Pachuca.- No basta tener sazón, también es necesario tener ganas de cocinar para que la comida tenga un buen sabor, se trata de transmitir “ese amor a la cuchara y de ahí a la cazuela”, expresa doña Luisa Anaya Pérez, quien participará como jurado en la muestra gastronómica en Santiago de Anaya, que se llevará a cabo los días 1 y 2 de abril de 2023.
Originaria de Yolotepec, una comunidad del municipio de Santiago de Anaya, doña Luisa Anaya Pérez ha participado y ganado en las muestras de su municipio y fuera de él.
“De mi municipio me pasé al estado a pedir el distintivo de Pueblos con Sabor, de ahí participé en el concurso A qué Sabe la Patria en Los Pinos, de allá me traje el primer lugar cocinando el conejo horneado”, mencionó.
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El conejo con el que doña Luisa participa se cocina con flores silvestres, mismas que se recolectan del campo o del monte, lleva quelites, flor de garambullo, gualumbos, entre otras. Aunque son flores y raíces que no se dan en todo el año, la señora Luisa comenta que las recolectan en la primavera, las ponen a deshidratar y de ahí se van surtiendo el resto del año.
Doña Luisa cocina desde que tenía ocho años de edad, cuando su madre y abuela le enseñaban a juntar las flores y plantas, así como a combinarlas.
“Desde los ocho años mi mamá me enseñó a cocinar y todo lo que sé me lo enseñó mi abuelita, mis tías, eso me sirvió mucho para poder aprender, ahora yo les enseño a mis hijas y nietos, incluso les he mostrado a hacer el telar de cintura y el ayate. Me gusta que eso pase de generación en generación”, expresó.
La mujer tiene cuatro hijas y un hijo, recuerda que un día vino a su casa un joven que la animó a participar en el concurso de “A que sabe la Patria”, el cual se realizaría en Los Pinos, fue en temporada de pandemia por ahí del mes de abril, y fue hasta agosto cuando le notificaron que podría participar.
Entre más de 300 participantes, el platillo de conejo horneado que ella prepara fue uno de los elegidos, “a la vez me dio alegría y luego no lo podía creer”. Comenta que cocinar el conejo no fue tan fácil, pues en el pueblo lo hornea en la tierra y con leña, y ahí en Los Pinos ni lumbre estaba permitido hacer “hice mi fogón, se calentaron las piedras y ya lo pude hornear, quedó bien sabroso”.
Al momento del concurso, doña Luisa atravesaba por una situación de salud complicada, pues le habían detectado cáncer en el colón, por lo que el dinero que le dieron del premio lo usó para su tratamiento. “Son experiencias que he vivido muy agradables, allá conocí a muchas cocineras con las que intercambiamos recetas”.
“He tenido buenas experiencias, me gusta cocinar, me nace cocinar, en mi casa me la paso cocinando para mis hijas, mis nietos, cuando ellas llegan ya está la comida y yo con mi cáncer como todo natural, a ellos igual les doy todo natural para prevenir las enfermedades de ahora. Y mis nietos saben comer de todo, quelites, moles de olla, calabaza maciza, seca, todo deben comer”, dijo.
Cocinar no es tan sencillo como pudiera pensarse, se necesita corazón, amor a la cuchara, “decía mi mamá si estás enojada deja mi comida porque no va a saber rica y eso como que se me quedó y sí es cierto, si te gusta cocinar y lo haces con amor sale muy rico hasta una salsa y unos tacos de arriero (chile y tortilla) saben buenos”, mencionó.
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