcanzar su libertad a cambio de reparar el daño.
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Pero, ¿qué sigue después de un rescate?, ¿alguna vez te has puesto a pensar a dónde se van las mascotas que sobreviven a los tratos crueles? A continuación, te platicamos lo que ocurre con los lomitos asegurados en cateos y también te explicamos los pasos e información que debes proporcionarle a las autoridades al momento de denunciar.
En los huesos
Clío padeció desnutrición desde los primeros días de su nacimiento. Apenas supera el año de edad y ya tiene problemas en su cadera y extremidades, probablemente recibía golpes en casa porque tiembla tanto del miedo que parece que se va convulsionar.
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Ese fue el diagnóstico con el que la pequeña Clío llegó a la Fundación Invictus, una organización sin fines de lucro que se dedica a la atención de grandes felinos y fauna silvestre, pero que abre espacios específicos para mascotas en estado grave que fueron aseguradas en cateos que hace la PGJEH.
A la perrita la rescataron del interior de una vivienda localizada en Hacienda Las Margaritas, una zona de la metrópoli donde es común que las mascotas sean amarradas en azoteas o patios porque las casas son pequeñas, explicó una vecina a favor del bienestar animal.
“Aquí en esta colonia hay mucho maltrato, hay departamentos que tienen una zotehuela con perros muy grandes que solo andan dando vueltas, están en el sol, amarrados todo el día o en la lluvia, es mucha injusticia, es muy triste”.
La habitante del fraccionamiento omitió mencionar su nombre por temor a represalias, pues ella junto con otro par de colonos, fueron quienes se percataron del maltrato en contra de Clío.
Los vecinos hablaron al número de emergencias 911, explicaron el caso y después personal del Unidad Canina K9 del municipio de Mineral de la Reforma acudió a corroborar la situación, pues algunas veces los reportes son falsos.
También es común que los colonos levanten señalamientos por conflictos vecinales o porque les molestan los ladridos, por eso previo a un cateo los incidentes deben comprobarse por agentes de investigación, explicó Ana Lilia Martínez Hernández, titular de la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos en contra de los Animales.
Dicha Unidad fue creada el 25 de agosto de 2022, a partir de esa fecha y hasta el 4 de mayo de 2023, ha judicializado nueve carpetas de investigación y ejecutado siete cateos en Huejutla, Mineral de la Reforma, Pachuca, Tula de Allende y Tulancingo.
Cateos para salvar lomitos
Los vecinos de Haciendas Margaritas notificaron el caso de Clío el día domingo 30 de abril y para el jueves 4 de mayo se llevó a cabo la inspección; sin embargo, para ingresar al domicilio el Ministerio Público (MP) solicitó a un juez la expedición de una orden de cateo relacionada con la investigación 12-2023-06831 por hechos que la ley señala como delitos cometidos en contra de los animales.
En aquella solicitud el MP asentó quiénes serían las personas autorizadas para ingresar a la vivienda donde estaba la perrita. En dicho rescate y en los diversos que se llevan a cabo, participan agentes de investigación y del Ministerio Público, incluyendo a la titular de la Unidad Especializada.
Lo primero que hacen es llamar a la puerta y si nadie atiende, colocan en la entrada los puntos resolutorios que avalan el cateo. Después, un cerrajero abre el portón y enseguida un agente ingresa para detectar posibles peligros al interior de la casa.
Luego, pasan los agentes restantes y un perrito, todos de la PGJEH; sin embargo, también entra personal del Control Canino del municipio en donde se lleva a cabo la diligencia, específicamente debe acudir un veterinario y el capturador.
Mientras todos están al interior de la casa, elementos de la policía municipal se quedan al exterior resguardando el lugar. En el caso de la liberación de Clío acudió la Unidad Canina K9 de Mineral de la Reforma.
El mismo procedimiento e intervinientes participaron en un cateo diverso que se llevó a cabo en Pradera de Virreyes como parte de la investigación 12-2023-06231.
En aquella casa rescataron a tres perritos que estaban encerrados para cuidar una vivienda sin habitar y, aunque no tenían agua ni comida, su grado de desnutrición fue menor que el de la perrita Clío.
Al finalizar los rescates, todos los animales son revisados por el veterinario que acompaña la diligencia y según la afectación son enviados al centro de control canino o bien, a la Fundación Invictus, pero a esta organización solo llegan cuando el estado de salud es grave. En cualquiera de las dos instancias se promueve la adopción responsable.
Las estadísticas de la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos en contra de los Animales reflejan que ninguna mascota que fue salvada durante un cateo fue reclamada con posterioridad por su dueño.
La rehabilitación
Al igual que Clío, hay otros perritos como Chatita, Yogui, Camila y Piti que llegaron a Fundación Invictus en “condición de choque”; es decir, con peligro de morir. Tres de los cinco lomitos ya fueron rehabilitados y encontraron un hogar, todos fueron rescatados en cateos.
Por ejemplo, Yogui es un perrito criollo que no tiene una extremidad, pero que halló un lugar seguro en Invictus, donde decidieron quedárselo.
Mientras que Piti, es una perrita de raza pitbull que hallaron encadenada y cuya recuperación tardó dos años, pero que ya encontró resguardo con un biólogo que se encarga de todos sus cuidados.
Camila también es una pitbull que fue amarrada con un alambre bajo los rayos del sol, pero que ya está por viajar al estado de Jalisco con su nueva familia.
Sin embargo, el pronóstico de salud de Chatita es reservado y el de Clío es grave, pues esta última pesa 12 kilos cuando debería alcanzar los 30 como mínimo, aunque tiene la posibilidad de revertir sus afectaciones físicas, especialmente porque es una perrita joven que no rebasa el año y medio de edad.
“Clío es una perrita con un trauma muy grande, tiene muchísimo miedo, le dan crisis de pánico entonces empieza a temblar, todo el tiempo tiene las pupilas dilatadas en señal de alerta y alarma. No puede ver a otros de su especie porque enloquece”.
Todos los canes a cargo de Fundación Invictus son de razas conocidas como de “pelea” o “guardia”, lo que significa que tienen una energía especial que deben descargar pero que regularmente son utilizados para vigilancia en viviendas que no tienen un espacio adecuado, tal como le pasó a Clío, que fue relegada al patio trasero de una casa de un piso.
La Fundación explica que los canes que atienden, generalmente fueron retirados de su madre desde muy temprana edad para comercializarlos a precios bajos, lo que a su vez propició el abandono porque los dueños carecían de capacidad para su manutención.
“Los perros de raza abandonados en los domicilios son los casos más frecuentes. La gente compra pastores belgas para vigilancia y esos son animales que necesitan una atención especial en relación a la quema de calorías y energía, requieren salir a correr y espacios grandes por su misma biología (…) pero cuando estos animales comienzan a representar un gasto mayor, lo que hacen es abandonarlos”.
Los canes rescatados en estado de choque llegan a Fundación Invictus esqueléticos, con los intestinos colapsados, así como con traumas por ser golpeados e incluso con episodios de convulsión. Sin embargo, cada caso tiene sus particularidades y por ello no hay un tiempo exacto para su recuperación.
Proceso legal de los casos de maltrato animal
Identificar las lesiones y el estado de salud de las mascotas rescatadas en los cateos, es un elemento primordial para que las carpetas de investigación por maltrato animal sean judicializadas, explicó Ana Lilia Martínez, titular de la Unidad Especializada.
Si el animal muere también constituye un delito, de acuerdo con el artículo 349 Decies del Código Penal para el Estado de Hidalgo.
De agosto de 2022 a mayo de 2023, hay nueve carpetas judicializadas, de las cuales, una ya llegó a sentencia condenatoria, pero mediante un procedimiento abreviado. La resolución ocurrió en diciembre del año pasado en el distrito judicial de Tula de Allende.
Las restantes están en etapa de investigación complementaria e incluyen la de la causa penal 538/2023 en contra del vigilante de la privada Provenza de Pachuca, señalado como presunto responsable de la muerte de un perro mestizo, hecho que sucedió a finales de abril del año en curso y que llevó al trabajador de seguridad a prisión preventiva en la penitenciaría de la capital.
Si conoces algún caso de maltrato animal, la Unidad Especializada en la Investigación de Delitos en contra de los Animales recomienda denunciarlo, pero no de manera anónima, lo ideal es solicitar la reserva de los datos personales.
Esto, debido a que en ocasiones las autoridades procuradoras de justicia necesitan contacto con la persona denunciante para ubicar el domicilio, solicitar referencias de localización, así como verificar que el caso sea real para entonces, proceder al cateo.
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