Nogales, Arizona.- Para recordar a las víctimas del atentado del 11 de septiembre del 2001 y a los soldados muertos en combate por esa guerra posterior, serán cerradas por unos minutos las garitas de Arizona y toda la frontera con México.
El Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) informó mediante varios comunicados que los cierres no durarán todo el día, afectará a quienes crucen durante las mañanas.
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El CBP del Sector Tucson anunció que todos los cruces fronterizos de Arizona tendrán un momento de silencio el miércoles 11 de septiembre a las 5:46 a.m. pausando todo el acceso vehicular y peatonal.
Mientras que en el CBP del Sector Brownsville en honor a las víctimas de los ataques llevarán a cabo una Ceremonia de Conmemoración por el 23 aniversario.
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Debido eso, a las 7 a.m. del miércoles 11 de septiembre, cerrarán todo acceso, vehicular, comercial en el Puente Internacional de los Veteranos (Veterans International Bridge) para la ceremonia. La garita abrirá de nuevo a las 8 a.m.
CBP dijo que los cruces fronterizos, Gateway International Bridge, Brownsville y Matamoros International Bridge continuarán con sus labores regulares durante el cierre en el puente de los veteranos.
Las Garitas
Sonora y Arizona comparten pasos fronterizos muy diversos, como Nogales, Sonoyta, San Luis Río Colorado, El Sásabe, Naco y Douglas.
La garita comercial más importante de Sonora-Arizona es la de Nogales, por lo que se espera afectación al trasiego fronterizo.
El boletín indica que “los puertos de entrada de Arizona harán una pausa de la entrada y salida de vehículos y transeúntes a las 5:46 de la mañana”, informaron las autoridades. Esta conmemoración, detallan, requiere la paciencia de la población para “mostrar respeto ante aquellos que perdieron sus vidas en aquel trágico día”, ante lo cual se recomienda contemplar “retrasos menores y planear sus actividades en función de ello”.
El informe de aduanas surge luego de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden informó, mediante un comunicado, del establecimiento del ya tradicional Patriot Day: cada 11 de septiembre desde 2001 se declara esta fecha como día nacional para conmemorar lo sucedido y a los soldados que participaron en las acciones desplegadas en medio oriente como respuesta.
“Le debemos gratitud a los patriotas de la Generación 9/11, una que nunca podremos saldar en su totalidad. Fueron desplegados a Afganistán para garantizar que Estados Unidos no fuera atacado nuevamente. Sirvieron en Irak y otras zonas de guerra para defender nuestra democracia y negar refugio seguro a los terroristas. Siguieron a Osama bin Laden hasta los confines de la Tierra y finalmente lo enviaron a las puertas del infierno. Y hace 2 años, nos aseguramos de que su segundo al mando encontrara el mismo destino”, dice el comunicado.
La guerra de Afganistán
La intervención militar de Estados Unidos en Afganistán comenzó en octubre de 2001 con el objetivo de combatir a los terroristas de Al Qaeda –supuestos responsables de los ataques del 11-S– y al régimen talibán que los había acogido.
La estrategia internacional se articuló a partir de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF, por sus siglas en inglés) que, dirigida por la OTAN desde 2003, tenía el objetivo de velar por la seguridad de Kabul y sus alrededores, combatir Al Qaeda y los insurgentes, así como liderar la reforma del sector de la seguridad.
Asimismo, organizaciones internacionales, como el Banco Mundial, o agencias de Naciones Unidas y sus colaboradores humanitarios, se encargaron de conducir la recuperación económica de un país en ruinas, que había sufrido la invasión soviética en los años ochenta del siglo pasado, una guerra civil en la década siguiente y el terror del régimen talibán hasta la nueva invasión liderada por Estados Unidos y sus aliados en 2001.
De acuerdo con el Departamento de Defensa, llegaron a Afganistán más de cien mil soldados, el gasto militar total en Afganistán (desde octubre de 2001 hasta septiembre de 2019) había alcanzado 778 mil millones de dólares.
Además, el Departamento de Estado -junto con la Agencia de Desarrollo Internacional (USAID) y otras agencias del gobierno- invirtieron 44 mil millones de dólares en proyectos de reconstrucción.
Eso lleva el costo total -basado en datos oficiales- a 822 mil millones de dólares entre 2001 y 2019, pero no incluye el gasto en Pakistán, que Estados Unidos utiliza como base para las operaciones relacionadas a Afganistán.
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VGB