Mineral del Chico.— Hace 153 años un minero oriundo de Mineral del Chico le pidió un milagro a la virgen: salvar la vida de su hijo enfermo y si se lo concedía él le prometió devolverle el favor con flores para el pueblo, así nació la tradición de la lluvia de pétalos que anualmente ocurre al interior de la Iglesia de la Purísima Concepción, construida a mediados del siglo XVII.
La historia la cuenta Gelacio Ortega López, sacerdote de este templo, cuya construcción fue dedicada a la Virgen del Rosario, pero que, tras una restauración en el año 1821, fue dedicada a la Purísima Concepción a quien celebran cada 8 de diciembre.
Previo a este festejo, hay una celebración muy peculiar que ocurre el Domingo Santo, cuando los feligreses suben al techo de la iglesia para aventar pétalos de rosas desde lo alto de este inmueble de piedra con estilo neoclásico con tres bóvedas y cuyo reloj fue donado por Gabriel Mancera.
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La tradición data de 1870, aproximadamente 153 años atrás, de acuerdo con estimaciones del sacerdote Gelacio, quien compiló estos datos a través de las historias de los pobladores más longevos del pueblo mágico, así como de estudiosos que han analizado la historia de la lluvia.
"Es una tradición que no tiene una fecha exacta, pero platicando con algunas personas que han vivido muchos años aquí en Mineral del Chico, nos cuentan que alrededor de 1870, aproximadamente, que es cuando quizá surge esta tradición".
La historia tiene antecedente en un milagro que pidió un minero que solicitó curar la enfermedad de su hijo, de acuerdo con la información del párroco; mientras que algunos feligreses cuentan que la petición fue de un adulto mayor.
"Un hombre que tenía a cargo las minas, tenía un hijo enfermo, así es que pidió a la virgen que si salvaba a su hijo le iba a hacer una lluvia de flores", comenta el sacerdote Gelacio.
En realidad, no se sabe cuáles fueron exactamente las flores de aquella promesa, pero el padre explica que con el tiempo se introdujeron los pétalos porque en Mineral del Chico lo que se produce son las rosas silvestres.
"A partir de eso se empezaron a tomar los pétalos de rosas como algo común porque eso es lo que el pueblo dona para que se haga la lluvia".
La tradición de los miles de pétalos es única, el padre Gelacio es originario del Estado de Puebla, llegó al pueblo mágico de Mineral del Chico en septiembre de 2022 y durante su estancia por otras parroquias del país asegura que no ha observado una tradición similar.
Incluso, señaló que la lluvia es característica de la Iglesia de la Purísima Concepción y que no ocurre lo mismo en templos colindantes.
"Es la primera vez que me va a tocar vivir la fe de este pueblo, sus tradiciones. La lluvia de pétalos surge gracias a la fe que ya tenía el pueblo. El centro de todo esto es la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo".
Este domingo 9 de abril, los feligreses del pueblo celebrarán la resurrección con la lluvia de pétalos en compañía de quienes acuden de otras partes del estado o del país, algunos con la fe de llevarse un par de pétalos porque tienen la creencia de que les ayuda a sanar enfermedades.
La misa donde ocurrirá la lluvia está programada para las 13:00 horas, la iglesia abre 30 minutos antes, pero la fila para ingresar comienza aproximadamente a las 9:00 y 10:00 de la mañana, de acuerdo con estimaciones de la población.
sjl