PUEBLA

Dreamers mexicanas: Hermanas Jiménez regresan a Puebla tras décadas de ausencia

“Nuestra estancia ha sido larga y difícil" cuentan las hermanas, quienes ahora trabajan en Estados Unidos pero llegaron a la Ibero Puebla a contar sus experiencias

En el jardín de la Universidad Iberoamericana de Puebla se instaló una carpa donde 20 jóvenes migrantes, inscritos en el programa DACA, por sus siglas en inglés, se reunieron por primera vez en dos décadas con sus familiares
En el jardín de la Universidad Iberoamericana de Puebla se instaló una carpa donde 20 jóvenes migrantes, inscritos en el programa DACA, por sus siglas en inglés, se reunieron por primera vez en dos décadas con sus familiaresCréditos: LSR/ Francisco Herrera (Corresponsal LSR)
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PUEBLA. - “¡Esta es la primera vez en 21 años!” que regresan a México, responden al unísono las hermanas Jiménez Vázquez desde que emigraron a Estados Unidos siendo unas niñas para reunirse con sus padres en Nueva York.

En el jardín de la Universidad Iberoamericana de Puebla se instaló una carpa donde 20 jóvenes migrantes, inscritos en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia en Estados Unidos (DACA, por sus siglas en inglés), se reunieron por primera vez en dos décadas con sus familiares, algunos de los cuales no conocían.

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El mariachi empieza a tocar mientras las familias reunificadas, acompañadas por estudiantes y docentes de la universidad, se relajan después de una larga sesión de reencuentro que se realizó como parte de la

Segunda Jornada Binacional, Cultural y Académica. Leslie Guadalupe e Isamar Jiménez Vázquez se fueron de México cuando tenían cinco y nueve años de edad, respectivamente.

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Leslie Guadalupe e Isamar Jiménez Vázquez | Francisco Herrera (Corresponsal)

Desafíos de los "dreamers" en Estados Unidos

Leslie Guadalupe tiene hoy 26 años y trabaja para la ciudad de Nueva York como parte de la Iniciativa en Educación y Migración. Autodidacta, no descarta volver a la escuela y terminarla, aunque primero se enfoca en su trabajo, donde su patrón es la propia urbe, calificada como “Santuario” por el trato que le da a los migrantes y uno de los blancos favoritos del candidato republicano Donald Trump en su campaña anti-migrante.

Debe renovar cada dos años su inclusión en el programa DACA para poder vivir y trabajar en EU sin miedo a ser deportada. Si el programa desaparece en 2025, la ciudad para la cual trabaja ni siquiera podrá darle asilo.

Donald Trump | EFE

Las vidas de Leslie e Isamar en Estados Unidos

La joven recuerda que su infancia no la pasó rodeada de mexicanos, ya que sus padres se instalaron en el alto Manhattan, donde predominan los migrantes de origen caribeño. De todos modos, “mis papás conservaban viva nuestra cultura dentro de la casa, pero yo empecé a tratar a más mexicanos cuando entré a trabajar al programa de migración”, comenta.

Su hermana, Isamar Jiménez Vázquez estudió Educación y trabaja en la Universidad de la Ciudad de Nueva York como parte de la Iniciativa en Educación y Migración donde capacita a docentes para ser maestros de niños migrantes, no sólo mexicanos sino de distintos países de Latinoamérica y otros continentes.

“Nuestra estancia ha sido larga y difícil" recuerda Isamar. "Tuvimos la suerte de que nuestros papás ya se habían establecido en Nueva York antes de que nosotras llegáramos, por lo que tuvimos una infancia con menos carencias que varios mexicanos de nuestra generación”, asegura.

Llega un momento en tu vida en el que te das cuenta de que no importa cuánto estudies o te esfuerces, aunque yo terminara una carrera, señala Isamar, no podría ejercerla por ser indocumentada. Pensó regresar a México para volverse profesionista, pero al verano siguiente, el presidente Barak Obama creó el programa DACA por medio de una orden ejecutiva que le permitió implementarlo de inmediato, pero deja su futuro en manos de lo que decida otro presidente. Sus beneficiarios son conocidos como “dreamers”.

La decisión corresponde ahora a los jueces de la Suprema Corte, quienes deben definir en 2025 el futuro del programa.

“Por lo pronto tenemos que renovar cada dos años, con el gasto que eso implica, pero si el programa desaparece, no podemos volver a ejercer nuestras profesiones en EU”, dicen las hermanas Jiménez Vázquez.

Acompañadas de otros 18 jóvenes dreamers, las hermanas Jiménez Vázquez compartieron su historia en el evento Construyendo comunidades más fuertes a través del liderazgo y servicio comunitario.

En la reunión familiar estuvieron sus abuelos, sus tíos, su profesora de primaria, a quienes no veían en persona desde hace dos décadas. Sólo hubo dos ausentes en la reunificación familiar: los padres de Leslie Guadalupe e Isamar, quienes no pueden salir de EU porque siguen siendo indocumentados.

“En la tarde viajamos a donde nacimos: San Francisco Cuautlancingo, en el municipio de Chalchicomula de Sesma. Aunque sólo podremos estar un día, prometemos regresar y pasar más tiempo con nuestra familia”, dicen mientras la música del mariachi se mezcla con la plática de las familias.

Lo que nos han dicho los participantes de ediciones anteriores de este intercambio es que cuando vuelves a Estados Unidos tu visión cambia al retomar el contacto con sus raíces mexicanas, afirman con una sonrisa Leslie Guadalupe a Isamar.

El cambio en el estatus migratorio

Este programa de intercambio académico tiene una finalidad extra. El reglamento del programa DACA permite la salida de los dreamers al extranjero por medio de un recurso llamado “advance parol”.

Al regresar a EU reciben un sello en su pasaporte, lo que sienta un precedente en su estatus migratorio y les puede ayudar en el futuro al solicitar la residencia permanente, ya que su último ingreso al país no fue de forma ilegal.

La Mixteca Organization, en colaboración con varias organizaciones, emitió una convocatoria para enviar a los dreamers a viajes académicos. Las hermanas se enteraron de la convocatoria gracias a su jefa, y de inmediato enviaron sus papeles. La iniciativa, apoyada con fondos de la Comisión Federal de Electricidad Internacional, no sólo cubre todos los viáticos de los dreamers en su primer regreso a México de donde salieron en su niñez, también se encarga de todos los trámites migratorios.

Esta es la Segunda Jornada Binacional Cultural y Académica que organiza la IBERO Puebla dentro de su programa Universitario en Migraciones, en colaboración con la Mixteca Organization, CUNY Citizenship Now y el Brooklyn College Immigrant Student Success Office.

La intención es construir puentes entre migrantes latinoamericanos que llegaron de niños como indocumentados y sólo conocían a su familia a través de las pantallas; ahora pueden ver en persona los lugares donde nacieron sus padres, nos comenta el doctor Guillermo Yrizar Barbosa, del departamento de Ciencias Sociales de la IBERO Puebla.

Destaca la importancia de que los jóvenes visitantes utilicen el “advance parol” porque su última entrada a EU será documentada. Además, se reconectan con sus raíces y puedes seguir fomentando los puentes sociales cuando hay pocas oportunidades de cruzar la frontera para todos ellos.

El maestro Conrado Bonifacio Zepeda Miramontes ve en este encuentro una restitución de derechos para los migrantes y la creación de espacios donde pueden ser ellas mismas.

Todo ser humano necesita conocer sus raíces y poder enorgullecerse de ellas; eso crea un sentido de identidad y de empoderamiento, y podrán defender de esta forma los derechos de los migrantes cuando regresen a EU, considera Zepeda Miramontes.

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El futuro del programa DACA

No es sólo quien gane la presidencia, puntualiza, la sentencia la debe dar la Suprema Corte el próximo año, por lo que no depende del presidente, pero sabemos que podrá presionar por varias vías, lo que difícilmente pasaría con un triunfo de la candidata demócrata, Kamala Harris.

DACA nació en 2012 con la finalidad de proteger contra la deportación a las personas que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores de edad. Ocho de cada 10 beneficiados por DACA nacieron en México. Son más de 600 mil los “dreamers” a quienes protege este programa, cuya edad promedio es de 28.4 años.